Este empeño surgió de dos deslices humanos a uno de los mandamientos humanos no escritos pero de amplia práctica y difusión que tilda a los infractores —el que presta y el que devuelve un libro— con un calificativo altamente ofensivo y degradante.
El primero de ellos fue don José Manuel López Castro y, el segundo, quien firma este texto. El libro fue “Atlas del tabaco en México” editado en el año de 1989 por el asociado de Tabamex –INEGI.
Con don José Manuel López Castro, Jefe de Información en el periódico Mi Ambiente, coincidí hace ya una buena cantidad de años para iniciar, disfrutar y mantener a la fecha una amistad basada en la diferencia de enfoques, en la cercanía de edades e intereses y con un trato que, en lo personal, disfruto con gusto.
A él debo el préstamo —lo que prueba la falsía de lo aconsejado— de otros textos con cuyo apoyo ya quedó constancia en otras colaboraciones. Para don José Manuel y para Julio César López Zamora (su hijo y apreciado amigo también) mi agradecimiento por su invitación para publicar en sitquije.com algunos temas ya aparecidos, otros en etapa preparativa y —hasta donde sé— éste que ahora comparto después de una larga preparación que parecía inacabable, cuyo adendum es un aporte del mismo don José Manuel para llenar una laguna en este esfuerzo personal. Que habrá puntos débiles, apenas bosquejados y otros por desarrollar es un riesgo asumido. Cualquier tema en donde aparezca el desarrollo humano y quienes la hacen vida quedará permanentemente incompleto sin la ayuda de los amigos, de los libros y algunas notas periodísticas.
Para usted, si desea o no enfrascarse en este farragoso resultado —incompleto en todos los sentidos— quede mi agradecimiento tan solo por permitirme acceder a este moderno sistema de comunicación porque esa confianza resultó un acicate para continuar y concluir este reto personal.
El tabaco [1]
Originaria de América, esta planta —con alrededor de sesenta variedades silvestres— ya cubría la tierra fértil hace más de 10,000 años. Con la experiencia acumulada en las incipientes prácticas agrícolas, los humanos de aquella época seleccionaron las plantas valiosas para protegerlas, y así, disponer de ellas para saciar sus necesidades. Múltiples plantas y sus productos constituyeron la base sobre la cual surgirá el conocimiento especializado en la farmacopea y su uso con fundamento mítico religioso.
“La mayor parte de las culturas mesoamericanas consumieron tabaco. Los mayas, toltecas, mexicas y otros grupos prehispánicos de esta zona cultivaron el tabaco y lo consumieron en diversas formas, principalmente mediante la pipa… El tabaco tuvo una función central en la vida de los pueblos americanos, como lo prueban los testimonios arqueológicos, así como corroboran el origen americano de su uso y cultivo… La especie Nicotiana Tabacum y Robusta fueron utilizadas en los rituales ancestrales de América.” [2]Originaria de América, esta planta —con alrededor de sesenta variedades silvestres— ya cubría la tierra fértil hace más de 10,000 años. Con la experiencia acumulada en las incipientes prácticas agrícolas, los humanos de aquella época seleccionaron las plantas valiosas para protegerlas, y así, disponer de ellas para saciar sus necesidades. Múltiples plantas y sus productos constituyeron la base sobre la cual surgirá el conocimiento especializado en la farmacopea y su uso con fundamento mítico religioso.
La trabazón de la planta con el fuego —Ce Acatl Topiltzin y Tlazolteotl [3]— en asociación con el instrumento propicio — las pipas de piedra, hueso, arcilla, barro o madera; con formas de animales, humanoides o geométricas…— estableció el vínculo para hablar con los dioses propios y compartidos en cada una de las culturas diferenciadas, iniciada en las comunidades indígenas primigenias australes del continente americano y Las Antillas hasta llegar a los grupos habitantes en el los espacios sureños de los Estados Unidos de Norteamérica, espacios propicios para la cosecha de la nicotiana gossei, la nicotiana ingulba, la nicotiana benthamiana —empleada para la elaboración del tabaco comercializado en la actualidad— y la nicotiana alata. En la variedad de la planta, la belleza de la flor del tabaco va del blanco rutilante al rosado, al rojo encendido, al violáceo, del verde limón al amarillo-limón con un centro blanco con perfume dulce…
La evolución de la hoja del tabaco es tarea ardua para los botánicos que desentrañan las características y cualidades de la planta conocida en el género nicotiana tabacum y nicotiana rustica. El nombre del componente activo de la hoja del tabaco, la nicotina “… fue dado por el naturista sueco Carl Nilsson Linæus (Carlos Linneo, 1707-1778) en 1753 en reconocimiento al francés Jean Nicot (de Villamain, Nîmes, 1530- París, 4 de mayo 1600), quien como embajador de Portugal envió semillas (u hojas de la ‘hierba santa’ o ‘hierba para todos los males’, según otras versiones) a la reina Catalina de Médicis con la recomendación de aspirar el polvo de la hoja para combatir las fuertes jaquecas (migraña) que sufría. La aspiración provoca un estornudo mitigador que causa asombro entre su personal, pero se pone de moda.” [4]
Ya sea por inhalación del humo de la hoja en combustión o mascada, fueron prácticas habituales muchos siglos antes de que inhalar del polvillo obtenido de la hoja quedara asociado a las imágenes de la reina Carlota de Inglaterra adicta al rapé y del general Bonaparte —más adelante el Emperador Napoleón I—, de quien queda la afirmación, aspiraba esta presentación comercializada de la hoja del tabaco y hasta le atribuyen cifra: cuatro kilos mensuales del polvillo. Esto, requiere un matiz de prudencia, ya que, por otra parte, resultaba común y “de buen tono” obsequiar a los reunidos con un “pellizco” de rapé con lo cual “el señor” mostraba su preferencia.
“… el tabaco común de La Habana, el Virginia, el americano y los mexicanos pertenecen a la especie n. tabacum…” [5] “Hay tres grandes grupos de tabaco: el rubio (curado o secado en hornos de aluminio o al sol, al aire o combinación de ellos); oscuro, (curados al fuego o al aire), cigarrillos y puros; aromáticos (curados al sol), complementarios para los cigarrillos…” [6] “Nicotiana tabacum y nicotiana rustica fueron las de mayor uso como narco-estimulantes rituales entre los pobladores de América…” [7] “…La nicotiana rustica ya había desbordado el trópico americano y casi tocó los últimos límites de la agricultura del Nuevo Mundo.” [8] “Esta especie era la que fumaban los pobladores de los bosques orientales.
El tabaco en el pasado mesoamericano.
Era materia de tributo para el sistema mexica. Para ellos, el acto de fumar implicaba la realización de un complicado ritual religioso, social e incluso, medicinal: “… Después (de la comida, el Huey Tlatoani) bebía cacao y se lavaba las manos como al principio de la comida. Los bufones, enanos o corcovados, hacían delante de él sus gracias y sus bromas; Moctezuma tomaba una de las pipas pintadas y doradas que se habían colocado cerca de él, fumaba un instante y se dormía.” [9] El tabaco —el “humito”, el que “hace visible el aliento»— desempeñaba un papel trascendental por lo menos entre los miembros de la clase dirigente y entre los comerciantes, distintivo jerárquico, de importancia social, entre los comensales distribuían pipas ya preparadas una vez terminada la comida. Estas pipas eran cilíndricas, sin fogón propiamente dicho, de caña —posiblemente algunas veces de barro cocido—, ricamente adornadas, rellenas de una mezcla de tabaco, carbón de leña y liquidámbar (goma conocida como storax, usada en la medicina tradicional). Al parecer, con la misma preparación confeccionaban una especie de grueso cigarro aromático cuyo sabor debió ser muy diferente del que encontramos actualmente en un cigarrillo común. Fuera de las comidas fumaban poco. Pasearse con una pipa en la mano representaba un signo de nobleza y de elegancia…
“… se utilizaba mucho con fines medicinales y rituales. Se le atribuían virtudes farmacéuticas y valor religioso: los sacerdotes, en algunas ceremonias, llevaban sobre la espalda una calabaza llena de tabaco. El uso ‘profano’ de esta planta no parece haberse extendido, en la época precortesiana, entre las clases populares.” [10]
En el Códice Vaticano Latino 3738 queda una descripción del último Huey Tlatoani, Ilhuicamina, “el flechador del cielo”: “El señor mexica Moctezuma con los atuendos acordes a su jerarquía: elegante tilma de bellos labrados, tocado de plumas y collar de caracoles. Lleva en la mano (derecha para precisar) ‘un cañuto de humo’ y huele el ramo de flores que lleva en la otra.” [11] “Luego de la comida, el tlatoani fumaba tabaco en pipas, de acuerdo con la crónica de Díaz del Castillo.”, referencia ilustrada con la reproducción de una pipa (¿de barro?) hallada en Tlatelolco, D. F., y catalogada en el Museo Nacional de Antropología. [12]
Ximoquetza, xictzotzona in tohuehueuh, / Ponte de pie, haz resonar nuestro atabal.
