Organizaciones político-sociales e indígenas podrían obtener un meritorio triunfo al echar abajo la construcción de una Subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Línea de Alta Tensión entre Cuetzalan y Ayotoxco, Puebla, poblaciones ubicadas en la sierra norte de esta entidad federativa.

Desde el pasado fin de semana cuando la comunidad local acordó la “clausura ciudadana” de estas obras, integrantes de esas agrupaciones y habitantes de la región se turnan para mantener una vigilancia estricta y evitar que la CFE reinicie las actividades de las construcciones citadas.

“Asumiendo el cargo que nos confirieron los más de 3,000 ciudadanos que asistieron a la 4a asamblea del Pueblo Maseual, celebrada en Zacatipan el día 07 de septiembre del 2014, en la que nos mandataron coordinar las acciones que sean necesarias para defender nuestro territorio contra la imposición de los proyectos de muerte, desde el Consejo Altepetajpianij emitimos el presente comunicado para informar la clausura popular definitiva de las obras para la construcción de la subestación y la línea de alta tensión, que la CFE pretende imponer en los municipios de Cuetzalan del Progreso y Ayotoxco de Guerrero”, dio a conocer hoy el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc).

“Esta decisión la hemos asumido en la marcha que realizamos el pasado 19 de noviembre, a la que asistimos más de 1,000 personas integrantes de este Pueblo
Maseual, quienes nos concentramos, a pesar de las fuertes lluvias que ocasionó en la región el frente frio número siete. Nuestros abuelos, nos han enseñado a tomar decisiones como pueblo, a partir del diálogo y la reflexión desde nuestras conciencias. Por eso, la decisión que hemos asumido ahora para clausurar esta obra, la hemos tomado en las asambleas del Pueblo Maseual en las que analizamos la información sobre este proyecto”, agregó la organización citada.

Cuetzalan es una localidad enclavada en las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla, ubicada a 183 kilómetros de la capital estatal. Una de sus características principales es que sus calles tienen grandes y marcadas pendientes. Fue incorporada al sistema turístico de Pueblos Mágicos en el 2002. Su valor radica en el desarrollo de la vida indígena con gran número de habitantes que conservan su forma de vida, como el desarrollo de la radio indigenista para la zona o el valor antropológico del extenso mercado que se levanta los domingos. Perteneció al totonacapan, fundado en el año 200 A.C., por los totonacos lo que se demuestra en la zona arqueológica que existe en la localidad municipal de Yohualichan.

Tiene dos detalles característicos: El yolixpa, bebida tradicional que significa Medicina del Corazón, por las palabras que provienen del náhuatl: Yolo (corazón) e Ixpactic (medicina) y para cuya elaboración original se necesitan 23 hierbas aromáticas; sin embargo, hay algunas versiones que llegan a tener hasta 32 hierbas, entre las que destacan la menta, salvia, tomillo, orégano y hierbabuena; y el reconocimiento oficial del temazcal, como alternativa de salud.

El temazcal es una costumbre prehispánica de uso común en las comunidades indígenas que se aplica a mujeres después del paro para afianzarles los músculos y evitar su flacidez. Consiste en un baño de vapor que se realiza en espacios cerrados donde se calientan rocas al rojo vivo y sobre ellas se vacía agua hervida con el cocimiento de diversas plantas medicinales para que actúen sobre el organismo mediante una desintoxicación natural.

Durante años, Cuetzalan estuvo olvidado, pero, en fecha recientes, ha entrado la modernidad y todo su pasado está en etapa de borrarse, mediante la construcción de infraestructura general, en especial turística, minera y de explotación petrolera, lo que ha llevado a la defensa de esta territorio por su población.

La clausura “definitiva” de dichas obras la realizaron miembros del Consejo de Ordenamiento Territorial Integral de Cuetzalan (Cotic), quienes recordaron que hace unos días le comunicaron al alcalde su rechazo a la construcción de esas obras, pero ni la autoridad municipal, ni la empresa han respetado su decisión.

Aseguraron que las obras no tienen el objetivo de dotar de energía eléctrica a la población, sino que será usada por las empresas concesionarias de grandes extensiones de su territorio del que pretenden extraer minerales a tajo abierto e hidrocarburos usando la fractura hidráulica (fracking).

El Cotic indicó que para la instalación de los cables de la línea “Cuetzalan Entronque Teziutlán-Tajín”, la CFE usará terrenos ubicados en las inmediaciones de las comunidades de Alahuacapan, Xiloxochico, Chicueyajko, Acaxiloco y Nahuiogpan, muy cerca de viviendas y centros escolares, lo que pone en riesgo a los habitantes de la región, pues aseguraron que se ha documentado el aumento de los casos de cáncer en personas que viven cerca de las torres de alta tensión, según información del Diario Regeneración.

La CFE, recordaron, omitió presentar datos que demuestren que la obra responde a las necesidades de la población local y fue justificada únicamente con la intención de cubrir “la demanda futura de energía en la zona, mencionando al turismo y a la minería como dos sectores, que aumentarían dicha demanda”.

“Desde los Órganos Ejecutivo y Técnico del Cotic se revisó la información que la CFE presentó en su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y se concluyó que este proyecto no debió ser autorizado, según los lineamientos de uso del suelo que establece el Ordenamiento Ecológico de Cuetzalan”, reiteraron.

En julio pasado, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) aprobó la instalación de una línea de alta tensión de la CFE, denominada “Cuetzalan Entronque Teziutlán-Tajín” que atravesará por 8.32 kilómetros de Ayotoxco y 11.85 kilómetros del de Cuetzalan y llegará a una subestación que se construirá en esta cabecera municipal.

La mayor parte de las 35.99 hectáreas de los terrenos que impactará la línea de alta tensión corresponden en un 40 por ciento a vegetación secundaria de bosque mesófilo de montaña -ecosistema del que sólo queda 1 por ciento en el país-, 16.32 por ciento es selva alta perennifolia y un 27.40 por ciento son pastizales cultivados.

En la construcción, se invertirán 212 millones 96 mil 979 pesos, de los que casi 3 millones corresponden al diseño del proyecto; 67 millones a la compra de materiales; casi 138 millones para el pago de la mano de obra y 4 millones 600 mil pesos a la supervisión ambiental y mitigación de los impactos ecológicos.

Previamente, indígenas de la localidad y organizaciones nacionales e internacionales habían exigido al presidente Peña Nieto cancelar la construcción de dichas obras.

Según fuentes periodísticas, la presidenta del Cotic, Rufina Edith Villa, leyó el estudio técnico elaborado por dicha autoridad donde se describen afectaciones generadas por las líneas de alta tensión, como las que se pretenden instalar. Casos de cáncer y Alzheimer, así como pérdida de la orientación de las abejas, todo documentados con estudios universitarios.

Ofelia Aguilar, de la comunidad Los Reyes, narró su experiencia de vivir cercana a las líneas de alta tensión. Su padre murió recientemente de cáncer linfático, ella misma lo padece (lleva 15 quimioterapias) y a su madre se le detectó a tiempo.

Cuando les instalaron la infraestructura eléctrica, hace poco más de 3 décadas, nunca se les dijo de los peligros de estar expuestos a la radiación, “se siente como una vibración en la piel”, describió.

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