El virus Zika, causante de la enfermedad que lleva su nombre, llegó a México en julio de 2014 directamente de Brasil, revela un estudio filogenético realizado por científicos de siete países, incluyendo investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss).

Desde hace un año, el equipo de Carlos Arias Ortiz, especialista del IBt, en Cuernavaca, Morelos, comenzó a colaborar con científicos del Imss y de la Universidad de California para determinar la secuencia del genoma del virus Zika que circula en nuestro país e indagar cuál fue su ruta de dispersión.

Los resultados de cuatro diferentes cepas del virus, explicó Arias, fueron incorporados en un estudio internacional publicado este año en la revista Nature, llamado “Establecimiento y transmisión críptica del virus Zika en Brasil y América” (Establishment and cryptic transmission of Zika virus in Brasil and the Americas, doi:10.1038/nature22401).

Aunque para el estudio se utilizaron datos de cuatro cepas, el equipo de científicos del IBt ya cuenta con unas 40 cepas aisladas en México de las que se han secuenciado sus genomas y cuya información será incluida en un artículo científico que próximamente será enviado a publicación a alguna revista científica.

El trabajo publicado ya en Nature confirmó que el Zika llegó de Oceanía al noreste de Brasil. Lo que llamó la atención de los especialistas es que en vez de irse dispersando gradualmente por el Continente (Americano), llegó a otros países de Sudamérica, como Colombia y Argentina, al igual que a México, Centroamérica y el Caribe, directamente de Brasil.

En México, recordó el investigador de la UNAM –institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico-, se reportó el primer caso importado en noviembre de 2015, que fue el de un hombre colombiano que contrajo el virus en otro sitio. El primer caso autóctono (de contagio directo en el país) fue registrado hasta enero de 2016.

“Sin embargo, a través del análisis filogenético (del origen y evolución de los organismos) pudimos concluir que el virus llegó a nuestro país en julio de 2014, es decir, año y medio antes, esto es, pocos meses después de que llegó a Brasil.

Cuando nosotros estábamos preocupados por el Chikungunya, en realidad ya teníamos también al Zika en México”, precisó el ganador del Premio Nacional de Ciencias 2014, en el área de ciencias físico-matemáticas y naturales.

Arias Ortiz añadió que, además de conocer el origen y comportamiento de la epidemia, el trabajo es relevante porque muestra por qué la vigilancia epidemiológica es tan importante y la necesidad de estar atento a los casos médicos que pudieran tener una sintomatología diferente, o bien, cambiar la tendencia observada cada año para las enfermedades conocidas.

“Esto, lo que nos permite es poner una línea de referencia para ver cuál es la incidencia de casos, ya sea de microcefalia u otros problemas neurológicos en infantes o del síndrome de Guillain-Barré, antes de que llegara el virus, que sería con datos del 2013 o antes”, explicó el investigador.

Aclaró que en la gran mayoría de los países, excepto Brasil, se han registrado pocos casos de microcefalia, pero la razón de esto sigue siendo en buena parte un misterio.

Una de las teorías, reflexionó, es que en el caso de Brasil hay otros factores que se sumaron a la infección. Por ejemplo, la genética de la población, infecciones previas con otros agentes y factores ambientales principalmente, por lo que descifrar este misterio es otro de los grandes objetivos de científicos en todo el mundo que estudian este virus.

El virus Zika es transmitido por mosquitos del género Aedes y provoca síntomas como fiebre no muy elevada, exantema (erupción en la piel de color rojizo), conjuntivitis, dolor muscular y articular, malestar o cefalea (dolor de cabeza), que suele durar entre 2 y 7 días.

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