In ma icniuhtlamacho / Que se conozca la amistad,
at on titlanehuico / aunque sólo tenemos prestados
zaniyo tacayeuh / nuestro cañuto de tabaco,
ihuan toxochiuh. / nuestras flores. [13]
En su aparición en las artes, en el capítulo “Los antiguos dioses y las flores” y mediante una fotografía de Marco Antonio Pacheco, la revista Arqueología Mexicana reproduce una bella réplica labrada (¿?) de la flor del tabaco, picietl (nicotiana tabacum). [14] En la matrícula de los tributos [15] en el capítulo VII con título, “Resinas y productos de uso ritual” el cuarto elemento específica “acayetl” (tabaco), y ya en la página 64, correspondiente a la lámina 22, establece: “cenxiquipilli acayetl, ochocientas cañas de tabaco”, entre otros tributos entrados por la cabecera de provincia tributaria, en este caso, Tepeyácac en la zona poblana. [16]
Paul Westheim, en su “Obras Maestras del México Antiguo” anota: “Hay obras de carácter casi abstracto, y las hay en que predominan los elementos tomados de la realidad óptico-sensible. Un ejemplo de las últimas es el ‘Fumador’, otra figura hasta cierto punto realista. El talentoso ceramista vio con un don de observación aguda, y hasta con alguna ironía, al tipo que se propuso eternizar. Ese anciano, de espalada encorvada, en cuyo cuerpo se destacan —macabramente— las costillas, está bien caracterizado en cuanto a su aspecto general y a su postura.” [17] Y es el mismo Westheim quien en su trabajo “Ideas fundamentales del arte prehispánico en México” [18], en la página 59, reproduce una pipa zoomorfa identificada como cerámica procedente de San Miguel de Allende, Guanajuato y correspondiente a la cultura protolteca. En el templo de las inscripciones de Palenque, en la tapa de un sarcófago (600 n.e.) se observa al dios “K” con un tubo humeante: “la hierba del dios”; “el humito del dios”.
Por su importancia y contribución, resulta imprescindible visitar el “Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana” de Rémi Simeón: [19] Acayetl o acayyetl. s. Caña, planta aromática que se colocaba en las tumbas (Clav[ijero]). Tal vez, tallo del tabaco. r. Acatl, yetl. Acatl = caña. Yétl = s. (Olm[edo]) Humo odorífero, perfume, tabaco, planta medicinal que cuenta con dos variedades principales llamadas pícietel y quauhyetl (Her[nández)… Pícietel. s. Tabaco ordinario cuya planta es muy pequeña y usada en medicina (Clav[ijero]). Quauhyetl. s. Especie de tabaco de planta muy alta (Hern[ández]).
“Su uso ritual y terapéutico data de tiempos prehispánicos. Las distintas fuentes que hacen referencia a los materiales que usaban los curanderos y pobladores del México antiguo, ya refieren al tabaco —N. rustica (picietl) y N. tabacum (qu’auyetl) (Díaz, J. L, 1984)— como purificador de los lugares y de las personas sujetas a influencias malignas. Entre los principales valores que se le atribuían, se hallaba el del sustento de los dioses, especialmente en forma de humo. Con el picietl evocaban el poder sobrenatural de los dioses creadores, en beneficio de la salud y el equilibrio del enfermo (Furst, P., 1980). Conjuraban al tabaco mismo como deidad o intermediario en los rituales curativos para sanar y diagnosticar, vencer o ahuyentar el dolor y el mal (Ruiz de Alarcón, H., 1984). También existen evidencias de que preparaban una mezcla, tenexyetl, compuesta de polvo de tabaco y cal, que masticaban para mitigar el cansancio y los dolores del cuerpo (Díaz, J. L, 1984), tal y como se reporta en la actualidad en algunos lugares del país.” [20]
“El principal componente químico del tabaco, alcaloide líquido oleoso e incoloro (C10 H14 N2) es la nicotina, sustancia farmacológicamente activa de doble efecto, estimulante y sedante, y la principal responsable de la adicción, por el estímulo placentero que produce al activar la vía dopaminérgica y los receptores colinérgicos y nicotínicos del sistema nervioso central. Otros factores que influyen en la dependencia son el sabor, el aroma y el ritual que se establece durante el proceso de fumar, así como la interacción social que se presenta entre fumadores…” [21]
Del Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana.
“Lengua Indígena: Cora yana (1). Chinanteco ro-hu (1). Kikapú macuche (2). Lacandón cutz (l). Maya kuutz (l). Mixe ju’uikill (l). Náhuatl picietl (1). Otomí yui badi (3). Popoluca ayic (1). Seri hapis copxot (1). Tarahumaras hepeaca (1). Totonaco a ’xcu ’t (1), uskut (4). Yaqui macucho, macuche, macuchi (5). Zapoteco gueza (1). Zoque otzi (1)
“Planta herbácea de la familia Solanaceae; tabaco es la denominación que reciben varias especies del género Nicotiana, originarias de América, utilizadas ampliamente como narcótico. Sobresalen la especie cultivada, Nicotiana tabacum, y la silvestre, Nicotiana rustica, empleadas también con fines ceremoniales y terapéuticos.
“El consumo del tabaco en el medio rural tiene una connotación especial, pues se considera indispensable en la celebración de las distintas ceremonias curativas y religiosas. Los tarahumaras, por ejemplo, valoran el tabaco como un narcótico; culturalmente dan gran importancia a su humo y al incienso, y prefieren fumarlo por la noche, pues lo aprecian como protección contra las serpientes, ciempiés y alacranes. En todas las fiestas tarahumaras se consume tabaco y se piensa que es muy adecuado para acompañar el tesgüino, bebida ceremonial. No sólo usan la especie cultivada; cuando lo estiman necesario, recurren a otras silvestres como Nicotiana trigonophylla, que crece en las barrancas de los ríos y recibe el nombre de bawaráka. Otra especie silvestre utilizada es Nicotiana glauca; sus hojas se aplican directamente sobre la cabeza en caso de jaqueca, pues su superficie pegajosa permite que se adhiera como un emplasto. A veces también se fuma, pero se señala que es muy fuerte (6). Los huicholes hacen referencia a la especie N. rustica como ’tabaco propio del mara’akáme’ especialmente interesante, pues ilustra una coexistencia funcional y simbólica con el peyote. Tanto en los ritos del peyote como en algunos otros (en particular en los curativos), es ‘sacrificado’ ceremonialmente, ofreciéndolo a Tatevari, la deidad del fuego (7 y 8). Para provocar visiones, fuman una mezcla de N. rustica y Tagetes lucida, y para que dichas visiones sean más claras lo acompañan bebiendo tesgüino o cai de maíz fermentado (8). El tabaco también es usado por los brujos, quienes tienen su propio tabaco especial, para lanzar ‘flechas de enfermedad’ a sus víctimas (7). El cigarro ritual de los yaquis, llamado macuche, es elaborado con hojas de la planta silvestre del mismo nombre, al parecer N. rustica; se considera indispensable en las ceremonias de iniciación de sus curanderos, pues el humo tiene la facultad de brindar la fuerza y el poder de comunicación con el mundo sobrenatural. También resulta indispensable en las sesiones diagnósticas y curativas, ya que con su ayuda el curandero moviliza sus poderes y reconoce la causa de la enfermedad; a su vez, el humo de estos cigarrillos simboliza al aliento, concebido como la manifestación objetiva de la vida, el espíritu principal y personal que protege la existencia. Los hechiceros también recurren al macuche para invocar al diablo, quien manda sus espíritus malignos a fin de producir ‘mal puesto’ a la víctima (5). Las parteras nahuas y otomíes de Cuaxtla, Puebla, confieren al humo del tabaco una función protectora y de purificación; prenden su cigarrillo después de curar el ombligo del recién nacido, para protegerse: ‘si no lo fumo me pongo pinta y me salen ampollas’. Ahuman al crío para despojarlo de la xoquía y liberarlo de la enfermedad (9). Entre los otomíes se revela el doble valor del tabaco silvestre: como ofrenda e instrumento en los rituales curativos, y como recurso terapéutico con grandes virtudes profilácticas; al humo del tabaco se le consigna una ‘fuerza’ propia que le permite al curandero proteger al paciente de otras fuerzas o alejarlas, de aquí que reciba el nombre de yui badi, ‘tabaco del chamán’ (3). En Oaxaca, los mazatecos y cuicatecos, elaboran con el tabaco una mezcla con cal a la que denominan piciete o san Pedro; se dice que esta preparación, masticada posee el atributo de mitigar el cansancio, y frotada otorga protección contra la brujería y coadyuva a extraer las enfermedades (10 a 13). Se le compara con la lumbre, ‘cosa muy fuerte que ahuyenta los malos espíritus, enemigos, enfermedades y cansancio’ (14). Dicha preparación recibe el nombre de pilico entre los tzotziles de Oxchuc, Chiapas, y se refiere que todo h ‘ilol y jefe del linaje acostumbra llevarla consigo en un pequeño calabazo que guarda en su morral; cuando advierte que hay peligro, se echa un puñado en la boca para provocar salivación y entonces se la frota en la nuca, sienes y coyunturas de las piernas con el fin de protegerse (15). Los lacandones ofrendan las especies N. rustica y N. tabacum en los distintos rituales curativos y religiosos, y se dan en pago a los individuos que ejecutan ciertas tareas ceremoniales, como preparar la bebida balché para los dioses. Por otra parte, lo emplean para extraer el gusano barrenador que se introduce en la piel del ganado; elaboran una pasta base hecha de brea y tabaco humedecido, y la colocan sobre el ‘respiradero’ o poro donde se aloja el gusano, facilitando así su extracción (16).
