Estados Unidos, 8 de septiembre de 2023.- Si no goza de una salud óptima, la cándida podría ser la culpable. El osteópata y naturópata británico, Leon Chaitow, autor del libro titulado «Candida Albicans: Could Yeast Be Your Problem?«, toca en este texto los peligros de la cándida y cómo abordar esta infección tan común.
Chatow, quien hizo sus estudios en Gran Bretaña, realizó su práctica médica en el Reino Unido durante, aproximadamente, 30 años antes de trasladarse a Grecia, donde residió y se centró en su escritura hasta que falleció en septiembre de 2018, después de varios meses de problemas de salud.
Chaitow relató su experiencia de la siguiente manera: «A mediados de los 80, empecé a notar que un mayor número de pacientes acudían a mí por problemas intestinales… Problemas intestinales digestivos… Enfermedades relacionadas con los hongos… Problemas cutáneos… Vaginitis y fatiga… Yo estaba muy preocupado acerca de lo que producía este cambio en mi población de pacientes. En ese momento fue cuando me encontré el libro del Dr. Crook, «The Yeast Connection» y comencé a entender contra que me enfrentaba».
Conforme su investigación continuó, lo que, finalmente, culminó con la publicación de su libro en 1985, empezó a observar el vínculo entre la fatiga crónica, los problemas de dolor crónico y los síntomas tipo fibromialgia.
El libro de Crook fue fundamental en mi viaje hacia una salud natural. Leí su libro en 1985, el mismo año en que terminé mis prácticas de residencia en el área familiar y abrí mi propio consultorio médico. Por desgracia, me lavaron el cerebro con el modelo farmacológico, de principio a fin, pero leí su libro, y como la mayoría de los médicos, tuve pacientes que presentaron estos síntomas.
Probé el enfoque de Crook. Pero debido a este lavado de cerebro, pensé que el objetivo principal era eliminar los hongos, así que recetaba antifúngicos y nunca abordaba la alimentación. Y ¿adivine qué? No es una sorpresa que no haya funcionado.
Pasaron rápidamente seis o siete años. Ahora tenía otro paciente, un niño de corta edad, que presentaba una diarrea crónica, signos de trastorno del espectro autista (ASD), junto con los clásicos síntomas de cándida presentados en el libro de Crook. Ya tenía más experiencia en el tema y decidí incluir las intervenciones alimenticias que él prescribió y, sorpresivamente, esto funcionó como magia. Realmente, me abrió los ojos y me puso en el camino de la medicina nutricional.
¿Qué es la cándida y cómo se convierte en problema?
La Candida albicans es un hongo muy ubicuo. Casi todas las personas que leen esto lo tienen en su sistema, pero para la mayoría no plantea ningún problema en lo absoluto. Sin embargo, si su sistema inmunológico está alterado por una exposición a antibióticos, una mala alimentación o falta de sueño, la cándida puede empezar a desarrollarse descontroladamente.
De acuerdo con Chaitow: «La cuestión parece ser una mezcla entre la alimentación y el estilo de vida moderno. Puede ser una serie de características que sugieren cierto grado de inmunosupresión; no en el sentido extremo, pero simplemente no funcionan lo suficientemente bien… Los problemas parecen comenzar inicialmente en el intestino… Parece que el cambio en el microbioma intestinal, lo que puede ser el resultado de los antibióticos, también puede ser simplemente un factor alimenticio (una alimentación con un alto contenido de azúcar, alta en carbohidratos refinados), que ocasiona este cambio en el comportamiento intestinal, donde los hongos pueden cambiar.
“El microbioma intestinal normal produce biotina. Eso sucede en una flora normal y saludable. La biotina suprime la capacidad de los hongos para transformarse en una forma micelial más agresiva, donde, en realidad, pueden dejar unas pequeñas raicillas y penetrar la membrana de la mucosa intestinal, lo que inicia el proceso en el que comenzamos a absorber las toxinas intestinales y tener síntomas de sensibilidad tipo alergénica en todo el cuerpo. Puede ser dolor, fatiga o muchas otras cuestiones. El cambio en el microbioma normal parece ser la clave para corregir el problema, debido a que normalmente mantiene a los hongos bajo control. Los hongos se encuentran allí, pero no son agresivos. Una vez que perdemos la funcionalidad de una flora intestinal normal, los problemas se aceleran».
