N. de la R.- Una historia de previsible auténtico desastre humanitario se vive en la frontera entre México y Estados Unidos, concretamente en Tijuana, Baja California, donde miles de haitiano se encuentran, vulgarmente hacinados, en esta ciudad fronteriza en espera de obtener la ansiada aceptación como refugiados ambientales y por pobreza, en el territorio americano, tras la crítica situación económica en su país natal, agudizada por los desastres que dejó el paso del huracán “Matthew”, que azotó a la isla, durante la actual temporada de huracanes, que está a punto de terminar.

Haití forma parte del grupo insular de América, llamadas Antillas Mayores (Cuba, La Española -República Dominicana y Haití-, Jamaica, Puerto Rico, Isla de la Juventud y, últimamente se incluye en este grupo a las Bahamas). El resto, lo componen varias decenas de islas e islotes, llamados las Antillas Menores.

Esta cadena insular se ubica en el corazón del paso de los huracanes tropicales por lo que son fáciles presas de esos fenómenos meteorológicos. A estas desgracias naturales se suman otras de tipo más bien social y, sobre todo, político.

Uno de esos casos nos lo relata el gran amigo, compañero y colaborar de sitquije.com, Víctor Manuel López Wario, al glosar el libro: “Vida de J. J. Dessalines, gefe de los negros de Santo Domingo”, con su particular estilo y sapiencia que le son característicos.

José Manuel López Castro

He aquí la narración


 

miles-historiaPor gentileza, benevolencia y confianza del amigo don José Manuel López Castro tuve en las manos y la oportunidad de leer la “Vida de J. J. Dessalines, gefe de los negros de Santo Domingo”, en la edición facsimilar a partir del original en México de don Mariano Zúñiga y Ontiveros del año de 1806, traducción del francés por Juan López Cancelada, con el patronazgo del Banco Nacional de Obras Públicas, S. A., editado por Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, S. A. (1982), quien narra, con la óptica y obcecaciones de su época, la insurrección de los esclavos negros iniciada en el año de 1791 en la entonces perla de la corona, Santo Domingo, cofre de riqueza y espacio en beneficio para Europa. Al término de la historia quedó un resabio de amargura ante la brutalidad humana y la destrucción irreparable de un entorno pródigo y de quienes disfrutaban de ella.

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El primer viaje de Cristóbal Colón, o Viaje del Descubrimiento, fue una expedición marítima capitaneada por Cristóbal Colón (Cristoforo Colombo, en italiano, o Christophorus Columbus, en latín)[1] al servicio de los reyes Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, apellidados “Católicos”. [2] Inició el 3 de agosto del 1492 del puerto de Palos de la Frontera (actualmente en Huelva, España). Participaron tres carabelas: la Pinta, al mando de Martín Alonso Pinzón; la Niña, dirigida por Vicente Yáñez Pinzón y la Santa María (en realidad y por su estructura una nao), responsabilidad del maestre Juan de la Cosa[3]. El 16 de septiembre las naves alcanzaron el mar de los Sargazos y el 12 de octubre[4] llegaron a la isla de Guanahani — nombrada San Salvador—. Colón siguió su navegación por El Caribe llega a Cuba el 28 de octubre y a La Española el 6 de diciembre. El 24 de diciembre la Santa María encalla en la costa haitiana de La Española y con sus restos construye el Fuerte Navidad.

“El día de Navidad de ese mismo año de 1492, una de las tres embarcaciones, la Santa María, la principal, encalló en unas rocas en la costa noroccidental de la actual Haití y, aunque no hubo muertos, la nave quedó inservible. Colón decidió entonces que con los restos de aquella nave se construyera una torre y fortaleza, a la que llamó la ‘villa de la Navidad’. Así quedó fundada la primera edificación occidental en América, en la que permanecieron 39 hombres armados y con provisiones suficientes para esperarlo cuando regresase de España a donde había decidido volver para informar a los reyes de los descubrimientos.” [5]

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Tomado del texto [6] que inicia con la portadilla:

“VIDA DE J. J. DESSALINES,

GEFE DE LOS NEGROS

DE SANTO DOMINGO;

CON NOTAS MUY CIRCUNSTANCIADAS SOBRE EL ORIGEN, CARÁC-

TER Y ATROCIDADES DE LOS PRINCIPALES GEFES DE AQUELLOS

REBELDES DESDE EL PRINCIPIO DE LA INSURRECCIÓN EN 1791.