“Cabe resaltar que el uso del tabaco es muy difundido en la medicina doméstica: se emplea untado en infusiones alcohólicas o acuosas como repelente de insectos, así como para calmar la comezón producida por sus piquetes; frotado para mitigar los dolores musculares y reumáticos; también, como emplasto en el abdomen para la cura del empacho (17).
“De acuerdo con Díaz, la mezcla de tabaco y cal favorece la extracción de sus alcaloides y potencia su poder energizante; señala que es probable que la nicotina sea la responsable de los efectos estupefacientes, al interactuar con los receptores nicotínicos del encéfalo… (19).
“(Índice de Autores correspondiente únicamente a los cinco párrafos anteriores: (1) Aguilar Contreras, A. et al., 1982., (2) Latorre, F. et al., 1976., (3) Galinier, J… 1990., (4) Ichon, A., 1973., (5) Ochoa Robles, H. A., 1967., (6) Bennett, W. C. et al., 1978., (7) Furst, P., 1980., (8) Schultes, R. E. et al., 1982., (9) Tibón, G., 1981., (10) Cerda Silva, R. de la, 1942., (11) Estrada, A., 1984., (12) Cerda Silva, R. de la, 1957c., (13) Hoppe, W., A. et al., 1969., (14) Ocampo Villaseñor, D., 1971., (15) Villa Rojas, A., 1982., (16) Aguilera, C, 1985., (17) Campos-Navarro, R., 1990., (18) Ruiz de Alarcón, H., 1984., (19) Díaz, J. L, 1984.
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“Los conocimientos y la información original de esta publicación son de origen y creación colectiva, sus poseedores y recreadores son los pueblos indígenas de México, por lo que deben seguir siendo colectivos y, en consecuencia, está prohibida toda apropiación privada. [22])
Los siglos del tabaco.
1492 fija el principio para la expansión del tabaco en el mundo conocido. “En octubre, los arawak, habitantes de las Bahamas primer territorio que encuentra Cristóbal Colón, y al cual bautiza como San Salvador, ofrecen hojas secas al explorador europeo. Sin comprender su significado, Colón las desecha. Un mes más tarde, Rodrigo de Jerez y Luis Torres a su regreso de una excursión al interior de Cuba encuentran a lugareños que inhalan el humo de hojas secas de tabaco encendidas, a través de un trozo de caña hueca en forma de ‘Y’ que llaman tobago o tobaca. (Rodrigo de) Jerez es considerado el primer fumador no originario de las Américas. (Queda por posibilidad que el nombre de la isla caribeña de Tobago impuesta por los españoles a su llegada corresponda a su semejanza con la forma de una pipa, ya que el vocablo para la cazoleta era semejante a la voz “tabaco” con lo cual confundían el artefacto para fumar con el propio de la hoja.)
“Cuando (Rodrigo de) Jerez regresa a su pueblo natal de Ayamonte, España, es acusado por los inquisidores de estar ‘asociado con el diablo’ al ver que salía humo de su boca (porque ‘sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca’). Lo mantuvieron prisionero durante siete años. Cuando es liberado, fumar se había transformado en una costumbre en España. Posiblemente Jerez sentó un precedente sobre lo que sería el polémico futuro que tendría la planta.” [23]
Queda el registro de que en el transcurso de 1518, el misionero español Ramón Pané envía las primeras semillas de tabaco desde la isla “La Española” (República Dominicana) acompañadas con una carta para Carlos V en la que asienta las virtudes medicinales de la planta: mitiga el dolor de cabeza, los reumáticos y de las muelas, a la vez que resulta un formidable vermífugo, excelente purgante, agudiza la vista y disminuye los efectos del asma… Así, poco tiempo después, en 1550, ya era costumbre fumar en España y Portugal.
“… Tras el descubrimiento de América y paulatinamente, los españoles administraron el cultivo del tabaco. Iniciaron en Santo Domingo en el año de 1535, para pasar después a Trinidad, Cuba, México y las Filipinas… Es hasta principios del siglo XVII cuando las exportaciones se consolidan y permiten la creación de la primera empresa de tabaco en Sevilla… La calidad del tabaco dominicano y cubano, superior al de la Nueva España, estimula el carácter de exportación del tabaco caribeño y desincentiva a la vez, la exportación del tabaco mexicano.” [24]
“1570. Los conquistadores llevan el tabaco a España como un producto de lujo para consumo de los poderosos. Los pordioseros de Sevilla recogen los rescoldos de cigarros arrojados en las calles, los desmenuzan y envuelven en trozos de papel para fumarlas. De ahí la denominación de “cigarrillos”, es decir, pequeños cigarros. El rey Felipe II de España pondera las propiedades medicinales del tabaco, no para beneficio de sus súbditos sino para obtener ganancias comerciales. Encarga al físico real Francisco Hernández un estudio de las propiedades de la planta.” [25]
“… a Inglaterra llega la planta del tabaco (n.rustica) desde la Florida en 1565 por sir John Hawkins y desde el actual estado de Virginia por sir Richard Grenville y el capitán Ralph Lane en 1585, quienes la mostraron junto con las pipas que usaban los aborígenes y con ello iniciar el hábito de fumar en pipa, no sólo en Inglaterra sino en toda Europa.” [26] Su introducción en Europa queda referida en los anales: Alemania, 1516-1519; Francia, 1556; Estados Pontificios, 1560; Países Bajos, a mediados del siglo XVI (sin especificar el año en concreto)… y queda asentado que las primeras plantaciones de tabaco en Europa quedan inscritas: Francia 1556; Lisboa, Portugal, 1558…
“Otras fuentes indican que la nicotiana tabacum, ya era cosechada y usada para fumar en pipa en Inglaterra algunos años antes, introducida por sir Francis Drake en 1573… se considera a sir Walter Raleigh el gran propiciador del hábito de fumar en pipa dentro de la corte de Isabel I —irónicamente, el apellido de este sir ennoblecido por sus aventuras marítimas en contra del tráfico de mercancías de América a Europa, dará nombre a unos cigarrillos “llamados de carita” por la imagen del personaje que adornaba y diferenciaba la cajetilla, por los años sesenta del siglo XX, los de prestigio entre los fumadores de aquella época—… y con el tiempo, dada la penetración de esta costumbre en el espacio inglés, el rey Jacobo I decidió controlar su uso y crear el impuesto al tabaco…” [27] Así pues, la prohibición a su consumo está sujeta más a una medida del tipo comercial-económico que a una motivación en pro de la salud pública.
