Lo que sus olores corporales pueden revelar sobre su estado de salud

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Dr. Mercola

Estados Unidos, 16 de agosto de 2024.- Muchos síntomas de enfermedad son muy obvios. Si nota un cambio repentino en su cuerpo, como erupciones u otras marcas en la piel, o fluctuaciones rápidas en el peso, es necesario acudir al médico para que le dé un diagnóstico adecuado.

Pero ¿sabía que en algunos casos también se puede oler la enfermedad? Su sentido del olfato es fundamental para su bienestar y tiene un vínculo estrecho con su capacidad para detectar los sabores, las emociones, los recuerdos e incluso su atracción sexual. Por increíble que parezca, también puede ser esencial para determinar si se trata de un problema de salud, ya que algunas enfermedades se pueden «detectar».

Enfermedades tienen diferentes olores
Un artículo publicado en el portal The Conversation explora la conexión entre los olores que emite su cuerpo y su estado de salud. Aoife Morrin, profesora asociada de la Universidad de la Ciudad de Dublín, afirmó lo siguiente: «Nuestro cuerpo libera cientos de sustancias químicas por segundo. Estas sustancias químicas se liberan al aire porque tienen altas presiones de vapor, lo que significa que se hierven y se convierten en gases a temperatura ambiente».

Estas sustancias gaseosas se denominan productos orgánicos volátiles (VOC). En 1971, Linus Pauling, quien recibió el Premio Nobel de Química, identificó 250 diferentes VOC en el aliento de una persona. Desde entonces, los científicos han descubierto una cantidad sin precedentes de estos VOC. El artículo argumenta que algunos VOC tienen olores diferentes, pero otros no. No obstante, sin importar si emiten o no un olor que pueda ser captado por la nariz humana, es posible que pueden dar información sobre su estado de salud actual.

Médicos antiguos utilizaban el olor corporal para diagnosticar a sus pacientes
Dentro de los conductos nasales hay dos zonas de células cuyo objetivo es detectar olores. Están formadas por cerca de 6 millones de células receptoras olfativas que permiten detectar y diferenciar muchos olores diferentes y, al parecer, estos incluyen olores provocados por ciertas enfermedades.

Por curioso que parezca, el uso del olor de una persona para diagnosticar ciertos problemas de salud se remonta a tiempos antiguos. Hace muchos siglos, los médicos aún no tenían acceso a equipos médicos sofisticados ni a pruebas de detección, por lo que tenían que confiar en las pocas herramientas que tenían, y una de ellas era su increíble sentido del olfato.

De acuerdo con el artículo, los médicos antiguos podían oler el aliento de un paciente y determinar si tenía insuficiencia hepática. Un olor afrutado era una pista de diabetes y se cree que ocurre porque el azúcar no se digiere bien en el intestino. Incluso, hoy en día, los expertos coinciden en que las enfermedades tienen olores. Los investigadores han identificado varios olores relacionados con enfermedades. Por ejemplo, una persona con fiebre tifoidea puede emitir un olor similar al del pan horneado, mientras que una persona con fiebre amarilla podría oler a carne cruda. Si no puede metabolizar el aminoácido metionina, su cuerpo puede liberar un olor similar a repollo hervido.

¿Cómo se originan los VOC?
El olor que sale de su cuerpo proviene de muchas áreas, no solo del sudor o el aliento. Aoife menciona esto en el artículo, al decir que los VOC también se emiten a través de la orina y las heces. En la piel, los VOC son parte del proceso de eliminación de desechos. Se liberan por medio de millones de glándulas en la piel que eliminan los desechos metabólicos del interior del cuerpo, así como las bacterias y otros microbios que prosperan en la piel.

De acuerdo con Aoife: «La sudoración produce nutrientes adicionales que estas bacterias pueden metabolizar, lo que puede generar VOC muy olorosos. Sin embargo, el olor del sudor sólo constituye una fracción de los olores de los VOC. En el laboratorio de mi equipo, estamos investigando si las firmas de VOC de la piel pueden revelar diferentes atributos de la persona a la que pertenece. Estas señales en las firmas de VOC de la piel quizá son la forma en que los perros distinguen a las personas por medio el olor».

