El Dr. japonés Yoshinori Ohsumi y los físicos norteamericanos Michael Kosterlitz, David Thouless y Duncan Haldane se alzaron con los respectivos Nobel 2016, galardones que inician el reparto anual de estos prestigiados premios.

La Academia sueca otorgó el Nobel de Medicina a Ohsumi por sus interesantes descubrimientos sobre la autofagia humana, teoría que, aunque conocida por la ciencia común y corriente, no estaba documentada ni certificada médicamente.

Según esta teoría, la autofagia controla funciones fisiológicas importantes en que los componentes celulares deber ser degradados y reciclados.

Según el Instituto Karolinska se premió a Ohsumi por sus «brillantes experimentos» en la década de 1990 sobre la autofagia, proceso que significa literalmente «autocomerse» y describe cómo las células devoran su contenido para proveer componentes básicos para su renovación.

Se han relacionado las alteraciones de la autofagia con varias enfermedades, como Parkinson, diabetes y cáncer, señaló el instituto. «Ahora se realizan investigaciones para crear drogas que apunten a la autofagia en diversas enfermedades», dijo el Karolinska en su comunicado, de acuerdo a informaciones internacionales.

El Instituto Karolinska afirmó que están en auge las investigaciones para crear drogas que apunten a la autofagia en el tratamiento de los problemas celulares que forman parte de muchas enfermedades.

Mientras que Kosterlitz, Thouless y Haldane demostraron que, contrario a lo que se esperaba, materiales de dos dimensiones podían conducir electricidad sin perder resistencia alguna, propiedad se llama superconductividad.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el mundo tridimensional: nos podemos mover a la izquierda o a la derecha, hacia arriba o hacia abajo, hacia adelante o hacia atrás, pero ¿qué le ocurriría a la materia si el mundo fuera en dos dimensiones?, expuso ShareAmerica en sus comentarios sobre los galardonados.

Agregó que, según los conocimientos convencionales probablemente nada demasiado interesante, pero Kosterlitz, de la Universidad de Brown en Rhode Island; Thouless, de la Universidad de Washington, y Haldane, de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey probaron que todos estaban equivocados. Encontraron y explicaron propiedades extrañas de materiales exóticos, tan finos que se consideraban de una o dos dimensiones.

Su utilidad se dará en los nuevos sistema informáticos que revolucionan el mundo actual en todos los órdenes de la vida.

El resto de los Nobel continuará en los siguientes días hasta cerrar su ciclo anual con los siempre discutidos premios sobre literatura y paz.

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