Investigador belga: La ciencia no debe apoyar la opresión

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Washington, D. C., 26 de octubre de 2021.- Yves Moreau considera que los avances científicos nunca deben ser creados sobre los oprimidos.

Profesor y bioinformático en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, Moreau insta a otros científicos a no publicar estudios basados en ADN tomado sin consentimiento de los uigures en Xinjiang, donde la República Popular China (RPC) oprime a los uigures y a miembros de otros grupos étnicos minoritarios predominantemente musulmanes.

La RPC ha detenido a más de un millón de uigures y de otras minorías étnicas en campos de internamiento y convertido Xinjiang en un estado vigilado. Las autoridades de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang también recolectan muestras de ADN, huellas digitales, escáneres del iris ocular y tipos de sangre de miembros de grupos minoritarios como parte de un programa de salud pública, según un informe del año 2017 del grupo Human Rights Watch (HRW).

HRW dice que no está claro si los participantes del programa son informados sobre la intención de las autoridades para recolectar, almacenar o utilizar datos sensibles del ADN, pero argumenta que una verdadera opción no parece ser parte del programa.

Estos datos biológicos son parte de la vigilancia masiva de la RPC en Xinjiang, un sistema que incluye cámaras equipadas con tecnología para el reconocimiento facial que ha convertido a la región en una prisión al aire libre. Moreau afirma que los datos también sirven para la investigación, con frecuencia realizada en asociación con funcionarios locales de seguridad pública, e insta a las revistas de Occidente a rehusar cualquier estudio publicado basado en datos de los uigures.

“Nosotros no debemos estar haciendo esta clase de investigaciones”, dijo Moreau a Radio Free Asia (RFA) en una entrevista realizada el 10 de agosto.

En su informe de 2017, HRW dijo que tomar sangre sin consentimiento “puede violar la privacidad y la dignidad individual y el derecho a la integridad corporal”, a la vez que favorece la vigilancia por parte de la RPC.

Recientemente, dos prominentes revistas científicas rehusaron dos estudios basados en datos de uigures, citando su preocupación por “procedimientos en cuanto a la ética y el consentimiento”, según reveló el diario The New York Times, el 9 de septiembre. Los estudios nombraban al jefe científico forense del Ministerio de Seguridad Pública de China como coautor.

El Departamento de Estado de Estados Unidos y el Parlamento Federal de Bélgica calificaron como genocidio la represión de los uigures en Xinjiang. Estados Unidos, junto a Canadá, el Reino Unido y la Unión Europea sancionaron a altos funcionarios de la RPC en Xinjiang por violaciones a los derechos humanos e hicieron una llamado a que se ponga fin al abuso de las minorías étnicas y religiosas por parte de la RPC.

Estados Unidos y la UE también están tomando medidas para asegurarse de que las futuras tecnologías refuercen los valores democráticos comunes. El Consejo de Tecnología entre Estados Unidos y la Unión Europea, que celebró su primera reunión ministerial en Pittsburg el 29 de septiembre, pretende asegurar que la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes ayuden a enfrentar los desafíos modernos, desde la pandemia de Covid-19 a la crisis climática, sin facilitar el abuso autoritario.

Moreau argumenta que los estudios científicos basados en datos tomados de los uigures y realizados por funcionarios de seguridad de la RPC violan los principios de la ética en la investigación codificados tras la Segunda Guerra Mundial. El Código de Nuremberg de 1947, llamado así por el juicio a los médicos nazis que realizaron experimentos con seres humanos, requiere el consentimiento voluntario de todos los humanos que sean sujetos a experimentos y que tales experimentos sean beneficiosos para la sociedad.

En una revisión de más de 500 estudios publicados entre 2011 y 2018 basados en datos de personas en China, Moreau halló que los uigures eran los sujetos con más posibilidad de ser estudiados en comparación con los chinos de la etnia han, y que en casi la mitad de los estudios los coautores eran funcionarios de seguridad o judiciales de la RPC.

La idea del consentimiento voluntario “no tiene sentido cuando se habla de este tipo de estudios con los grupos más vulnerables”, dijo Moreau a RFA, señalando la investigación a cargo de funcionarios de la seguridad estatal de la RPC. “Esa investigación está en realidad fabricando la infraestructura de bases de datos de ADN” para apoyar la vigilancia por parte de la RPC.

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