Cuando el tabaco llega a Europa, muchos ven en él la materialización del pecado al desbocar y llevar muy lejos la interpretación del pasaje del Nuevo Testamento en Mateo 15:11 “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.” [28] Así, con tal fundamento, “…en 1603 a la muerte de la reina Isabel I, Inglaterra es el país más rico de Europa (en parte gracias a su dominio del comercio tabacalero), con base en los impuestos sobre las cosechas que alcanzan a 2 peniques por libra de tabaco”. Jacobo I [29] de Inglaterra prohíbe el tabaco «cuyo humo negro y apestoso evoca el horror de un infierno lleno de pez y sin fondo». Este rey publica “Una diatriba contra el tabaco” [30], lo cual no le impide “aumentar en más de 40 veces el impuesto al tabaco decretado por la reina Isabel, a 6/10 peniques por libra de tabaco. Su consumo crece a medida que se difunde la creencia de que ayuda a controlar la peste.” [31]
Y con respecto a este reinado bien merece aclarar: “Gran Bretaña era un imperio próspero, una gran potencia en expansión, y mucho más tras la colonización de América del Norte. Por su parte, Escocia nutrió a Inglaterra de Ilustración. Aportó tantos nombres insignes al pensamiento británico que no podían ya ser considerados bárbaros. Al contrario, se convirtió en el centro cultural y de pensamiento del Imperio. Por otra parte, Escocia era el hermano pobre, pero el Acta de Unión permitió la movilidad social y la definitiva desarticulación del feudalismo. Glasgow despegó gracias al comercio del tabaco. Por tanto, el pueblo escocés no tuvo necesidad ni oportunidad de desarrollar una suerte de patriotismo e identidad diferenciada.” [32]
“1629. Siguiendo el consejo de su ministro, el cardenal Richelieu, Luis XIII de Francia decreta un impuesto de 30 sueldos (antigua moneda francesa) por cada libra de tabaco. Dos siglos más tarde, Napoleón III —“el pequeño”— observaría: ‘Este vicio permite recaudar cien millones de francos anuales en impuestos. Por supuesto que lo prohibiré de inmediato… apenas me nombren una virtud que produzca un ingreso semejante’. Los monopolios estatales resultan tan provechosos, que perduran en varios países europeos hasta bien avanzado el siglo XX.” [33]
Mijail Fedorovich, Zar de Rusia, en 1640, instala al consumo de tabaco en el capítulo de pecado mortal. “Los fumadores arrestados son azotados o se les cercenen los labios. En 1643, un viajero de paso por Moscú decía que ‘quienes han sido declarados culpables del uso de rapé, tanto hombres como mujeres, están expuestos a que se les corten las narices’.” [34] “…En Rusia, el zar Miguel Fedorovich (Mijail Fedorovich, Zar de Rusia [1613-1645]) —lo mismo Amurat IV de Persia— hace cortar la nariz de los tomadores de petún (antigua forma de nombrar al tabaco rapé). La Iglesia actúa también y en 1621, Urbano VIII excomulga a los fumadores culpables de usar ‘una sustancia tan degradante para el alma como para el cuerpo’ (Sanción revocada en el transcurso del año de 1732 por el Papa Benedicto XIII, quien disfrutaba placenteramente del hábito.) Todas esas consideraciones pueden parecer risibles, pero expresan la importancia simbólica de la acción de fumar.” [35] Previo a ese año de 1732 queda la información correspondiente al año de 1725 que indirectamente aporta una diferencia en la penalización correspondiente a las diferentes maneras de consumo del tabaco: “… el Papa Benedicto XIII permite el uso de rapé en la Basílica de San Pedro, anulando la prohibición impuesta 75 años antes por Inocencio X.” [36]
Por vía comercial los ingleses lo introducen en Rusia, los portugueses en el Japón, de ahí llega a Corea, a Manchuria y a China por la costa sur. Los portugueses y españoles la introducen en África por la costa occidental para entrar a Sudáfrica quizás por los grupos turcos. Los mercaderes judíos lo extienden por el Mediterráneo durante el siglo XVI y de ahí a los pueblos del medio oriente. Los comerciantes portugueses llevan la planta del tabaco a la India y Persia a fines del siglo XVI y ya en la primera década del XVII era costumbre fumarla con ayuda del narguile (pipa de agua) para llegar a Siria y Arabia un tanto después (sin fecha precisa).
Aunque Australia posee dos especies de tabaco nativas, es hasta mediado el siglo XIX cuando inicia su consumo usual y cultivo comercial. Por generaciones los nativos australes acostumbraban masticar o chupar la hoja (nicotinea suaveolons) dispuesta en pequeños rollos fácilmente trasnportables.
Hay un interesante trabajo realizado por Magdalena Díaz Hernández: “Contrabandistas tabaqueros en la región de Veracruz (1765-1807). El sistema alternativo al estanco del tabaco”. En él establece la conducta de los tabaqueros a partir de la creación del monopolio real del tabaco derivado de la visita de José de Gálvez a Nueva España en 1765, los mecanismos legales e ilegales, un mucho diferentes a nuestro concepto de legalidad e ilegalidad, clarifica en cuanto a las penas impuestas a los implicados en las prácticas de contrabando, fueran hispanos con permiso, “grupos de comerciantes de la ciudad de México, de Córdoba y de Orizaba, como los marqueses de Colina [37]” o “si eran criollos e indios, aunque también había mulatos y mestizos”, con penas diferenciadas según el nivel social en el cual quedaran insertos. A partir de un concepto sumamente curioso: “Para ello hay que tener muy presente la específica función socio-cultural del tabaco, que a finales del siglo XVIII ya tenía la consideración de ‘vicio’ ampliamente difundido entre los grupos más humildes de la sociedad indiana. Para el caso mexicano, tal como afirma (Guillermo) Céspedes del Castillo, ‘la mayor parte del consumo la hace la gente pobre y de medianas conveniencias; los pobres tienen este tolerable vicio, y así lo explican por consuelo, desahogo o entretenimiento de sus afanes y aflicciones’.”
El estudio mencionado sobre contrabando de la hoja de tabaco o ya liado, muestra las zonas de tráfico específicas por hombres y por mujeres, las necesidades económicas que les llevaron a la práctica, la distribución geográfica en escala grande, moderada o reducida (ciudades, poblados mayores o menores o en los caminos) con la penalización correspondiente y la aparición de la ingrata corrupción de las autoridades en sus diversos grados las que, supuestamente, controlarían el flujo ilegal que por aquellas épocas llegaba a casi un tercio de lo comerciado en totalidad.
En 1763 concluye la construcción del gran edificio de piedra que albergará a la primera fábrica de tabaco en España, la “Real Fábrica de Tabacos” en Sevilla [38], edificación sede de la actual Universidad de Sevilla.
“Las llamadas Reformas Borbónicas, dictadas y ejecutadas por la Corona en Nueva España, principalmente durante la segunda mitad del siglo XVIII, establecieron, entre otras cosas, un estanco o monopolio gubernamental del tabaco. Desde 1761 fue imperiosa para la Corona la necesidad de controlar la producción, fabricación, venta y recaudación de impuestos generados por esta naciente industria que gozaba de un consumo en expansión y, por tanto, producía ganancias lucrativas. En 1763, por medio de un decreto real, se creó dicho estanco. Muchos cosecheros menores resultaron perjudicados, así como algunos intermediarios que obtenían sus ganancias del comercio libre, pues los primeros fueron obligados a ajustarse a las duras condiciones impuestas por los nuevos burócratas estatales y a los segundos se les hizo a un lado… Se sabe que en 1769 una primera fábrica se estableció en la calle de Cadena —hoy Venustiano Carranza— de la Ciudad de México, pero pronto fue insuficiente. Otras abrieron en Puebla, Orizaba, Querétaro y Guadalajara. Una más empezó a funcionar hacia el norte de la capital, por la entonces salida a Querétaro, ubicada en La Lagunilla. Como ésta tampoco bastara, surgió la idea de construir un alojamiento único para las dos fábricas a las afueras del casco de la ciudad, pues para 1783 trabajaban en ambas 7 mil operarios entre hombres y mujeres.” [39]
No obstante la aprobación Real, hubo de menos dos intentos frustrados para erigir la fábrica de cigarros y puros, ante lo cual: “Para levantar la nueva fábrica se eligió un terreno que formaba parte del ejido de los indios de Atlampa, en el surponiente, cerca del acueducto que corría desde los manantiales de Chapultepec a la capital y que empezaba a soportar la presión del crecimiento urbano justo ahí. [40]
Sujeto al rejuego de los intereses particulares, las necesidades de expansión de la ciudad y los requerimientos de una instalación de esta naturaleza: “… a pesar del sacrificio impuesto a los indios de Atlampa, de las enormes sumas de dinero, del esfuerzo de arquitectos e ingenieros y del trabajo de infinidad de obreros, y maestros albañiles, el edificio sólo funcionó como Real Fábrica de Tabacos hasta 1815, escasos ocho años… en relación con su concepción como construcción moderna e higiénica, fue el primer edificio fabril de Nueva España que, con base en su ‘línea de producción’, definió una serie de aspectos arquitectónicos para hacerla funcional. (José María) Marroquí así lo explicó. Los manojos de tabaco, que llegaban principalmente de Veracruz y Compostela, entraban por la puerta sur, donde se ubicaban la contaduría y la tesorería. A partir de aquel punto la materia prima, según su calidad, estado y grado de humedad al momento de arribar, se trasladaban a los almacenes o a los asoleaderos en los patios. Enseguida se concentraba en el cernidor, que era el lugar donde se picaba y se hacían diferentes mezclas, para después pasar a los patios de trabajo donde, por separado, hombres y mujeres forjaban los tabacos, o liaban y torcían las hojas de los puros. Los dos patios del sur eran los destinados a los hombres (pues por ahí ellos mismos descargaban el tabaco), mientras que los del norte eran para las mujeres. Los almacenes del papel para la primera actividad eran contiguos. Más al norte, se amarraban o empaquetaban los productos y, por la puerta central del norte, hacia la plaza, se ubicaban la contaduría, el control y el registro, donde se llevaba el inventario pormenorizado de la producción en las bodegas, para enseguida salir hacia su embarque.” [41]
Y pese a las contrariedades vaticanas respecto a la prohibición y posterior resarcimiento en el acto/vicio de fumar y consumir el tabaco, en 1779. “Vislumbrando una oportunidad de negocios, el Vaticano abre su propia fábrica de tabaco.” [42]
En 1807 se inauguró el nuevo edificio de la Real fábrica de Tabacos de la Ciudadela mexicana, un hermoso edificio de estilo neoclásico de 28 000 metros cuadrados comenzado en 1793, aunque llevaba produciendo desde 1769: “La Ciudadela es un gran conjunto arquitectónico diseñado en 1807 para albergar la Real Fábrica de Tabacos, su construcción estuvo a cargo del arquitecto José Antonio González y del ingeniero Miguel Constanzo… El siglo XIX, inicio del México independiente, es una época de pugnas y confrontaciones de diversos grupos, con los que el gobierno naciente se da a la tarea de definir una nueva organización económica, política y social.