TRADUCIDA DEL FRANCÉS[7]

POR D. M. G. C. AÑO DE 1805.

REIMPRIMESE POR DON JUAN LOPEZ CANCELADA

EDITOR DE LA GAZETA DE ESTA N. E.

CON SUPERIOR PERMISO.

MÉXICO:

En la oficina de D. Mariano de Zúñiga y Ontiveros,

año de 1806.

 

AL LECTOR:

“Habiendo llegado á mi mano este Compendio (gracias al favor de un Amigo de este Comercio) formé el concepto de la utilidad que resultaría de su publicación en N. E. y me dispuse á dedicarle una Introducción histórico-geográfica de la Isla, atendiendo á que no todos tienen á mano los datos con que yo me hallo, y que siempre son mas interesantes los sucesos de la historia quando se tiene algun conocimiento del pais donde ocurren.

“A este pensamiento siguió otro que, si no es tan interesante, lleva á lo menos consigo la recomendación de la curiosidad en conocer monstruos que hacen el principal papel en la escena, cuyos retratos me facilitó otro Amigo también del Comercio, los que mandé sacar y grabar.

“Con esto y los apuntes marginales que suplen al Apéndice, me pareció darla por concluida con la nota que se verá á la página 73, quando inesperadamente llegó impresa la Coronación y Constitución del Imperio primero de Negros que se ha visto en el mundo culto… y procuré añadir como cosa tan esencial y oportuna: igualmente se le añadió la proclama de Dessalines á sus vasallos el día de su coronación: la carta del Emperador Bonaparte siendo primer Cónsul á Louverture, y otras varias piezas que los amigos me franquearon deseosos de que saliese en el modo posible completa la obra, desde el año de 91 hasta el presente de 806.

“Este ha sido el motivo del retardo sobre que el público me ha reconvenido; pero quedará satisfecho en vista de lo expuesto por la eficacia con que desea complacerlo en todo.

“Juan Lopez Cancelada.”

 

Introducción

(Página 1).

“No hay política más errada que la de mantenerse indiferentes sobre el bien ó el mal que acaece en las demás Naciones, porque no nos toca personalmente. Se engaña mucho un Estado quando cree que no le interesa lo que ha pasado á dos mil leguas de su continente: Es el Mundo político como el físico: El primer móvil da impulso á la masa general, extendiendo su fuerza motriz de uno a otro extremo.

“El conocimiento de estas verdades hará mas apreciable la lectura de este compendio de los horrorosos sucesos de la isla de Santo Domingo. Sobre ellos combinará la prudencia con la instrucción quanto importa la unión de todos los blancos que habitan una colonia donde hay negros y otras castas. La desunión de los nativos blancos de aquella isla fue una de las causas de que los negros se apoderasen de ella, y que ellos pereciesen á sus imfames manos con diferentes martirios inventados por una crueldad que estremece….. ¡Infelices Europeos y Criollos… víctimas desgraciadas!…. ¡Oh quanto os pesaría haberos confiados en las promesas del hipócrita Louverture y feroz Dessalines!…. Y vosotros los apasionados de la Gran Bretaña, que prestasteis el oído á sus emisarios de la isla de Jamayca, ved ahí el pago de una nación que os ha vendido y sacrificado á sus viles intereses, burlándose de vuestra soñada libertad é independencia. ¡Dichosa N. E. (á quien dedico esta Introducción) dichosa mil veces por el sosiego y tranquilidad que la caracteriza!…. No han tenido ni tienen aquí entrada las extravagantes ideas que han perturbado la paz de otras regiones. Tienen siempre presente que padecerán desolación qualquiera Reyno dividido entre sí…. y acabarán de confirmarlo con lo acaecido en Santo Domingo.

“Mas dilatarémos por un momento el exámen de ese horroroso quadro, que bastante tendrá que resistir el corazón quando se registre por menor en este compendio; y describiremos mientras ese pais que ha sido y es el teatro de esta escena.

