Granja deshidratadora incorpora valor agregado a alimentos

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En México se desperdician cada año 88 millones de toneladas de alimentos, de acuerdo con datos del estudio del Grupo Técnico de la Cruzada Nacional contra el Hambre, difundido por el Senado de la República en mayo de 2016. Gran parte de los alimentos que se desperdician son productos agrícolas frescos que no llegan a la vista del consumidor. En la actualidad, existe tecnología de concentración solar que puede deshidratar muchos de esos alimentos y encontrarles nuevos consumidores.

En la Ciudad de México, en octubre de 2016 comenzó a operar, en el pueblo de Santa Cruz Acalpixca, Delegación Xochimilco, la primera Granja Deshidratadora Solar, con capacidad de procesar hasta 5 toneladas de alimento fresco por semana. Dependiendo del producto que se desea deshidratar el peso final, después de retirarle el agua con energía solar controlada, puede ser de entre 1 y 2 toneladas.

La tecnología base del proyecto es un deshidratador solar. El primer modelo se construyó hace 12 años y trabaja en base a la transferencia de calor.

En la actualidad, la granja, que es propiedad de la cooperativa Labizet, cuenta con más de 100 módulos de deshidratación. El producto que más procesan es el nopal, por ejemplo, una variedad que se desperdicia mucho, pero es rica en calcio y puede transformarse en harinas.

“Nosotros llevamos, como cooperativa, nueve años en el rubro de deshidratación. La primera planta con la que empezamos estaba en Tláhuac y ahí comenzamos a tener contacto con productores que nos llevaban sus productos para su transformación. Tecnológicamente, el proceso ha tenido mejoras continuas, adaptándose a los productos. Este equipo fue diseñado para deshidratar uno de los productos que tiene más agua, que es el nopal, pero hemos ofrecido el servicio para diferentes productos que nos han llevado”, explica en la entrevista publicada en el número más reciente de la revista Forum, del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (Fccyt), Roberto Alcaraz, miembro de la cooperativa y vocero de Labizet.

Informa que desde que entró en funciones la nueva Granja Deshidratadora se han vinculado con más productores agrícolas de Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac. Un mayor número de agricultores les ha llevado a trabajar con una diversidad de alimentos.

Infraestructura solar
Los deshidratadores solares que usa la cooperativa constan de dos partes, que se han modificado y mejorado a lo largo de 12 años. La primera parte es un captador solar plano, que recibe la radiación del Sol y genera aire caliente mediante algo parecido al efecto invernadero, porque los rayos del Sol entran y rebotan en el interior, pero ya no los deja salir por la misma superficie. En lugar de esto, envía el calor a la segunda parte del deshidratador que es un contenedor con 24 repisas, en cada una de las cuales hay una charola, y ahí se coloca el producto agrícola que se va a deshidratar.

“Los productores nos han estado llevando grandes cantidades de nopal que no se estaba aprovechando y que se tiraba. En particular, están rescatando un tipo de nopal al que algunos llaman “raquetas” y llega a ver muchos tirados en los campos. Ese tipo de nopal tiene todavía muchas propiedades y es muy rico en calcio y en otros componentes.

Gracias al proceso de deshidratación, los campesinos están encantados porque ahora están obteniendo harina de nopal de alta calidad, que pueden comercializar y los nopales raqueta ya no terminan como basura, sino que generan valor”, cuenta Alcaraz.

Hace dos años nos acercamos a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Ciudad de México y le platicamos estas necesidades que nosotros vemos en el campo; muy enfocados en la necesidad de transformación de los productos frescos para darle un mayor tiempo de vida y aprovechamiento a los alimentos, que sabemos que son productos perecederos.

René Drucker, titular de la dependencia capitalina citada, fue sensible a la problemática de los productores de alimentos y después de un proceso de evaluación se logró obtener un apoyo de la Secretaría de Ciencia de la capital por 15 millones de pesos. Esos recursos tienen un impacto grande al reducir la merma que normalmente afectaba a los productores. El proyecto usa ciencia y contribuye a resolver un problema muy puntual social y económico que se genera cuando los productos frescos no logran ser comercializados rápidamente, dice Alcaraz.

Por sus características y su innovador proceso de deshidratación, la Granja se considera única en el país. Tiene como objetivo trabajar con altos niveles de eficiencia, generar mayor volumen de producto, así como darle valor agregado a los alimentos, en beneficio de los productores capitalinos.

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