“En 1824, se llega a un acuerdo y se expide una ley que se designa a los estados de la federación como sustentantes directos de las rentas del tabaco en rama. La Fábrica de Puros, Cigarros y Polvos de la Ciudad de México sería la encargada de proveer al consumo de la capital y los territorios de la federación.” [43]
Previamente, y es información para respaldar la importancia económica y social de la siembra, procesamiento y comercio del tabaco en sus varias presentaciones viene bien recordar o conocer este parrafito: “Por último, siendo tan recomendable la protección y fomento de la siembra, beneficio y cosecha del tabaco, se les concede a los labradores y demás personas que se quieran dedicar a tan importante ramo de agricultura, la facultad de poderlo sembrar, haciendo tráfico y comercio de él; entendidos de que los que emprendiesen con eficacia y empeño este género de siembra, se harán acreedores a la beneficencia y franquezas del gobierno.
“Dado en la ciudad de Guadalajara, a 29 de Noviembre de 1810.
“Miguel Hidalgo y Costilla.” [44]
Una vez finalizada la contienda en 1821, las luchas por el control del monopolio fue origen de constantes conflictos políticos durante gran parte del siglo XIX con intentos de su supresión pospuesta ante la necesidad de fuentes de ingresos por parte de la nueva república mexicana, las tensiones y conflictos entre cosecheros, empresarios privados y burócratas y sobre todo la inadecuada gestión de sus gobernantes, que hasta 1856 intentaron administrar infructuosamente el sendero del tabaco a través de una entelequia a la Renta Pública del Tabaco.
Lleno de historia, “El edificio de la Real Fábrica de Tabacos fue rebautizado por los habitantes de la ciudad como ‘La Ciudadela’ debido a su carácter austero casi militar… Fue en este lugar donde José María Morelos y Pavón, héroe de la Independencia Mexicana pasó sus últimos días antes de ser trasladado al poblado de Ecatepec para su fusilamiento.” [45]
(En la azarosa trayectoria histórica del tabaco en la vida del hombre civilizado, queda la constancia repetida de su propalación y aumento en el consumo en los conflictos bélicos. Queda la experiencia hispana tras “las guerras napoleónicas”, las cercanas a la experiencia mexicana de sus movimientos bélicos a partir de la consumación de la Independencia, la experiencia de la humanidad durante la Primera y la Segunda Guerras Mundiales —si no es que las dos corresponden a una misma sólo con un intervalo de falsa y esperanzadora tranquilidad—, las focalizadas en el oriente, las asiáticas… en las cuales, para tranquilizar el ánimo, adormecer el hambre y llenar los tensos momentos de espera, los hombres en el frente consumían —quemaban— grandes cantidades de cigarrillos, mismo producto que figura en las listas de abastecimiento como un elemento de importancia principal.)
1850. En los Estados Unidos el tabaco es relacionado con el movimiento hacia la abstinencia. El reverendo George Trask —un antiguo fumador— establece la Sociedad Americana Contra el Tabaco, de la cual es presidente, vicepresidente, secretario, tesorero y auditor. [46]
En las Antillas (Mayores), “Situación de crisis. La primera etapa de la República, dedicada por entero a defenderse de los ataques haitianos y a las pugnas por la organización política interna, estuvo caracterizada por una situación de crisis económica permanente. Las actividades productivas estaban supeditadas a las necesidades de defensa; los niveles de exportación e importación se redujeron mucho y hubo momentos incluso en que estas fueron paralizadas. Para sufragar los gastos militares y de gobierno, las autoridades recurrieron a empréstitos de comerciantes extranjeros y locales y a la emisión de papel moneda sin respaldo. El perjuicio ocasionado con estas emisiones al pequeño sector productivo y comercial que se desarrollaba en torno al tabaco de la región del Cibao dio lugar en el 1857 a una guerra civil que generaría eventualmente dos gobiernos simultáneos (uno en Santo Domingo y otro en el Cibao), y que empobrecería aún más al país.” [47]
En 1875, queda fundada la fábrica cigarrera de “El Buen Tono” en la Ciudad de México, perteneciente al empresario francés Ernesto Pugibet. El desarrollo de la industria tabacalera mexicana —inseparable a los afanes modernizadores y el fin del periodo de don Porfirio Díaz Mori— va intrínsecamente ligada al avance tecnológico de la litografía, de una mayor y oportuna disponibilidad de papeles adecuados, tanto para los empaques como para el enrollado o engargolado de los cigarrillos. Aprovechó y nutrió los medios disponibles transformándoles en publicitarios (globos aerostáticos con algunos accidentes), la proyección de películas sobre los muros de los barrios elegidos para la penetración del producto propio en deterioro de los de la competencia; aportó fondos incontables a los medios periodísticos de su momento y esto a su vez favoreció el impulso y cobertura de ellos, apoyó la creación de tiras cómicas en donde claramente el “héroe” y los allegados fumaban la marca a introducir o sustentar en el mercado cautivo, además, en estas tiras aparecían representados los propios empresarios y, en ocasiones, algún personaje de la política; la profusión de carteles promocionales, folletería y la publicidad móvil (“el hombre sándwich”) fueron herramientas empleadas por las compañías cigarreras, ayudó a la eficiencia en adecuaciones en los centros de producción y generó una amplia serie coleccionable de tarjetas postales con la imagen de bellas mujeres —según el prototipo de la belleza de la época— fumadoras en situaciones y atavíos de “relajada moral” y dio la posibilidad de un ingreso extra a las mujeres desplazadas por la mecanización con la venta al menudeo del cigarrillo. Es necesario recordar, en aquel momento no era extraño ver a las mujeres con el cigarrillo en la mano e, inclusive, niños que abiertamente y sin reprimenda alguna fumaban los cigarrillos. Las campañas publicitarias de aquellos años, lanzadas vigorosamente por la cigarrera “El Buen Tono”, repelían a los esfuerzos de su competidora con mayor importancia, “La Tabacalera Mexicana” (del empresario vasco Antonio Basagoiti, de la razón social tomará su nombre la colonia hacia el poniente de la Ciudad de México en donde destaca el Monumento a la Revolución —Tabacalera—), sin olvidar a otras de menor impacto y localizadas en diferentes espacios de la República Mexicana. [48]
Al cierre del siglo XIX, en 1900, la Liga Anti-Cigarrillo publica un panfleto que sostiene la existencia de una relación entre fumar cigarrillos y las enfermedades cerebrales. Pocos años después, ya en 1908, las autoridades de la ciudad de Nueva York determinan que las mujeres no fumarán en público. “Dos semanas después Katie Mulcahey es arrestada por violar este reglamento. Mientras es arrestada declara: ‘Ningún hombre dictará lo que debo hacer’. El hábito de fumar cigarrillos se consideraba con frecuencia un símbolo de la emancipación de las mujeres.” [49]