Signos y síntomas de la cándida
Uno de los principales síntomas clínicos de la cándida es una capa blanca en la lengua. Cuando su equilibrio microbiano es normal, su lengua esta usualmente limpia y tiene un color rosa. Otros síntomas comunes que sugieren que la cándida ha obtenido una ventaja incluyen los siguientes:
• Desarrollo repentino de sensibilidad alimenticia
• Dolores y molestias inusuales que no parecen tener una causa determinable (como una lesión)
• Problemas intestinales, tales como distensión abdominal, estreñimiento o diarrea
• Fatiga persistente, no natural
• Problemas cutáneos anormales, como zonas secas
• Vaginitis (inflamación de la zona genital de las mujeres)
Curiosamente, Chaitow también descubrió que los síntomas de la cándida tienen muchos puntos en común con los síntomas relacionados con una respiración inadecuada. Pasó más de una década estudiando los efectos bioquímicos de la disfunción respiratoria, que también es extremadamente común, y muchos de estos son idénticos a los problemas fúngicos.
Según Chaitow: «Empecé a observar cómo las mujeres jóvenes con problemas relacionados con los hongos [también] tenían patrones de respiración en la parte superior del pecho. Esto es muy común en las mujeres que lo padecen. Estos patrones de trastornos respiratorios ocasionaban una serie de síntomas, [incluyendo] síntomas intestinales (debido a que la constricción muscular ocurre cuando se encuentra en un estado de alcalosis respiratoria o hiperventilación) y fatiga.
“Tenían todos los síntomas que pensé que estaban relacionados con los hongos. Muchos de los problemas de tipo fúngico son exacerbados o agravados por patrones de trastornos respiratorios comunes. No es una patología, simplemente es una disfunción… No están relacionadas, pero pueden surgir síntomas muy similares en ambas direcciones. A veces, suceden los dos y solo atiende uno. Lo ideal es abordar el estilo de vida, que incluiría mejorar los patrones respiratorios y alimenticios. El problema es que si solo se enfoca en la alimentación y el evidente desarrollo fúngico, y no aborda lo que podría estar provocándolo, lo que es un problema muy común, pierde una parte de la historia».
Una de las mejores formas de atender cualquier disfunción respiratoria, es familiarizarse con la Técnica de Respiración Buteyko.
Generalmente, la respiración es ignorada cuando está relacionada con la salud; sin embargo, tener una respiración adecuada puede mejorar la oxigenación en todo su cuerpo, incluyendo en su cerebro, y es una poderosa estrategia para aliviar el estrés y la ansiedad, factores mentales que, si no son abordados, pueden tener un efecto adverso en su salud física.
Cómo controlar la cándida
Con el fin de controlar el hongo de la cándida, el cual usualmente forma parte de su flora normal y no es necesariamente un patógeno oportunista, sino más bien una infección «parasitaria», debe matarlo de hambre, lo cual lo suprime de forma natural, en vez de eliminarlo por completo.
La cándida puede ser vista como un cargador libre que se aprovecha de sus traspiés cuando no puede implementar un estilo de vida adecuado o cuando cree en el paradigma médico de utilizar medicamentos como una solución inmediata. Frecuentemente, estos medicamentos, por ejemplo, los antibióticos, las hormonas esteroideas y los anticonceptivos orales, cambian su entorno interno, lo que predispone a la cándida a desarrollarse en una forma de infección invasiva que puede causar graves problemas.
De acuerdo con Chaitow: «La fórmula que intento tener como enfoque general para todos estos problemas crónicos es tratar de simplificarlo para mejorar la función inmunológica, de la forma que pueda reducir la carga adoptiva que impone al sistema. Puede ser simplemente al tener un mejor estilo de vida, dormir más horas, hacer más ejercicio y una mejor alimentación. Deje de alimentar a los hongos, de dañar su función inmunológica y repueble su microbioma intestinal lo mejor posible. Los hongos, al estar controlados, cuidan de sí mismos. No tiene que eliminarlos… Tenemos esta maravillosa simbiosis natural con nuestra flora intestinal, que nos mantiene vivos y saludables. Pero si la dañamos, tenemos que pagar el precio».
