«Sembrando Vida», más electorero que forestal

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Ciudad de México, 27 de julio de 2020.- En entrevista con este reportero, vía telefónica desde Salvatierra, Guanajuato (centro del país), Rafael García del Horno, secretario de Finanzas de la Fundación Mejoremos al Campo, A.C. (Fumecam), aseveró que la falta de planeación, nulo compromiso de autoridades y coordinadores, incumplimiento de proveedores de plantas de vivero, entre ellos, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aunado a un profesionalismo equivocado, son la muestra del «fracaso perfecto» de un esfuerzo en el que, el gobierno federal «casi con los ojos cerrados», ha canalizado, en dos años de ejercicio, más de 43 mil millones de pesos, prácticamente tirados a la basura.

García del Horno dijo que este programa forestal, calificado oficialmente como «único en el mundo con propósitos de reforestación de un millón de hectáreas», ha fracasado rotundamente. Además, evidenció que estos recursos fiscales no los ejercen juntas las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que, debería ser así.

Incongruentemente, criticó que Sembrando Vida esté asignado a la responsabilidad de la Secretaría de Bienestar con un subsidio federal de 6 mil pesos mensuales para cada uno de los “sembradores” y que, entrega directamente esta dependencia. “No quisiera pensar que pueda ser con motivos electorales”, adujo.

Al reconstruir la información generada públicamente por el Consejo Nacional de Evaluación de Programas Sociales del Gobierno Federal (Coneval) dijo que los conceptos generales no marcan pautas para aplicar procedimientos, evaluar metas y objetivos ni por regiones ni por localidades.

Indicó que el Coneval señala claramente que, de forma errónea, se distribuyeron recursos fiscales sin una normatividad y por adelantado, sin supervisión ni control.

Además, sostiene que el desarrollo de este programa contiene en alto grado duplicidad de funciones pues la Comisión Nacional Forestal (Conafor) opera un programa de reforestación, igual que la Sedena, Semarnat, gobiernos de los estados y muchas organizaciones privadas.

Enfatizó que con Sembrando Vida, se da una falta absoluta de esquemas de capacitación con ausencia de asistencia técnica sistematizada, desde la selección de zonas a reforestar, de variedades de especies maderables, de frutales y de ornato.

“Normalmente, cuando se siembra un árbol o mil o un millón, es necesario cuidarlos, proveerles agua en tanto «pegan», limpiarlos de plagas y enfermedades, fertilizar y cuidarlos en general. Cuando entran en proceso productivo, alistarse a actividades de cosecha en tiempo y buscar mercados o agroindustrias propias”, expuso.

Entonces, preguntó: ¿Quiénes son los «sembradores de vida»?, ¿Son los dueños de las parcelas reforestadas? ¿Son empleados contratados? ¿Son hijos o familiares de los propietarios? ¿Son ejidatarios o propietarios privados?

Desde su punto de vista, García del Horno opinó que no se sabe quiénes son los verdaderos beneficiarios de un programa que cuesta miles de millones de pesos a los contribuyentes.

Pero la realidad es que, Sembrando Vida, otro programa social insignia del presidente López Obrador, es todo un fracaso, a pesar de que prefirió darle más importancia en lugar de “Pensión para Adultos Mayores” y “Becas “Benito Juárez”.

¿Programa partidista y electorero?
Es importante señalar que la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Querétaro ha solicitado de forma directa a López Obrador la inclusión de la entidad al programa “Sembrando Vida”, sin embargo, no han tenido respuesta.

Jesús Ramírez Hernández, líder de la CNC en la entidad, dijo que hay incoherencia en este programa ya que, por ejemplo, en Oaxaca, sólo aparecen siete beneficiarios y surjan apoyos para la alcaldía de Milpa Alta de las Ciudad de México, cuando ni siquiera estaba inscrita en el programa en 2019.

Además, reclamó que hay más irregularidades, pues, de acuerdo con investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (Uach), no tiene la capacidad para producir la cantidad de árboles que la 4T propone, ya que la Conafor produce 160 millones de plantas al año y el gobierno federal prometió 575 millones de árboles.
Asimismo, Ramírez Hernández reprobó la incongruencia del gobierno morenista pues ante la emergencia sanitaria que vive el país por el Covid-19, sólo haya destinado 10 mil millones de pesos para su atención; mientras que, en el 2019, Sembrando Vida utilizó 15 mil millones de pesos.

Gabriela Cisneros Ruiz, presidenta del Comité Directivo priista en Baja California Sur (BCS), ha hecho público, también su cuestionamiento al programa Sembrando Vida, que, dijo, no tiene resultados positivos.

En rueda de prensa virtual, Cisneros Ruiz reprobó al gobierno de López Obrador, pues criticó que prefiere regalar dinero en programas sin estructura y poco transparentes pues no solo los datos demuestran el fracaso del programa. Dijo que este programa triplicó el recurso y el cual opera con opacidad.

“Es cínico que el gobierno federal sostenga que Sembrando Vida es un programa extraordinario, cuando la propia secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González, admitió la falta de resultados, siendo un programa lleno de irregularidades al no tener público un padrón completo de beneficiarios”, afirmó.

Cisneros Ruiz lamentó que es evidente que el gobierno que encabeza López Obrador prefiere regalar dinero a programas sin estructura y cosechar votos, en lugar de darle prioridad a la vida y la salud de los mexicanos e invertir en apoyos reales para los más afectados por la contingencia ocasionada por el virus de Covid-19.

Los propios ejidatarios y comuneros también dicen que hay inconsistencias en el citado programa pues, además de estar inmiscuido en polémica sobre su efectividad y uso de recursos, como bien lo señala el Coneval, se observa que no cuenta con un calendario de distribución y entrega de plantas que coincida con los ciclos agrícolas para evitar su muerte.

Además de que no logró la meta planteada, ya que, de sembrar 575 millones de árboles y plantas, sólo se logró 80 millones, de los cuales sólo la mitad sobrevivió en 2019, lo que representó solo el 13 por ciento de sus objetivos. Realidad que la misma Albores González reconoció públicamente.

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible ha señalado en varios medios informativos que, en la puesta en marcha de los programas, desde 2019, hay controversia sobre Sembrando Vida, catalogado por el gobierno federal como una estrategia de reforestación nacional y que sólo atiende un millón de hectáreas, mientras en el país hay 94.5 millones hectáreas de tipo forestal, entre bosques, selvas y otro tipo de vegetación.

Este Consejo señala en un análisis que, este programa tiene un presupuesto de 26 mil millones de pesos anuales para establecer sistemas agroforestales en un millón de hectáreas, mientras la Conafor recibe 2 mil 500 millones de pesos para atender decenas de millones de hectáreas.

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