Estados Unidos, 25 de julio de 2024.- “The Fit Generation” es un documental galardonado que explora las vidas de adultos mayores de Canadá que se mantienen activos, en particular, aquellos de entre 70 y 80 años. La película que fue dirigida por Elton Hubner y producida por Eyes Multimedia, cuestiona las opiniones convencionales sobre el envejecimiento y destaca las ventajas de mantener un estilo de vida sano y activo hasta bien entrada la vejez.
En este documental, escuchará historias inspiradoras de personas mayores que, a pesar de enfrentarse a importantes problemas de salud como el cáncer, la artritis y afecciones cardiacas, siguen realizando actividades que suponen un reto físico y llevan una vida vibrante.
«The Fit Generation» enfatiza que la edad no es una barrera que nos impida estar en forma y puede inspirarlo a llevar un estilo de vida activo y encontrar alegría en su vida. Además, el documental demuestra cómo tomar decisiones audaces que le brinden alegría mejora en gran medida tanto su bienestar mental como su salud física.
Estas personas demuestran que la edad es solo un número
Imagine ser instructor de esquí de tiempo completo a los 82 años. Este es solo un día en la vida de George Tjelios-Nicholas, una de las personas activas que aparecen en la película. Cuando no es invierno, puede encontrar a Tjelios-Nicholas en bicicleta por Whistler o practicando remo.
“George Tjelios-Nicholas es uno de los personajes principales del documental y, bueno ¡qué personaje! Antes fumaba, se ha sometido a varias operaciones y sigue sufriendo constantes dolores de espalda, todas son buenas razones para quedarse en casa y dejar que pase el tiempo», afirmó Eyes Multimedia.
No obstante, esto no pasa por la mente de Tjelios-Nicholas: “¡Enseñar a otras personas a esquiar es muy gratificante! Por eso, me gusta la escuela de esquí. Me agrada trabajar con las personas y mi trabajo consiste en hacer que se sientan cómodas. Es una gran motivación para seguir adelante… Me cuesta creerlo, pero, incluso, mi técnica para esquiar sigue mejorando. Algunas personas me han dicho: «Oh, eres demasiado viejo para hacer eso’. No estoy loco, no hago grandes saltos y cosas así, pero esquío a una gran velocidad.
He requerido puntadas en la cabeza por los golpes de los esquís, me disloqué un hombro y me han hecho dos osteotomías tibiales porque mis rodillas estaban desgastadas … Y tengo dos prótesis de rodilla. También tuve cáncer de próstata y lo superé. El dolor de espalda es constante, tengo artritis, y sigo moviéndome, pero creo que cuanto más activo me mantenga, menos me afectará”.
Lawrence Huzar es otro adulto que aparece en la película quien, a sus 79 años, jugaba hockey tres veces por semana y hoy en día se mantiene ocupado el resto del tiempo construyendo y reparando cosas en su patio trasero, un pasatiempo perfecto para este ingeniero mecánico retirado. “Nunca me he enfermado. Ni siquiera tengo médico”, asegura. Aunque Lawrence vive solo desde que falleció su esposa, la soledad no es algo que le afecte.
Dice que se siente contento estando solo y también disfruta pasar tiempo con otros jugadores de hockey de su equipo, varios de los cuales tienen una edad similar a la suya. Gwen McFarlan es otra atleta inspiradora que aparece en la película. A sus 81 años, esta corredora de maratones con récord mundial, profesora jubilada y sobreviviente de un cáncer siguió compitiendo en carreras, a pesar de las lesiones.
«Hay muchas personas ahí fuera que le ayudarán y desde luego hay muchos grupos de corredores a los que puede unirse, así que, si quiere salir ahí fuera y hacer algo, puede hacerlo, pero tiene que querer, porque nadie puede empujarle a hacer nada… Mi cáncer de mama me hizo ser muy, muy positiva.