“Fue descubierta esta isla por Christoval Colon el año de 1492—Denominóla Isabela, en memoria de la augusta Soberana de España que habilitó su expedición—Fundóse después la capital con el nombre de Santo Domingo, que lo dió a toda la isla de 360 leguas de circunferencia, 170 de largo y 30 en su mediana anchura– Está situada en medio de las de Cuba, Jamayca y Puerto-rico–Se divide de ésta por solo un canal, y los geógrafos la ponen á los 20 grados de latitud y 74 de longitud.

“Su clima es cálido, pero se templa mucho con los vientos y abundancia de lluvias, que la hacen tan húmeda, que todo se pudre en poco tiempo– Sin embargo, los Europeos, acostumbrados á este temperamento, gozaban de buena salud, y solian contar algunos 80 y 100 años.

“Esta isla, que después de la de Cuba es la mayor de todas las que hay en América, es también la mas fértil y deliciosa— En ella se ven dilatados bosques de exquisitas maderas, como son… a partir de aquí viene un enlistado de la riqueza habida en la isla y los envíos que de ésta surcaran el mar con destino a España.”

Del final de la página 2 al inicio de la 4 viene un enlistado de las riquezas naturales en el espacio caribeño seguido de un extenso reporte de intervenciones y disputa entre las naciones europeas por apropiarse de esas riquezas, inventario que culmina en la página 8:

“Sí, nobles Americanos: vuestro tierno y amable corazón padecerá mucho al ver la suerte infeliz de vuestros semejantes: lo puedo asegurar, porque he vivido entre vosotros va para 17 años—Os conozco á fondo, y por esto siento daros tan penoso rato; pero dispensadme, os suplico, atendiendo á que mi objeto solo es haceros presente el mal, para que mejor sepáis apreciar el bien.”

 

PROLOGO DEL AUTOR

(Página 9)

“El primer castigo de los hombres perversos es el hacer sus acciones manifiestas á los demas hombres; y la primera venganza que la justicia permite tomar de sus iniquidades puede ser recomendarlas á la execración de la posteridad.

“En los dos mundos ha resonado con universal asombro el nombre y los atentados horribles del monstruo que es objeto de esta historia; pero hay pocas personas que conozcan la serie no interrumpida de los crímenes de este feroz africano, que se ha hecho tan famoso por sus atrocidades, y cuya ferocidad no puede ser comparada sino con los tigres que habitan el clima ardiente que le dio el ser.

“Por más repugnante que sea el llamar la atención hácia unas escenas de muerte y de carnicería, debe sin embargo fixarsela vista en ellas, quando por si son capaces de alimentar la indignación que deben inspirar y preparar la venganza por su castigo. A lo menos, el quadro horrible que se va á ofrecer al público no dexará de producir el mas alto desprecio hacia aquellos que han protegido y ayudado abiertamente á los autores de tantos males, y que en desprecio de las demas naciones, indignas de su perfidia, se atreve á hacer causa común con ellas.

“Este es el objeto principal que os hemos propuesto al ofrecer al público la Vida de Dessalines. Si la historia de este monstruo es capaz de exáltar las almas sensibles, ¿quánto mas horror debe inspirar la idea de que este mismo monstruo, cubierto de sangre humana y crímenes, bárbaro por naturaleza, y desnudo enteramente de las costumbres y civilización de la Europa, haya encontrado en el Gobierno de una nación europea socorros, apoyo y protección? ¿Puede haber ninguna consideración política capaz de apoyar esta asociación vergonzosa del Gobierno británico con el jefe de un pueblo de asesinos, que tienen escandalizado el mundo entero con atrocidades?

“En otro tiempo se alababa la Inglaterra de que no hacia la guerra sino con el objeto de mantener los antiguos principios de la sociedad civil y las leyes establecidas en Europa. Hoy une sus intereses á los de un bárbaro, que ha probado con sus atentados el odio que profesa á todos los principios sociales europeos. Condenemos, pues, á la exécracion de los siglos los crímenes del monstruo protegido y el oprobio del Gobierno protector…..

“¿Qué nación civilizada no se llenara de horror y de indignación al ver á la Inglaterra pagando y sosteniendo las atrocidades de Dessalines y sus cómplices?…. Seria menester confesar que no había moral entre los hombres, si hubiese uno que quisiese hacer causa común con un asesino insaciable de sangre humana, á no ser que tuviese el corazón tan perverso y de tan malas inclinaciones como él….. Pues el Gobierno ingles tiene, no ya hombres nacidos en la obscuridad capaces de este crimen, sino hombres públicos destinados á representar la nación entera.