Agregó que si bien su investigación aún está en las primeras etapas, ya han hecho algunos descubrimientos interesantes, como poder distinguir entre los olores de los hombres y las mujeres según la acidez de los VOC de la piel. «Utilizamos espectrometría de masas para ver esto, ya que la nariz humana promedio no tiene la capacidad de detectar estos VOC». Los investigadores son optimistas sobre estas tecnologías y creen que algún día, con el simple hecho de respirar en un dispositivo será suficiente para diagnosticar una enfermedad.

Axilas malolientes pueden indicar desequilibrio en su microbioma
Los VOC microbianos son un ejemplo notable de cómo los microbios de su cuerpo desempeñan un papel intrínseco en su salud. Si tiene problemas con el mal olor corporal, estos microbios también son fundamentales.

La mayoría de las personas piensan que el sudor es responsable del mal olor, pero este no es el caso; de hecho, el sudor no tiene olor. Más bien, el mal olor corporal se desarrolla cuando hay un cambio en el microbioma de las axilas. Por irónico que parezca, el uso de productos antitranspirantes y desodorantes puede afectar la densidad y variación bacteriana en las axilas: esto es lo que causa el mal olor.

En un estudio de 2016, publicado en la revista PeerJ, los investigadores estudiaron el impacto de los desodorantes y antitranspirantes en el microbioma de la piel humana. Descubrieron que cuando las personas que usan desodorantes y antitranspirantes de repente dejan de usarlos, el número de bacterias en sus axilas incrementa, casi al mismo número de bacterias de las personas que no usan estos productos.

Sin embargo, cuando volvieron a utilizar estos productos, la cantidad de bacterias disminuyó con creces. Los investigadores afirmaron lo siguiente: «Nuestro trabajo es una evidencia de que el uso de antitranspirantes altera las comunidades bacterianas de las axilas, lo que las hace más ricas en especies. Dado que los antitranspirantes comenzaron a usarse en el siglo pasado, suponemos que las especies de bacterias que benefician no son las bacterias que han sido comunes en las axilas humanas».

Antitranspirantes pueden empeorar el olor de las axilas
Su sudor huele porque las bacterias que viven en las axilas convierten los lípidos y aminoácidos del sudor en sustancias que tienen un olor característico. Para resolver este problema, los antitranspirantes utilizan agentes antimicrobianos para matar las bacterias. También contienen aluminio, que actúa como un tapón en los conductos sudoríparos que eliminan la sudoración.

Sin embargo, aunque bloquean el mal olor de manera temporal, los efectos a largo plazo no son favorables. Un estudio anterior publicado en la revista Archives of Dermatological Research, encontró que las sales en estos productos no solo pueden alterar la diversidad bacteriana en las axilas, sino también introducir tipos de bacterias que hacen que el olor sea mucho más pronunciado. Si bien los antitranspirantes eliminan bacterias como Firmicutes y Staphylococcus, el olor que producen es más suave. Al mismo tiempo, permiten que las poblaciones de Actinobacteria prosperen, lo que puede provocar que se desarrolle un olor más desagradable.

Según los investigadores: «Cuando se aplicó antitranspirantes, incremento la diversidad del microbioma. El uso de antitranspirantes provocó un aumento de Actinobacteria, lo que representa una situación desfavorable con respecto al desarrollo del olor corporal. Estos resultados iniciales demuestran que los productos para las axilas modifican la comunidad microbiana y pueden activar las bacterias productoras de olor».

Cuando los participantes del estudio limitaron el uso de antitranspirantes, bajo enormemente la concentración de Actinobacterias en sus axilas. Esto significa que es posible que dejarlo por completo pueda disminuir el olor penetrante o que desaparezca por completo.

¿Realmente los desodorantes naturales son una mejor alternativa?
Otro inconveniente de utilizar productos de cuidado personal, como desodorantes y antitranspirantes, es que contiene mucho aluminio, parabenos, ftalatos y fragancias artificiales que no solo aumentan su carga tóxica, sino que también dañan su salud. Según los estudios, las sales de aluminio utilizadas en antitranspirantes, por ejemplo, pueden provocar quistes mamarios y el desarrollo de cáncer de mama en las mujeres.

Por lo tanto, se podría decir que limitar por completo el uso de productos para las axilas con químicos, ya sean desodorantes o antitranspirantes, es la mejor opción. Cambiar a desodorantes naturales que no contengan ingredientes químicos podría ser una alternativa viable. También existen alternativas caseras. Un remedio sencillo es hacer una pasta con una pizca de bicarbonato de sodio y agua para aplicarla en el área de las axilas. Sin embargo, aunque esta es una solución muy básica que puede ayudar a controlar el olor, alterará el microbioma natural, que es lo que causa el olor en primer lugar.