Evitar antibióticos y optimizar la alimentación, principales estrategias de tratamiento
Una importante estrategia de prevención es evitar los antibióticos. Tómelos solamente si su vida depende de ello. También, debe evitar los antibióticos en los alimentos. Esto significa evitar alimentos que provengan de animales criados en operaciones de concentradas de alimentación animal (Cafo), ya que la mayoría son alimentados rutinariamente con bajas dosis de antibióticos para contrarrestar la falta de saneamiento y las condiciones de hacinamiento, al igual que para estimular su crecimiento.
Alrededor del 80% de los antibióticos que se utiliza en los Estados Unidos es usado en la agricultura, por lo que esto representa una importante fuente de exposición. También, evite las hormonas innecesarias, como los anticonceptivos, al igual que el azúcar. Lo ideal es que su alimentación tenga bajo contenido de carbohidratos netos, alto contenido de grasas de alta calidad y una cantidad moderada de proteínas.
Como señaló Chaitow: «La alimentación es la clave. Esta debe tener un procesamiento mínimo, tanto como sea posible… Idealmente, debe llevar una alimentación mediterránea, consumir pescado (si es posible, uno que no provenga de piscifactoría) y carne magra… La industria agrícola es el principal usuario de antibióticos, de modo que es donde tenemos más riesgo… Vegetales y frutas, al iniciar el programa para atender la cándida, no debe consumir mucha cantidad de frutas que sean muy dulces, pero, sin duda, las frutas, como la papaya, son excelentes.
“Evite cualquier cosa que provoque fermentación. Es esencial evitar el azúcar. Incluso, esto incluye a alimentos como la miel, al iniciar el programa para atender la cándida, durante el primero o segundo mes. Creo que es un proceso bastante sencillo. Es llevar un estilo de vida y alimentación saludable. Al principio, el programa tiene que ser acoplado al tratar de estimular más el microbioma intestinal normal. Nuestro objetivo directo son los prebióticos y probióticos. Estos tienen que estar acompañados de un cambio en la alimentación y evitar los antibióticos, cuando sea posible».
¿En qué momento es necesario llevar una terapia con medicamentos?
En su libro, Crook recomienda la nistatina, un medicamento antifúngico que está disponible en forma de polvo o pastillas. Es un medicamento relativamente benigno, con pocos efectos secundarios. Aun así, aunque podría ser necesario en casos extremos, Chaitow evita los antifúngicos, a menos que la situación no mejore en un nivel razonable. El Diflucan es un tipo de antibiótico que también podría ser prescrito como último recurso.
Según Chaitow: «Utilice medicamentos solo como último recurso. A través de los años, esto ha demostrado ser adecuado, si las personas tienen paciencia. Aquí, se presenta el problema del gasto, porque, a veces, un extenso programa antifúngico se vuelve costoso. Tiene que comprar una serie de nutrientes, probióticos y así sucesivamente. Algunos de los alimentos son más costosos si adquiere carne orgánica, en vez de carne normal procesada, y así sucesivamente. Creo que, a veces, las personas tienen que comprometerse.
“Considero utilizar antifúngicos, a menos que haya una infección fúngica extrema que exija una rápida resolución, y como un imperativo económico, me gustaría pensarlo no como un último recurso, sino como un segundo recurso. Lo más importante es la alimentación, el estilo de vida y los probióticos relacionados. Hay muchos productos botánicos, de tipo herbal, que pueden ayudar en ese proceso. No siempre creo en ello y ni siquiera utilizo medicamentos el 50% del tiempo».
Alimentos fermentados, una gran fuente de probióticos
De hecho, los suplementos probióticos de alta calidad pueden ser costosos, pero como alternativa, puede elaborar vegetales fermentados en casa. En lo personal, no tomo ningún probiótico, sino que consumo vegetales fermentados de alta calidad, los cuales contienen organismos beneficiosos mucho más viables que los probióticos comerciales.