“¿No han conocido estos ministros que sacrificando el honor de su nación á las combinaciones momentaneas de su envidia y ambición, legitiman por este medio la terrible catástrofe que los amenaza en Jamayca? ¿Qué podrán responder quando los negros de sus colonias tomen el partido de degollar sin piedad á quantos Ingleses hay en ellas, erigiéndose después en un pueblo independiente, y justificando sus asesinatos con la protección que los Ingleses han prestado á los negros de Santo Domingo?

“¡Quántas, y qué funestas conseqüencias puede acarrear á la humanidad entera la conducta de los ingleses!”

(A lo anterior sigue la penosa narración de los hechos y crueldades con este inicio:

“No es tiempo de examinar la qüestión de si la abolición de la esclavitud en las colonias francesas ha sido ó no un verdadero mal para la humanidad. Quando el filósofo europeo se ocupaba en este importante objeto, no hay duda; su alma gozaba de un placer inexplicable al representarse en su imaginación las fértiles llanuras de Santo Domingo cultivadas ya por unas manos libres; pero la terrible convulsión que han experimentado las Antillas para llegar hasta este punto, ha causado la ruina de tantas familias, y la muerte de un tan sin número de otras, que sería injusto, y aún bárbaro, el obstinarse en defender todavía la causa de los negros esclavos, habiendo sido tan funestas para la humanidad sus terribles conseqüencias.”[8]

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Jean Jacques Dessalines, de quien Louis Dubroca dibuja un repugnante retrato al final de la “Vida de J. J. Dessalines, gefe de los negros de Santo Domingo”, fue un revolucionario y político haitiano, nacido alrededor de 1758 en África Occidental. Autoproclamado emperador de Haití en 1804 murió violentamente en 1806.

Traído de Guinea para esclavo en una de las fincas en la parte francesa de Santo Domingo, trabajó como bracero en una de las grandes fincas de un colono blanco, de quien tomó su nombre. En 1791, tras asesinar a su dueño, abandonó la plantación para unirse a la rebelión —tras una ceremonia vudú— con otros doscientos esclavos negros, dirigidos por el esclavo jamaiquino Bouckman.[9] [10] El grupo atacó las propiedades de los colonos blancos, de los libertos mulatos y de las autoridades francesas, hechos en los que Dessalines destacó por su capacidad táctica y militar. En 1793 exiliado en la parte española de la isla, regresó al aprobarse el decreto que concedía la libertad a todo aquel que ayudara a la República francesa a expulsar a los españoles y británicos de la isla. Dessalines hermanado a otro de los líderes negros, Toussaint L’Ouverture — quien lo nombró su lugarteniente—, propició gran parte del éxito para derrotar al ejército español en 1795 y vencer a los ingleses en 1798. Al término de éstas, Toussaint L’Ouverture recibe el nombramiento de gobernador general de la colonia por parte del gobierno francés y Dessalines el grado de general de brigada con mando sobre el distrito Gonaïves. No obstante distinguidos y premiados con dichos honores, los líderes rebeldes promulgan la independencia de la colonia en 1801. Con el control casi total de la isla Toussaint y Dessalines enfrentan a 22,000 soldados al mando del general Charles-Victoire-Emmanuel Leclerc (cuñado de Napoleón), con misión de restablecer la soberanía francesa. Dessalines, prácticamente vencido y cercado en el fuerte de la Crête-a-Pierrot por los soldados franceses recibe el ofrecimiento de amnistía por parte de Leclerc a los rebeldes con la condición de abandonar las armas, Dessalines aceptó la propuesta y abandonó a Toussaint quien continuó la lucha hasta su derrota y prisión. En 1803 Napoleón anunció su intención de restablecer la esclavitud en la plaza, y esta decisión, aunada a la represión contra los negros y mulatos que lucharan contra los franceses, propició el regreso a las armas por parte de Dessalines y sus seguidores.