“1914. Estalla la Primera Guerra Mundial. En 1917, el general John J. Pershing, comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en Francia, declara que el tabaco es ‘indispensable para la ración diaria’. En Europa, las tropas fuman cigarrillos para pasar el tiempo y tratar de calmar sus nervios. La popularidad de determinados cigarrillos en las fuerzas armadas queda asociada con (el) patriotismo… 1925. A pesar de las prohibiciones, las ventas de cigarrillos continúan aumentando. El American Mercury informa: ‘Cuanto más violentamente es prohibido, más popular se hace’… 1941. El presidente norteamericano Roosevelt declara la protección del cultivo del tabaco como parte de los esfuerzos de guerra de la Segunda Guerra Mundial. Su esposa Eleanor es apodada ‘la primera dama que fuma en público’ (un ajuste hacia el olvido de lo sucedido treinta y tres años antes con Katie Mulcahey)… 1945. Durante la Segunda Guerra Mundial aumenta el hábito de fumar. A mediados de la siguiente década, más de la cuarta parte de las mujeres norteamericanas y más de la mitad de los hombres norteamericanos fuma cigarrillos… 1952. Dos investigadores británicos, Richard Doll y A. Bradford Hill informan los resultados de un estudio de cuatro años que compara 1.465 pacientes de cáncer pulmonar, con igual número de pacientes de otras enfermedades, de la misma edad, sexo y región. Llegan a la conclusión de que los pacientes de cáncer pulmonar tienen mayor probabilidad de ser fumadores y una probabilidad mayor de ser fumadores empedernidos… Década de los 80. La industria del tabaco experimenta importantes aumentos en el impuesto anual, lo que produce un incremento de la tributación de 85 por ciento o más en diferentes países, incluyendo el Reino Unido.” [50]
En los años posteriores a la penosa II Guerra Mundial, los productores de cigarrillos, a fin de paliar los daños a su economía debido a los movimientos anti-tabaco, llaman a conocidas figuras de la sociedad (principalmente actores con imagen del varón recio y atractivo) para promover el consumo de cigarrillos con filtro cuya demanda y relación encuadraba en las delicadas manos femeninas. Esos seres destacados atraían con su personalidad al sector masculino hacia las presentaciones con el aditamento que, a la vista de los detractores, simulaba una protección aportada por los fabricantes cuando en realidad propiciaban una disminución en la cantidad de tabaco por cigarrillo.
Las cigarreras en Madrid.
“El 1 de abril de 1809, el edificio mandado construir por el rey Carlos III, conocido como Real Fábrica de Aguardientes, ubicado en la calle de Embajadores, pasó a ser, por orden de José I, una fábrica de tabacos. En el barrio existían múltiples talleres clandestinos de elaboración de cigarros, todos ellos compuestos por mujeres cigarreras, que tenían fama de ser buenas profesionales. Todas aquellas mujeres fueron contratadas para la nueva fábrica. Al principio eran 800, más tarde aumentaron a 3.000, y llegaron a ser 6.300.
“La mayoría de estas mujeres vivían en el barrio. Obtenían un salario por encima de la media, que les permitía mantener una familia. Además del trabajo como obreras, los puestos de mando de los talleres también estaban ocupados por ellas. Los hombres tenían cargos muy inferiores, como mozos de almacén y capataces, cargos que estaban subordinados a las cigarreras. Sólo los directivos estaban por encima. Como consecuencia de este oficio la cigarrera llegó a ser un tipo de mujer independiente, segura de sí misma, con una economía holgada que le permitía ser generosa y ayudar al que lo necesitaba. Con su trabajo, estas mujeres mantuvieron el nivel de vida del barrio, dando estabilidad y progreso al pequeño comercio.
“El personal de los talleres estaba organizado en los llamados Ranchos, que eran mesas en las que trabajaban seis operarias. Al frente de cada rancho había una mujer a la que se llamaba Ama del rancho, que cuidaba de las compañeras y corregía su trabajo. También lo controlaba: cada una de estas amas tenía un cuaderno donde apuntaba la producción de sus operarias; el cuaderno del ama del rancho era muy importante para el cobro y para los posibles premios.
“Fuera de los talleres existían los cargos de maestras y porteras. Las maestras registraban a las cigarreras a la salida del trabajo, a la vista de las porteras. Después había un segundo registro llamado cintrarregistro (sic ¿contrarregistro?). Aunque por lo general las obreras no corrieron el riesgo de robar, entre otras cosas porque sus mismas compañeras las habrían recriminado, tal era el cuidado que tenían de conservar una buena fama ganada a pulso. Pero, naturalmente, siempre había excepciones y la fábrica no estaba dispuesta a correr el riesgo, de ahí que se crearan estos puestos fiscales.” [51]
“Con respecto a la carga impositiva:
“El impuesto al consumo es un impuesto monofásico que recae en cabeza del productor o importador de los productos sometidos a dicho impuesto.
“Compilación de procedimiento tributario.
“El responsable del impuesto al consumo es el productor o importador, quien en una única vez hace el pago del respectivo impuesto y lo traslada a sus clientes y distribuidores incorporándolo en el predio de venta, en virtud de lo cual se convierte en costo para quien adquiere el producto.
“Supongamos el caso de una empresa productora de cigarrillos. Esta empresa debe pagar el impuesto al consumo pero no lo paga de su bolsillo, puesto que se lo traslada a los distribuidores y estos al consumidor final vía precio de venta, de modo que quien realmente paga el impuesto es el consumidor, de allí que se llama impuesto al consumo.
“Nótese que quien efectivamente paga el impuesto es el consumidor, pero quien lo declara y responde por él, es el productor del cigarrillo, pero este sólo ha servido de intermediario entre el consumidor y el estado.
“En el caso del productor del cigarrillo, debe naturalmente causar el impuesto de consumo como un pasivo y luego declararlo y pagarlo.
“Para el caso de los distribuidores, estos no son responsables del impuesto al consumo, por tanto no lo declaran ni lo pagan, o mejor, lo pagan pero el impuesto está incluido dentro del precio de venta. Cuando el productor le factura al distribuidor o comerciante minorista, no le factura ni le discrimina el impuesto al consumo tal y como se hace en el impuesto a las ventas, de suerte que no será posible identificar el valor del impuesto pagado; sólo de identifica el valor de la venta que ya incluye el impuesto. Es por esa razón que la Dian considera que el impuesto al consumo se debe tratar como un mayor valor del costo, de modo que quien compra cigarrillos, lleva la totalidad del valor a la cuenta de inventarios y de allí al costo de venta.
“Así las cosas, el comerciante de productos gravados con el impuesto al consumo, lo trata como mayor costo, y en ese sentido lo declara en su impuesto de renta como costo o deducción, puesto que hace parte del costo de venta del producto.
“El impuesto al consumo no se puede tratar de otra forma, toda vez que el impuesto al consumo a al nivel del distribuidor o comerciante, no se puede descontar de otro impuesto ni se puede solicitar en devolución ni en compensación, de suerte que si no se recupera vía costo, será imposible recuperarlo y el comerciante tendría que asumirlo.” [52]
La satanización por el consumo del tabaco y específicamente contra el acto de fumar propició un lento proceso de limpieza del aire en las áreas comunes implantada por los gobiernos en gran parte del mundo denominado occidental: “Las zonas exclusivamente para fumar” deberán ubicarse al aire libre o en espacios interiores aislados y contar con las siguientes características:
“I. Las que estén ubicadas al aire libre, deberán estar físicamente separadas e incomunicadas de los espacios 100% libres de humo, no ser paso obligado para las personas o encontrarse en los accesos o salidas de los inmuebles. En estos espacios no podrán estar menores de edad y deberá advertirse a las mujeres embarazadas de los riesgos que corren ella y el producto al entrar en esa zona.” [53]
La parte negra de la historia.
Y porque es bien sabido que: “Nadie le niega el último cigarrillo a un condenado a muerte.”, queda para los detractores las tenebrosas cifras alrededor del cigarrillo: “… El tabaco mata a casi 6 millones de personas cada año. Más de 5 millones son o han sido consumidores del producto, y más de 600 000 son no fumadores expuestos a humo de tabaco ajeno. A menos que se tomen medidas urgentes, la cifra anual de muertes podría ascender a más de 8 millones en 2030.
“Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en todo el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.
“El consumo de productos de tabaco está aumentando a nivel mundial, aunque está disminuyendo en algunos países de ingresos altos y de ingresos medios-altos.” [54]
Los beneficios al fumar.
—Hay pruebas que sugieren que fumar reduce el riesgo de cáncer de endometrio en mujeres que han pasado la menopausia en un 30%.
—El tabaco reduce el riesgo de contraer Parkinson, especialmente en los hombres.
—Fumar reduce el riesgo de colitis ulcerosa. En un 8% en hombres y un 3% en mujeres.
—Se han observado tendencias que podrían indicar que el fumar es un factor que reduce el riesgo de contraer Alzheimer.
—Numerosos estudios científicos avalan el hecho de que fumar, independientemente del estilo de vida y la dieta, produce una bajada del peso. Los fumadores suelen pesar entre tres y cinco kilos menos que los no fumadores. El sobrepeso es un factor de riesgo en numerosas enfermedades cardiovasculares.
(Lo anterior aparece constantemente para crear un juego de blanco y negro que minimiza la seriedad de lo expuesto, con apariencia de contrastante, a los “beneficios” los contrarresta una idea jocosa. En ningún caso consultado establecen la o las fuentes y la sistematización para la evaluación a fin de llegar a tales afirmaciones.)
Lo bueno sobre consumir tabaco.
(Está comprobado que en algunas personas el tabaco puede disminuir el nivel de estrés y ansiedad.)
“José Luis Catalán en su Guía para Angustiados sostiene: ‘El tabaco tiene tres tentáculos con los que tomarnos al asalto: un efecto estimulante, un efecto calmante y un placer por sí mismo… El cigarrillo después de una agradable comida, sin prisas, como colofón de lo que los gourmantes prosodiaban como ‘café, copa y puro’’. El cigarrillo romántico que un viaje en tren acompaña al dulce trasporte demorado, ocioso y contemplativo. Es cigarrillo después de hacer el amor con excelente provecho, relajados… Las propiedades estimulantes del tabaco son muy apetecibles para personas que tienen un trabajo creativo (compositores, artistas plásticos, escritores, profesionales del marketing, abogados, etc[étera.]) y favorece la inspiración, las ocurrencias, las ideas brillantes. También provoca diálogos más chispeantes, graciosos y ocurrentes en las reuniones de amigos, tertulias, grupos de discusión… El poder euforizante y deshinibidor del alcohol y la eficacia estimulante del tabaco son recursos fáciles y no exigen un laborioso método creativo, disciplina sistemática, autoconocimiento de los recursos de motivación ni otras sofisticaciones abstemias, y precisamente por esa sencilla productividad se pueden instalar en nosotros como herramientas imprescindibles y condición necesaria para crear y expresarse… ¿Dejaría el pintor de pintar buenos cuadros al dejar de fumar? ¿Se dejaría de escribir bien sin el recurso del tabaco? ¿Se podría tener una animada e inteligente discusión sin el hilo conductor de un cigarrillo detrás de otro? La respuesta es sí, afortunadamente la producción intelectual y social no depende tanto del estímulo artificial del tabaco, puede ser suplido perfectamente por estímulos psicológicos distintos… Quizá varíen algunas formas, que serán más serenas y menos compulsivas, se podrá escribir de forma más suave que la accidentada que producen las interrupciones del fumar y los accidentes de la ceniza, tal vez se suprimirían los fogonazos irregulares de genio dando paso a una estabilidad y homogeneidad, a una potencia creativa de mayor envergadura. Respecto a lo que hay que medir realmente, la calidad, permanece… La parsimonia del fumar da una salida a la tensión psicomotriz (que es una de las formas físicas en las que la ansiedad se manifiesta). Hay que sacar el cigarrillo, rescatándolo de la presión de sus compañeros en la cajetilla, vigilando que su fragilidad de tubículo de papel conteniendo hojas trituradas se rompiera por un brusco movimiento. Hay que encender el cigarrillo con cierta gracia y toque estético dignificante. La calada y la emisión anodina del deshecho gaseoso. Las cenizas que, indiscretas, todo lo podrían manchar y las brasas que pudieran horadar las ropas más preciadas. La mecánica de fumar, como puede observarse, es lo bastante compleja en sí misma como para ser considerada ‘ceremonia tranquilizadora’. Fumar en pipa tiene este componente muy acentuado, y es difícil incluir su práctica en las situaciones cotidianas (cosa que le ha hecho perder terreno frente al sencillo cigarrillo, que se puede encender en cualquier circunstancia, sobre todo si no estuviera prohibido nunca), y lo ideal es un club de fumadores, una iglesia con sus peculiares olores y liturgia… Un hábito —costumbre, impulso— tiene un aspecto interno que es como un hambre muy aguda que tuviéramos, y alcanzando esa categoría de necesidad primaria logra que la corteza superior del cerebro, donde planificamos acciones inteligentes, preste todos los recursos para satisfacer y calmar la sed de fumar (conseguir nicotina y sustancias que se confunden con nutrientes esenciales)… El deseo empecinado es algo biológicamente útil cuando se trata de tener una motivación a prueba de perezas para asegurar actividades esenciales de la sobrevivencia, pero es destructivo cuando se ceba en una actividad secundaria… El sistema de valores que regulan qué es más importante para nosotros (descanso, higiene, comodidad, seguridad, economía) se ven alterados cuando el hábito de fumar se instala. Si el fumador se queda sin tabaco puede ser capaz —por más tímido y discreto que fuera antes— pedir la limosna de un cigarrillo al primero que pase… El fumador necesita sentirse ‘normal’, persona integrada en la sociedad, sin que su hábito sea contemplado en absoluto como una droga. Aunque puede leer el mensaje ‘el tabaco puede ser perjudicial para la salud’, ¿no lo compra en un establecimiento público? ¿no es una de las fuentes importantes de financiación del Estado para hacer carreteras, hospitales y atender a los desvalidos? ¿no fuman acaso los principales agentes sociales que se admiran y valoran?…”. Valga esta mínima selección para dar una idea del amplio, entre serio y jocoso aporte de José Luis catalán en su Guía para angustiados. [55]
Y aún más, casi de manera perentoria:
Fumar para sanar.
“… Muchos lo utilizan como una manera de extraer la flema de sus pulmones en tiempos de resfriados, sin tener que sufrir los desagradables síntomas de esta afección. Otros pronto se dieron cuenta de que les funcionó como un efectivo analgésico para dolores de muela, por supuesto, manteniendo paralelamente la higiene bucal y el tratamiento adecuado.
“Además, uno de los beneficios de fumar tabaco natural más notables es la disminución del vicio: necesitarás muchos más cigarrillos para estar satisfecho en comparación con el consumo de tabaco orgánico, algo absolutamente genial para quienes aman fumar pero odian lidiar con factores como el olor o el cumplimiento de las tareas diarias. Además, los efectos placenteros de la nicotina harán que probablemente logres sentirte muy bien por los efectos placenteros de la nicotina a la hora de prender tu pipa o cigarrillo.
“Efectos positivos en el organismo
“La verdad es que el tabaco cuando es natural y se consume en cantidades moderadas no es mucho menos dañino que el alcohol, e incluso un estudio con ratas de laboratorio demostró que es más fácil tomar agua hasta intoxicarse que inhalar humo de tabaco hasta tal punto. Además, su capacidad de estimular la memoria puede aliviar los síntomas del síndrome de Alzheimer y el Parkinson es notable, incluso ayudando a que estos no aparezcan a temprana edad.
“Esto sucede debido a que fumar tabaco natural regula y aumenta la cantidad de telomerasa en el organismo, una enzima que recientemente ha sido ligada a la cura o tratamiento del cáncer. Además suprime la apoptosis, que es la muerte celular programada por la misma para regular su propio crecimiento y desarrollo, convirtiendo esta costumbre, además, en una alternativa perfecta protegerse de infartos y lesiones espinales.” [56]
El arte en las cajetillas de cigarrillos.
