5 recomendaciones para combatir la ecoansiedad

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Ciudad de México, 21 de octubre de 2022.- Con motivo del Día Internacional Contra el Cambio Climático, próximo a conmemorarse el 24 de octubre, Vida Circular se suma a esta importante fecha para hacer consciencia no solo de las consecuencias del cambio climático, sino también de las repercusiones que tiene el impacto mediático del deterioro ambiental sobre la salud mental de los habitantes del planeta.

Dentro de una atmósfera informativa, donde constantemente circula información acerca de la incesante generación de residuos, deforestación y emisiones de CO2, se ha replicado un fenómeno de ansiedad generalizada respecto a las consecuencias que el cambio climático podría tener a corto y largo plazo sobre nuestras vidas.

La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) ya ha conceptualizado el asunto del temor crónico hacia el cataclismo ambiental y el estrés causado por observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, denominando a esta serie de preocupaciones como “ecoansiedad”.

Padecer ecoansiedad implica el desarrollo de sentimientos de aprensión sobre amenazas anticipadas sobre el cambio climático y dolor en relación con la pérdida ecológica, propiciando de manera potencial otros trastornos de la salud mental como la depresión, estrés, exacerbación de síntomas psicóticos e, incluso, la ideación suicida.

En este marco conmemorativo, Vida Circular, iniciativa de educación e información sobre temas de Economía Circular del Plástico y cuidado del medio ambiente, te brinda 5 recomendaciones para combatir la ecoansiedad:

1. Consume contenido informativo enfocado a soluciones ante hallazgos negativos. A la hora de buscar aproximaciones teóricas acerca de los efectos del cambio climático, asegúrate de seleccionar titulares donde el enfoque no sea negativo y donde se aborde el tema de manera equilibrada, destacando información que contrarreste el factor negativo presentado.
2. Noticias o artículos desalentadores. Después de leer una noticia o artículo desalentador, busca información sobre las acciones que ya se están tomando para contrarrestar el problema. Ante la aparición de hallazgos negativos, muchas asociaciones civiles y gubernamentales reaccionan de manera inmediata, difundiendo información acerca de las soluciones que ya se están tomando al respecto del problema. Toma en cuenta estos ejemplos para mantenerte más informado ante temas ambientales y empezar a realizar acciones en beneficio del planeta.
3. Consulta a expertos. Muchas veces, la información en torno al cambio climático y el deterioro ambiental se encuentra sesgada por los intereses de quien la emite. Para desarrollar un pensamiento crítico al respecto lo más recomendable es buscar a la fuente de información y aproximarnos a las investigaciones y compromisos que contrarresten la carencia de optimismo en las notas. Algunos organismos que son referencia en la materia y que te servirán como fuentes fiables de información son: Organización de las Naciones Unidas (ONU), Intergovernmental Panel on Climate Change (Ipcc) y Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), entre otros.
4. Mantente crítico. A la hora de consumir información relacionada con el cambio climático evalúa la veracidad y viabilidad de los datos, comparando, por medio de la búsqueda, con información emitida por otros organismos con reconocimiento.
5. Actúa. Sé consciente del impacto de nuestras propias acciones y toma responsabilidad de ellas. Conocer los beneficios que traerá al planeta nuestra acción individual y pensar en ella, en conjunto con la de otros individuos y organismos empresariales y gubernamentales, podría propiciar una mentalidad más positiva al respecto del cambio climático y el deterioro ambiental.

Desde Vida Circular enfatizamos en que nuestras acciones, por muy pequeñas que parezcan, contribuirán al cuidado del medio ambiente y a la conservación de las especies. Asimismo, promovemos la difusión de información de fuentes series, comprometidas y confiables que sumen en nuestras acciones del día a día, para que en conjunto con amigos, familia, empresas y gobierno generemos grandes cambios.

Olas urbanas de calor provocarían que enfermedades sean más transmisibles
Cuando se habla del impacto del cambio climático en la salud de los seres humanos imaginamos grandes tormentas, sequías extremas, aumento en el nivel del mar, migraciones, etc., pero pocas veces lo relacionamos con la generación y transmisión de enfermedades infecciosas.

“Los impactos no son pocos, ya que más del 58% de las enfermedades patógenas que afectan a los humanos pueden verse exacerbadas por el cambio climático”.

Las conclusiones del estudio publicado en la revista Nature Climate Change. De las 375 enfermedades infecciosas que afectan a las personas, 218 (58%) se ven agravadas por la crisis climática.

“El cambio climático es una amenaza sin precedentes para la civilización humana tal como la conocemos. La gran cantidad de padecimientos que son sensibles al cambio climático y sus numerosas vías de transmisión representan una tarea insuperable para el control de enfermedades en ausencia de una mitigación agresiva de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)”, advierte el análisis.

Algo más que solo un calentamiento
La pandemia de la Covid-19 es un claro ejemplo de cómo la intervención humana en zonas que no le corresponden pone en riesgo su supervivencia. Esta es una de las conclusiones del trabajo dirigido por el académico Camilo Mora, del Departamento de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Hawái, basado en datos de la Red Global de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología (Gideon), y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.

Por lo anterior señalan que se presenta “una estimación conservadora para enfermedades agravadas por amenazas climáticas, ya que nuestros hallazgos se limitan a lo que se ha documentado previamente”. Es decir, hay enfermedades “extrañas” en áreas rurales o empobrecidas o indígenas que no están certificadas.

Sí incrementan las amenazas
Riesgos y peligros como las inundaciones propagan la hepatitis. Las olas de calor extienden la vida de los mosquitos portadores de la malaria. Las sequías atraen roedores infectados con hantavirus en busca de alimentos.

La actividad de los seres humanos sobre el planeta está cambiando las zonas de distribución de los animales y organismos que pueden actuar como vectores de enfermedades patógenas peligrosas.

Cambio climático amenaza con aparición de nuevos virus
Los peligros relacionados con el clima han dado lugar a condiciones ambientales que aumentan los riesgos para que los patógenos interactúen con los vectores. Estas condiciones alteran la capacidad del cuerpo humano para hacer frente a los patógenos de dos maneras. Pueden obligar a las personas a vivir en condiciones peligrosas (hacinamiento) y reducir la capacidad del cuerpo para luchar contra los patógenos (mal nutrición).

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