El apoyo inglés —en guerra continental contra Francia— favoreció el triunfo de los ex esclavos y mulatos sobre a las tropas francesas. El 11 de octubre las tropas de Dessalines llegaron a Puerto Príncipe y el 19 de noviembre toman el último baluarte (la fortaleza de Cabo Haitiano) de las fuerzas francesas encabezadas por el vizconde de Rochambeau y en mucho mermadas por la fiebre amarilla,. Dessalines declaró la independencia de la colonia francesa el 1 de enero de 1804[11] a la que devolvió su nombre indígena, Haití[12], proclamada como república independiente y él nombrado por sus seguidores gobernador vitalicio. Así, Haití era el primer país independiente en América y además de raza negra. Las primeras actuaciones de J. J. Dessalines en su investidura correspondían a la consolidación de la independencia y con ella evitar el regreso de los franceses o la intervención de algún otro país con intereses coloniales: planteó la reorganización económica y administrativa del país; aumentó el número de soldados; proyectó una reforma agraria y la confiscación de propiedades a los blancos; confiscó las plantaciones y las declaró posesiones públicas. Todo ciudadano era o soldado o campesino y éstos últimos inscritos a una propiedad.

En octubre de 1804 autoerigido emperador con carácter vitalicio de Haití con el nombre de Jean Jacques I, impuso un régimen dictatorial, declaró la guerra a los blancos en su territorio con promesa de exterminio que obligó a la mayoría de los colonos a refugiarse en los Estados Unidos. En represalia por las atrocidades cometidas por los soldados del general Leclerc durante la guerra, decretó la muerte de 3,000 blancos, que aún permanecían en Haití. El emperador fracasó en todos sus intentos de conquistar la colonia de Santo Domingo[13]. En 1805 aprobó una Constitución que establecía un gobierno militar, en ella propugnaba la igualdad ante la ley, la no retroactividad de la misma y el respeto a todos los cultos; el matrimonio quedaba en una formalidad civil autorizado por el gobierno; en su artículo 12 prohibía cualquier título de propiedad a los blanco e incluso su estancia en el país sin importar la nacionalidad… en tanto, en el artículo 20 de la Carta Magna distinguía a Dessalines con los títulos de “Vengador y Libertador”.

Para acabar con las diferencias y enfrentamientos sangrientos entre los negros y los mulatos, estableció la denominación de negros para todos los haitianos. No obstante abolida la esclavitud, las condiciones para los trabajadores en las plantaciones resultaban sumamente penosas para los trabajadores oprimidos con el uso de cadenas y hasta la fuerza física en algunos casos. Los mulatos —propietarios de las grandes plantaciones— intentaron un golpe de mano en contra de Dessalines para colocar en el poder al general Alexander Sabés Petion. Éste, aliado con Henri Christophe –el futuro emperador Henri I—, contrarios a las crueldades del régimen, emboscaron y atraparon a Dessalines en Sacmel el 17 de octubre de 1806, ahí le dieron muerte, despedazaron su cuerpo y lo arrojaron a una acequia.

“La Constitución haitiana no tuvo repercusiones en ninguna de las naciones del continente. Sus fatales consecuencias sólo fueron padecidas por los dominicanos. Cuando se examina   el relato escalofriante de las famosas matanzas de Dessalines de 1803, los horrores que acompañaron las matanzas de Moca y Santiago de 1805, las posteriores matanzas de mulatos, en el siglo XIX y en el siglo XX,   se comprenderá por qué no podemos recibir lecciones de derecho de aquellos que fueron precursores de las primeras limpiezas étnicas aplicadas en este continente. El legado de Mandela ha sido contrario a los ideales de la negritud aplicados por los haitianos.” [14]

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Una realidad histórica diferente en origen y a las agobiantes exacciones españolas en el espacio de “Tierra Firme” americana nulificaron la pretensión del texto asentada en la Introducción: “No han tenido ni tienen aquí entrada las extravagantes ideas que han perturbado la paz de otras regiones. Tienen siempre presente que padecerán desolación qualquiera Reyno dividido entre sí….”. Hoy Haití es uno de los países con mayor pobreza en el mundo.


[1] Nacido en Génova durante el año de 1436 (o 1451 o 1456, según diversas fuentes), fallecido en Valladolid, el 20 de mayo de 1506. Aquí cabe recomendar el complejo y apasionante aporte de don Edmundo O’Gorman: La invención de América (1958).