Cada día que me despierto estoy agradecida porque cuando sucede algo así y no sabe si va a salir de ello, se siente muy contento de estar vivo y enfrentar su presente, sea como sea, olvidar lo que pasó en el día y comenzar uno nuevo al despertar. Desearía alcanzar los 100 años, al menos 100, y quiero correr todo lo que pueda hasta entonces. Sé que tendré que reducir el ritmo, lo sé, pero no voy a parar».
Optimismo, alegría y conexiones sociales, rasgos en común
Si bien cada una de las personas que aparecen en la película tiene diferentes intereses e historias de vida, notará que hay varios puntos que tienen en común, tales como el optimismo, la alegría y un entusiasmo genuino por la vida. Cada uno de ellos tiene fuertes conexiones sociales en sus comunidades y vive cada día con un sentido de propósito, mientras disfruta el momento presente con toda plenitud.
A pesar de enfrentar problemas de salud, haber perdido seres queridos y tener otros problemas, cada persona en la película mantiene una vida vibrante llena de alegría y pasión. Esta alegría se relaciona con sus actividades físicas y el fuerte sentido de comunidad que construyen a través de experiencias compartidas e interacciones sociales.
Ava Stone, una instructora de yoga de unos 70 años, asegura: «Para mí, estar en un lugar donde puedo dar algo a los demás es el mayor de los placeres». Utiliza el tiempo de clase para enseñar no solo técnicas de respiración y estiramiento, sino también para meditar, compartir historias y contar chistes.
Cuando no está dando clases, le encanta conducir su auto deportivo negro por la ciudad y anima a los demás a divertirse y crear su propia alegría: “Ahora el estrés proviene de no apreciar las cosas como son, de no apreciar la vida, la vida que usted eligió. Culpamos al estrés, como si fuera un factor externo, causado por algo misterioso. En pocas palabras ¿sabe qué es el estrés? Este momento presente que no le gusta. Quiere deshacerse de algo que no quiere o quiere algo que no tiene.
Luego le dice a sus amigos que tuvo tal estrés, que no puede creer lo que hicieron su esposo y sus hijos. Oh, y luego, el trabajo… Y, sin embargo, sigue provocándolo … Resistirse a la vida tal como se le presenta es lo que le causa estrés. Esta toma de conciencia me ha dado mucha alegría y pude adquirirla gracias al yoga, y si usted conserva su inteligencia, seguro sabe que su mente le ayudará a mantenerse sano. Abra los ojos, tome conciencia del mundo.
Este mundo es asombroso ¿no lo cree? Mi otra alegría es que estas personas que han venido a verme todos estos años, lo entienden, siguen viniendo y quieren que hable, quieren divertirse y hacer locuras. Por lo tanto, estas personas están atentas, disfrutan de la vida y socializan… Solo las personas que tienen metas, que tienen planes, que tienen alegría, que quieren que su cuerpo esté bien para seguir llevándolos a donde quieren ir. Mantener el cuerpo lubricado y en movimiento para fortalecer los músculos, la digestión y dormir bien son maneras de mantener la salud para que pueda seguir comunicándose con la vida. De esta forma, puede tener paz y alegría.
Desde esa alegría y paz ha llegado al conocimiento puro para decir: si soy infeliz, es porque yo lo estoy provocando. El ego es algo que creamos desde el primer día, cuando necesitamos ser importantes y tener la razón. Cuando dejamos de alimentarlo, esas cosas dejan de importar. Y luego se vuelve pacífico, pero tiene que practicar, sentirlo, transmitirlo, y solo podrá divertirse si deja de tomarse las cosas tan en serio. Si las personas piensan que todo es serio ¿dónde queda la diversión?”.
Función mitocondrial y decisiones vitales aportan alegría
A un nivel fundamental, la alegría proviene de la curiosidad y la capacidad de tomar decisiones en la vida. Pero si no disponemos de suficiente energía celular, no podemos pensar como es debido, y mucho menos nos queda energía suficiente para tomar decisiones positivas en la vida. Por ello, mejorar la producción de energía mitocondrial puede brindarle alegría.