Asimismo, Chaitow recomienda tomar prebióticos fructoligosacáridos (FOS), que ayudan a mejorar la funcionalidad de la flora intestinal normal y que pueden ser tomados en forma de polvo: «Estoy totalmente de acuerdo en que los alimentos fermentados son lo ideal. Pero, a veces, es un cambio excesivo para las personas que se encuentran en las primeras etapas. Eso está completamente alejado de su realidad cultural. Es algo que trato de adoptar cuando puedo… Entre más complicado y costoso sea, más difícil será recurrir a ello, y será menos probable que lo cumpla.
Si pierde su paciencia, debido a que le parece excesivo, demasiado costoso, complicado o desagradable, no obtiene ningún beneficio. Desde mi punto de vista, todo esto se trata de simplicidad. Yo utilizo prebióticos y probióticos que vienen en una forma simple, fácil de tomar».
Un inconveniente de los fructoligosacaridos (FOS) es que posiblemente podrían ocasionar un excesivo desarrollo bacteriano en el intestino delgado. Esto es extremadamente inusual, pero he sabido que ocurre. Un enfoque más natural para obtener más prebióticos es simplemente consumir más alimentos ricos en fibra. Existen medidores nutricionales en línea, mi favorito es chronometer.com, el cual le dirá la cantidad de gramos de fibra que obtiene. Intente lograr una cantidad entre 40 y70 gramos de fibra diariamente.
Podría no ser capaz de hacerlo a menos que utilice un suplemento de fibra, como las semillas de chía, que es un alimento entero, o la cáscara de psyllium orgánico. Asegúrese de que sea orgánica, ya que, a menudo, el psyllium es cultivado y contaminado con grandes cantidades de pesticidas.
Tomo aproximadamente 3 cucharadas de cada uno por día, que es la forma en la que puedo conseguir mi consumo diario de fibra de hasta 80 gramos. La fibra actúa como un magnífico sustrato para nutrir las bacterias beneficiosas, que, en realidad, pueden duplicarse aproximadamente cada 20 minutos, cuando obtienen los nutrientes que necesitan.
Suplementos útiles
Curiosamente, la lista de los suplementos que Chaitow recomienda contra la cándida es casi idéntica a la que se conoce por mejorar la salud mitocondrial. Esta incluye lo siguiente:
• El Ácido caprílico: un triglicérido de cadena media (MCT) que tiene 8 carbonos (por lo que, además, es conocido como C8). Aunque se encuentra en el aceite de coco, también lo puede encontrar en el aceite de MCT, ya sea con solo C8 o en combinación con ácido cáprico (C10). Ninguna otra fuente alimenticia convierte las cetonas más rápidamente que el C8, por lo que son un magnífico y eficiente combustible para su cuerpo. Asimismo, el ácido caprílico es un poderoso antifúngico y es recomendado en lugar de los medicamentos antimicóticos.
• Berberina: el principal ingrediente activo en la Hidrastis canadensis, la cual tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y de estimulación inmunológica. También, es muy eficaz en ayudar a las funciones mitocondriales.
• Equinacea: tiene propiedades antibacterianas y antibióticas; además, apoya el sistema inmunológico saludable.
• Aloe: contiene un mucopolisacárido con poderosos beneficios inmunológicos; además, beneficia a sus mitocondrias. Cultivo alrededor de 300 plantas de aloe en mi patio delantero y todos los días agrego dos grandes hojas de aloe en mi jugo.
Más información
Si no lleva un estilo de vida saludable y presenta los síntomas enlistados anteriormente, existe una gran posibilidad de que tenga cándida, la cual está presente en todos nosotros, pero podría haberse desarrollado excesivamente.
El libro de Chaitow: «Candida Albicans: Could Yeast Be Your Problem?», establece un amplio enfoque de estilo de vida para abordar el problema. También, puede encontrar más información en su página web, LeonChaitow.com.
Al final del día, la cándida no tiene por qué afectarle. Siempre la ha tenido, pero este hongo oportunista no le causará problemas, siempre y cuando cuide a sus intestinos con una alimentación con bajo contenido de carbohidratos netos y alta en fibra.