[2] El papa Inocencio VIII (1434-1492) habría sido el primero que impuso el nombre de «Reyes Católicos» a los esposos y reyes Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, tras la toma de Granada, titulo reconocido por el mismo papa Alejando VI a favor de los reyes en la bula Si convenit, expedida el 19 de diciembre de 1496. Fernando II de Aragón, Fernando II de Aragón, el Católico (10 de marzo de 1452 – Madrigalejo, 23 de enero de 1516), Isabel: Isabel I de Castilla (Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451 – Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504). Conquista de Granada, en varias etapas iniciadas en 1484 y concluida en 1492. Se exigió a Boabdil la entrega de Granada. Al enterarse el pueblo granadino de lo pactado, opuso resistencia, que fue respondida por los ejércitos de los Reyes. Al final Boabdil entregó Granada tras unas negociaciones secretas. Este Abu ‘Abd Allāh en el habla granadina, Boabdil con sobrenombre de “El chico”último emir musulmán del reino nazarí de Granada entrega de la ciudad el 2 de enero de 1492. Boabdil recibió el señorío de la Alpujarra al que marchó acompañado de su madre que, como dice el anónimo romance reprochó a su hijo las lágrimas al contemplar por última vez la cuidad de Granada con la rotunda frase «Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre». Tras una breve estancia en el feudo de la Alpujarra, el depuesto rey decidió abandonar la península para trasladarse a Marruecos, posiblemente debido a múltiples remordimientos. En el país norteafricano falleció en 1527. Así pues, si el Papa Inocencio VIII muere en el año de 1492, el título de “Reyes católicos” lo reciben en vida ya que Isabel muere en 1504 y Fernando en 1516, 12 y 24 años

[3] Juan de la Cosa (Santoña, entre 1450 y 1460-Turbaco, Colombia, 28 de febrero de 1510). Navegante y cartógrafo español. Participó en siete de los primeros viajes a América y de él queda el mapa más antiguo conservado en el cual aparece el continente americano, documento expuesto en el Museo Naval de Madrid. Otras versiones afirman que aquel que figura como maestre de la Santa María durante el primer viaje de Colón es solamente un homónimo del prestigiado navegante.

[4] Con fecha jueves, 11 de octubre, tras ver algunas señales de tierra próxima durante el día: “…Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra y hizo señas que el Almirante, había mandado. Estas tierras vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana. Puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra…A las dos horas después de media noche pareció la tierra, de la cual estarían dos leguas…” Diario de Cristóbal Colón, página 64 en Textos de Historia Universal segunda edición, UNAM, 1985.

[5] http://juancarloslopezeisman.blogspot.mx

[6] archive.org

[7] Autor: Louis Dubroca.

[8] Para una lectura del texto íntegro: John Carter Brown Library

[9] “El primer jefe de los negros, que se señala en esta carrera de crímenes, fue un tal Boukmant, tigre feroz, que puesto á la frente de una quadrilla de bárbaros, que habitaban en montañas inaccesibles, de donde no salían sino de improviso, y durante la oscuridad de la noche, para robar las habitaciones, y degollar indistintamente á sus propietarios y á los negros. Quando la insurrección fue tomando un carácter mas serio, Biassou, ansioso de mandar solo, se dirigió contra Bouckmant, que se negaba á reconocer su autoridad, y habiéndole sorprendido, apenas le quedó tiempo para escapar del peligro. Poco tiempo después fue muerto en una acción en las inmediaciones del Cabo; y su cabeza puesta en una pica se colocó en medio de la plaza de armas de esta ciudad con inscripción: Cabeza de Bouckmant, jefe de los revoltosos. No se ha visto una cabeza con tanta expresión después de muerta. Tenía abiertos los ojos, y parecía estar dando á sus tropas la señal de atacar. Hasta el último aliento siguió peleando como un furioso, y cuando cayó muerto estaba atravesado de balazos y bayonetazos.” Vida de J. J. Dessalines, gefe de los negros de Santo Domingo”, página 2, edición citada.