El cerebro, que es el órgano más dependiente de la energía, solo representa el 2% del peso corporal, pero consume el 20% de la energía de todo el cuerpo. Por lo tanto, es necesario tener un excedente de energía celular para poder permitirle a su cerebro funcionar de manera óptima.
Evitar algunos errores en la alimentación como el exceso de ácido linoleico, en forma de aceites vegetales y de semillas, es fundamental para optimizar la función mitocondrial y desarrollar su plena capacidad para experimentar alegría. Factores como el estrógeno y las endotoxinas también pueden agotar la energía celular.
Sin embargo, realizar actividad física con regularidad también es una forma poderosa de mejorar la salud mitocondrial, ya que ayuda a mejorar el metabolismo energético. El ejercicio estimula la producción de mitocondrias nuevas y ayuda a las que ya existen a funcionar mejor, lo que produce más energía de forma más efectiva.
Tenga presente que, a partir de los 40 y 50 años y, sin duda, hasta los 70 y 80, el ejercicio debe ser divertido y desestresante, no debe ser competitivo. En su análisis, James O’Keefe, cardiólogo del Mid-America Heart Institute del Hospital St. Louis de Kansas City, destaca la importancia del «ejercicio social» frente al ejercicio en solitario: jugar un partido de hockey con los amigos, por ejemplo.
En 2018, O’Keefe y sus colegas publicaron un estudio que analizó datos específicos a largo plazo sobre la actividad física y la longevidad. Por ejemplo, jugar tenis podría aumentar 9.5 años la esperanza de vida; jugar bádminton 6.2; jugar futbol, 4.7; trotar, 3.2 años, mientras que hacer actividades como levantar pesas y correr en caminadora, solo 1.5 años.
Al principio, O’Keefe pensó que había hecho mal el análisis. Pero, luego descubrió que eran los aspectos sociales de los deportes los que proporcionaban los beneficios adicionales. «Hacer ejercicio mientras crea conexiones sociales produce muchos beneficios en la longevidad. Eso significa que incluso caminar con su perro o su amigo o [jugar] pickleball hace una gran diferencia… Todo implica mantener su cuerpo en movimiento para jugar y divertirse, y hacerlo con otras personas».
Alegría y salud van de la mano
Esta combinación de actividad física social y divertida es evidente en “The Fit Generation”. Además, el concepto de “vorfreude” o alegría anticipatoria, también mejora la felicidad y el bienestar de forma significativa, ya que le permite saborear la anticipación de placeres futuros. Este es un concepto que también parecen adoptar las personas que aparecen en la película, ya que participan en actividades que disfrutan y esperan con ansias todos los días.
La alegría y la salud comparten una conexión profunda e intrincada, y los protagonistas de la película gozan de ambas. No se preocupan por las dificultades o las pérdidas, sino que eligen centrarse en las cosas buenas que les rodean. Esta capacidad de reconocer y alterar los patrones de pensamiento negativos es otra clave para fomentar una mentalidad más alegre. En lugar de pensar en las catástrofes y centrarse en lo negativo, cambie de perspectiva para apreciar las pequeñas alegrías y las oportunidades sociales. En última instancia, como dijo Ava Stone, usted puede construir la vida que desea, y nunca es demasiado tarde para empezar de cero.
“Si las personas han alcanzado una edad avanzada y se sienten solas, hay muchas cosas que pueden hacer. Puede empezar por hablar con un amigo, un vecino y preguntarle qué hace, a dónde va, dónde está el centro comunitario más cercano, cuál es el programa. Tiene que ser un hábito como cepillarse los dientes u otras cosas que realiza de manera habitual, y después de un tiempo, empezará a disfrutarlo. La alegría no viene del mundo, pero usted puede crear la alegría en él”.