Clave para no tener mal olor es normalizar el microbioma de las axilas
Le recomiendo que se lave las axilas con agua y un jabón suave, y no aplicar nada más. Eso es todo, ¡Así de simple! Abstenerse de usar productos para las axilas ayudará a restablecer el equilibrio de microbios buenos en las axilas. Aunque parezca irónico, esta es la clave para evitar el mal olor. Una vez que normalice el microbioma de sus axilas, su sudor no tendrá olor.

Sin embargo, si implementa este enfoque y aún tiene olor, podría significar que su cuerpo está eliminando toxinas e impurezas. Según los investigadores, la sudoración es una forma segura y eficaz de eliminar toxinas como el arsénico, el cadmio, el plomo y el mercurio. Sin embargo, el olor persistente será temporal y, una vez que aborde y elimine las sustancias tóxicas, el sudor no tendrá olor.

Su sentido del olfato también podría predecir su estado de salud
Hay una relación muy estrecha entre su sentido del olfato y su salud general. Así como otros pueden identificar detalles de su salud por medio de su olor, su propio sentido del olfato, y si funciona bien o no, también puede ser un indicador de su longevidad.

En un estudio de 2023, publicado en el Alzheimer’s and Dementia Journal, los investigadores descubrieron que perder el sentido del olfato podría ser un indicador de la enfermedad de Alzheimer. Esto no es nada extraño, ya que el nervio olfativo está ubicado en lo profundo de la base del cerebro. Cuando tiene problemas con el olfato, es posible que sea una indicación de una mayor probabilidad de desarrollar trastornos neurológicos, como enfermedad de Alzheimer o Parkinson.

Mientras tanto, un estudio de 2024, publicado en el diario de la Asociación Americana del Corazón, encontró un vínculo entre la mala función olfativa en las personas mayores y un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC): «En los adultos mayores, el mal olfato puede estar relacionado con la salud cardiovascular, ya sea como un marcador subclínico o un factor de riesgo potencial. A medida que progresa y desarrolla la remodelación vascular, el pobre suministro de sangre puede perjudicar la salud del epitelio nasal y las estructuras en la vía olfatoria, lo que afectaría el funcionamiento olfativo normal.

La evidencia preliminar apoya ese punto de vista y sugiere que el grosor de la íntima-media carotidea y las placas arteriales, que son dos marcadores subclínicos de la aterosclerosis, tuvieron relación con el deterioro olfativo en adultos mayores».

¿Qué puede hacer si pierde el sentido del olfato?
La anosmia, o pérdida del sentido del olfato, puede ser una verdadera preocupación. Además de las enfermedades neurológicas crónicas, ciertos factores desencadenantes, como infecciones virales y pólipos nasales, también pueden provocar eso. Durante la pandemia de Covid-19, la anosmia, junto con la pérdida del sentido del gusto, fueron indicadores comunes de esta infección.

En muchas personas, la pérdida del sentido del olfato puede provocar angustia psicológica, que incluye sentimientos de aislamiento y problemas en las relaciones y el funcionamiento cotidiano. El tratamiento de la anosmia implica identificar la causa subyacente y abordarla. Por ejemplo, si la causa es un resfriado o una gripe, tratar la infección viral le ayudará a recuperar el sentido del olfato.

En algunos casos, sin embargo, puede intentar reentrenar el cerebro para que vuelva a recuperar el sentido del olfato. El entrenamiento del olfato utiliza una vía neuronal, como la que utilizan las células nerviosas olfativas, que la refuerza y fortalece.

Tener un mal sentido del olfato también es una señal de deficiencia de nutrientes, como deficiencia de vitamina D y de zinc. Asegúrese de analizar y optimizar sus niveles de vitamina D. Salir al sol durante o cerca del mediodía solar es la mejor manera de optimizar sus niveles. En cuanto al zinc, puede optimizar sus niveles por medio de la alimentación. Alimentos como los ostiones, el kéfir, el yogur, la leche y el queso de leche de vacas alimentadas con pastura, la carne de res de animales alimentados con pastura, las espinacas y los hongos son fuentes fenomenales.

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