“Fruto de la mayoritaria opinión antivacuista clásica, y como colofón de ese rechazo, la Edad Media entroniza el llamado principio del horror vacui…El principio del horror vacui es una herencia inevitable para el pensamiento renacentista y para la revolución científica.”[1] Así, aceptamos tajantemente la afirmación de que: “La Naturaleza aborrece el vacío”, frase acuñada a partir del pensamiento de Aristóteles en su trabajo ”Física”, concretamente en su libro IV . Es respuesta al tendencia antigua de: espacio/vacío igual a ser/no ser. Horror vacui: (terror al vacío/blanco), en pintura, diseño, decoración, arquitectura, barroco y rococó toma valor de: elegancia antitética a la sencillez.
Está en el habla augusta, en la información abigarrada; no es una abstracción, es una realidad firme para el creador; Imponerle al espacio dignidad y trascendencia es labor de maestros. Es conferir con peculio de luminosidad la luz natural del soporte, característica fundamental en las expresiones del barroco, del rococó; fisionomía distintiva en la decoración en el Islam y el arte bizantino, sin ignorar el decorado de las casonas británicas durante la segunda mitad del siglo XIX (”estilo victoriano”). En la denominación “ecléctico” es fundamental la saturación de elementos a fin de contrarrestar ese espacio “incomodo” para quienes la nada no es parte de la composición sino resultado para mostrar el talento.
En la cartografía antigua, el “pavor al vacío” lo llenaban las visiones “encontradas” por los viajeros en sus misiones. Aun es discutible la afirmación de que los cartógrafos rellenaran los vanos con la invención de figuras (animales reales y fantásticos, construcciones) por no mostrar su ignorancia ante la realidad de lo que representaban o para complacer con un trabajo complejo a aristócratas o encumbrados mecenas.[2]
Saturación, asfixiante, agobiante, son vocablos empleados a manera de sinonimia como parte argumentativa para degradar o minimizar el esfuerzo de realizadores bajo este principio, ejemplo de ello es la rica expresión caligráfica del medioevo.
“Sin embargo, hay otra forma de horror al vacío y es igual de problemática, más contemporánea y tiene que ver con obras artísticas que no existen, que no tienen contenido material, aunque si cuentan con una fuerte carga expresiva… una acción a la inversa…”[3]: Mark Rothko y Jackson Pollock ―en la corriente de la abstracción pictórica― confluyen, con sus dos propuestas enfrentadas, en el terror al vacío para Impactar en la moda, en la gastronomía, el diseño gráfico…
En el estudio de las artes, la mayoría de las expresiones prehispánicas no caen en este renglón, tampoco la hierática figuración egipcia… La obra de Hieronymus Bosch (“El Bosco”) y seguidores, son capítulo distante al execrable horror vacui…
[1] Vacío. Enciclopedia.herdereditorial.com Visitado el 22 de agosto del 2024.
[2] Véase “Horror vacui”: porqué los antiguos cartógrafos temían tanto dejar espacios en blanco. nationalgeoraphic.es Visitado el 22 de agosto del 2024.
[3] José Rivera Guadarrama. semanal.jornada.com.mx Visitado el 22 de agosto del 2024.