[10] Dutty Boukman (Boukman Dutty, Bouckmant o Boukmann o Zamba Boukman) nacido en Jamaica en fecha desconocida, muerto entre octubre y noviembre de 1791 en Haití). Esclavo y sacerdote vudú (houngan) de Haití, realizó con la sacerdotisa (mambo) Cécil Fatimam una ceremonia vudú en el Bois Caïman (Bosque Caimán) el 14 de agosto de 1791, donde un gran número de esclavos de la parte norte de Haití juraron luchar por su liberación de los terratenientes esclavistas franceses. En ella participaron los primeros principales líderes de la Revolución Haitiana: Georges Biassou, Jeannot Bullet y Jean Francois Papillon.

De Cécil Fatimam la historia dice poco. Queda por definitivo que casó con el general Louis Michel Pierrot —Presidente de la República unificada de Haití del 16 de abril de 1845 al 1 de marzo de 1846— quien luchara a las órdenes de Jean-Jacques Dessalines. Los historiadores concuerdan en que fue una sacerdotisa (mambo) vudú y que vivió hasta la avanzada edad de 112 años.

[11] “La historiografía tradicional ha ocultado lo que fue una verdad tangible para quienes participaron activamente en el proceso de la independencia latinoamericana. No hay más que revisar los documentos relevantes de la época para darse cuenta que la revolución haitiana tuvo una honda repercusión en los hombres que fraguaron la Independencia de las colonias hispano-lusitanas.

“La clase dominante criolla —sobre todo la del Brasil, Venezuela, Colombia. Cuba y Puerto Rico— enriquecida con la explotación del trabajo esclavo, fue la primera en alarmarse por aquella rebelión que conquistó no sólo la independencia sino

también la liberación de los esclavos. La decisión de los esclavócratas criollos fue evitar, a toda costa, que el proceso independentista se transformara en revolución social, impidiendo una nueva Haití, aunque se retardara la independencia, como ocurrió en Cuba y Puerto Rico.

“Tan honda fue la repercusión de la revolución haitiana que varios precursores de la independencia latinoamericana visitaron la isla para ver en el terreno cómo fue posible que un país tan pequeño venciera a las mejores tropas de Napoleón e instaurara la primera nación independiente de América Latina, el primer país negro no monárquico del mundo, en que por primera vez los esclavos lograban un triunfo definitivo en la historia universal, superando la gesta de Espartaco contra el imperio romano.

“Este fenómeno, tan evidente para sus contemporáneos, fue posteriormente relegado al olvido por los historiadores. Es sobradamente conocido por todos que las Historias de América Latina —respaldadas por las Academias Nacionales— abren el capítulo de la Independencia con las revoluciones de 1810, omitiendo deliberadamente a Haití..” Haití: primera nación independiente de América Latina. Revista Todo es Historia, Nº 245, Buenos Aires, noviembre 1987.

[12] Gonzalo Fernández de Oviedo y Bartolomé de las Casas asientan que el nombre de la isla Haití, significa «Tierra Montañosa» en lengua de los taínos.

[13] Por el tratado de Basilea, en 1795, España cedió eta parte de la isla a Francia.

[14] “Nelson Mandela y J.J. Dessalines, dos personajes opuestos” por Manuel Núñez. 16 de diciembre de 2013. Impactodigital. mcnbiografias.com “Dessalines, Jean Jacques (ca. 1758-1806).

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Nota final.

Y es en la página 5 de la Introducción para esta historia es donde aparece por tres veces un curioso símbolo —el que acompaña a este texto—.

Con dicho símbolo antecedido por la cifra de 50 queda asentada la cantidad de 50 000 “cargas de á 500 libras” de azúcar que anualmente sacaban los franceses de la Isla.

En el párrafo siguiente: El año de 1726 contaba ya esta parte de los Franceses con 100 (aquí el símbolo) negros esclavos y 30 (aquí el símbolo) colonos blancos.

En la página 2 de la biografía propiamente dicha, en la referencia lateral éste símbolo aparece nuevamente para destacar el “Juramento que hicieron estos 60(símbolo) negros”. Lo que confirma el valor de miles en este signo tipográfico que en el texto corrido está asentado en letra.

Para quien le interese un tanto la historia de las síntesis gráficas mediante los signos en la Historia vertidos al molde tipográfico no dejará de serle interesante el aporte conceptual y el diseño por sí mismo.

 

 

 

 

 

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