Independientemente a la aplicación del arte gráfico en el embellecimiento de las cajetillas de los cigarrillos y envases para puros, bolsas para el tabaco picado, este producto aparece reiteradamente en la pintura, la fotografía, la cinematografía y es elemento destacado en la Ópera Carmen. [57]
Personajes en la Historia y derivados de la fantasía están asociados al consumo de la hoja del tabaco en sus diversa presentaciones y que sin él perderían mucho su aura aromática: Sherlock Holmes, George Smiley, Hercules Poirot, sir Walter Raleigh, don Andrés Soler, Mario Moreno (cuando era “Cantinflas”), Roger Moore (alias Simon Templar), Humphrey Bogart, Philip Marlowe, Lew Archer, Sam Spade y todo el santoral de los detectives de la era dorada de la novela negra y de las emisiones televisivas como es el caso del teniente Columbo, sir Winston Leonard Spencer-Churchill, Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Benito Juárez, el pícaro Jesús Pérez Gaona (alias “Pito Pérez” o “Hilo lacre”) de don José Rubén Romero, Joseph Stalin, Samuel Langhorne Clemens (Mark Twain), Paul Newman y un largo etcétera.
La abstracción total “El fumador” de José Victoriano González-Pérez (Juan Gris), con el mismo título una de las obras de Pablo O’Higgins, “La calavera fumando (o “… con cigarrillo”), “El fumador” de Vincent Van Gogh, “Cabeza de fumador, Joan Miró, “Fumador” de Adriaen Brouwer, “Los fumadores” de Juan Carlos Boveri… y una alta columna de humo elevada con pigmentos testimonian la importancia de este acto nefando —con matices de antisocial— en la actualidad. No obstante y para destacar el cambio en la visión de ésta práctica, todavía en la década de los sesenta del siglo XX era común escuchar que tal o cual persona —generalmente varones— poseía un rico aroma a tabaco e inclusive, en una mujer no estaba mal visto que fumara, siempre y cuando lo hiciera en privado puesto que sólo las mujeres de moral relajada —prostitutas— fumaban en público.
Impuestos al tabaco en México.
Éste es uno de los informes sobre el aspecto económico del tabaco financiados por Bloomberg Philanthropies y por Bill and Melinda Gates Foundation como parte de la Iniciativa Bloomberg para Reducir el Consumo de Tabaco.
“1. Incremento gradual del impuesto específico de 2 pesos por cajetilla de 20 cigarrillos, sin ajustes conforme a la inflación. El impuesto específico sería de 0.80, 1.20, 1.60 y 2.00 pesos por cajetilla de 20 cigarrillos en 2010, 2011, 2012 y 2013, respectivamente. El impuesto ad valorem se mantiene en 160% (ley vigente desde enero de 2010). 2. Implementación inmediata del impuesto específico de 2 pesos por cajetilla de 20 cigarrillos en 2010, con ajustes conforme a la inflación. El impuesto ad valorem se mantiene en 160%. 3. Incremento del impuesto específico a 0.80, 1.20, 1.60 y 2.00 pesos por cajetilla de 20 cigarrillos en 2010, 2011, 2012 y 2013, con ajustes conforme a la inflación. Incremento de la tasa ad valorem (del 160% al 350%) de modo que el impuesto total equivalga al 75% del precio final en 2013. 4. Incremento del impuesto específico de modo que el impuesto final equivalga al 75% del precio final en 2013. El impuesto ad valorem se mantiene en 160%.
Y continúa con este párrafo que trastorna la visión en cuanto a la finalidad específica en pro de la salud pública: “• Incrementar los impuestos al consumo significativamente de modo que el impuesto total (IEPS más IVA) alcance el 75% del precio final, lo cual es compatible con las mejores prácticas internacionales y es característico de los países con políticas para el control del tabaco exitosas. • Aumentar la dependencia de los impuestos específicos al tabaco por sobre los impuestos según el valor. Los impuestos específicos son más fáciles de administrar y tienden a reducir la diferencia de precios entre las marcas, lo que contrarresta la tendencia de optar por cigarrillos más baratos cuando los impuestos se incrementan. • Ajustar los impuestos específicos conforme a la inflación según disposición administrativa. De lo contrario, el valor de los impuestos se depreciará con el tiempo. • Reforzar la administración del impuesto al tabaco. Lograr una administración exitosa del impuesto al tabaco dependerá del registro y de la autorización generales (sic) de todos los productores comerciales, importadores, y vendedores mayoristas y minoristas. • Considerar la utilización de parte de los ingresos adicionales generados por el aumento de impuestos al tabaco para financiar iniciativas de salud pública destinadas a reducir el consumo de tabaco, financiar otros servicios de salud y fortalecer los mecanismos para combatir el comercio ilegal de productos de tabaco…
“Impuestos al tabaco en México. Los impuestos al cigarrillo en México son bajos comparados con otros a nivel internacional. • En México rige un impuesto al consumo denominado ‘Impuesto Especial sobre Producción y Servicios’ (IEPS) y un impuesto al valor agregado (IVA). El IVA se aplica prácticamente a todos los bienes y servicios. • El IEPS comprende un impuesto ad valorem (sobre el valor) y un impuesto específico. • El componente ad valorem del IEPS a los cigarrillos es del 160% sobre el precio al que le vende el mayorista al minorista. • El componente específico del IEPS se implementará en forma escalonada: 0.80, 1.20, 1.60 y 2 pesos por cajetilla de 20 cigarrillos en 2010, 2011, 2012 y 2013, respectivamente. El impuesto no se ajusta automáticamente conforme a la inflación. • El IVA se incrementó de 15% a 16% sobre el precio al consumidor; este incremento entró en vigor en enero del 2010. • Los impuestos totales por cajetilla de cigarrillos ascienden al 62.8% del precio final en 2010.” [58]
¿Cuánto gasta un mexicano en cigarrillos?
Para establecer las bondades de una medida económica de gasto privado y público es práctica informativa reflejarla en el porcentaje empleado para la obtención del satisfactor con base al Salario Mínimo vigente que, en la actualidad, contempla una sola zona geográfico-económica.
En 1910, el Salario Mínimo General Promedio según el inegi correspondía a la cifra de $ 0.49489, en tanto, el Movimiento Antorchista en su página en internet asienta: $ 0.38 [59] Curiosamente el INEGI no dispone de la información en cuanto al precio de los cigarrillos en el renglón de la medida de control de 10 paquetes en caja. Es de 1928 hasta 1962 cuando queda referencia del precio por caja con 10 paquetes, ahí asienta $ 6.00 hasta 1967 en que el precio llega a $ 6.30 pesos en tanto el salario mínimo era de $ 20.90 pesos diarios con un gravamen del 77%.
Durante el año de 1967 el precio de la cajetilla de cigarrillos con mayor consumo en el mercado llegaba a $ 6.20 pesos en tanto el Salario Mínimo promedio correspondía a los $ 20.90 pesos diarios; el gravamen correspondía al 77%. [60]
Algo concreto entresacarán los dichos en el complejo universo de los números en la economía el Cuadro 8, México: Participación del IEPS-Tabaco en los Ingresos Federales, 1981-2001 en donde asentado en miles de pesos corrientes anota 9,173,300 con Participación Porcentual en los Ingresos Tributarios con 1.40 % y en Los Ingresos Presupuestarios con % 0.72 %. (Determina por Fuente: Elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la H. Cámara de Diputados, con base en datos del INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México, 1981-2001 y Cuenta de la Hacienda Pública Federal, 1981-2001.) [61]
Salarios mínimos 2016. Establecidos por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos mediante resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación del 18 de diciembre de 2015. Vigentes a partir del 1 de enero de 2016. Área geográfica única: $ 73.04, en comparación, la cajetilla con 20 cigarrillos de mayor demanda (Malboro) tiene un precio de $ 47.00 en el mercado. “Con el alza que entró en vigor en los primeros días de este año, el precio de los cigarros Marlboro de 20 unidades, una de las presentaciones más consumidas en el país, se cuadruplicó desde el año 2000, pues según datos del Banco de México en ese entonces el costo de la cajetilla era de 11 pesos.” [62]
“Marlboro, la marca de cigarros más vendida en México, perdió 1.3 puntos porcentuales en su participación de mercado en el país el año pasado, para colocarse en 52.3 por ciento de las ventas de la industria, lo que abrió oportunidades para marcas de menor costo como Delicados y otras de la competencia.
“Delicados, la segunda marca con más éxito en el país, creció 0.8 puntos porcentuales a 11.2 por ciento del mercado total. Esto representó 3 mil 800 millones de cajas/unidad, considerando que la industria tiene un volumen total de 34 mil 600 millones de unidades, según datos reportados por Phillip Morris, la empresa estadounidense propietaria de ambas marcas.
“Benson & Hedges, por su parte, disminuyó su participación en 0.7 puntos porcentuales para ubicarse en 5.5 por ciento del mercado.” [63]
Tabaco y salud.
“Presentan resultados de estudio acerca de los costos del hábito sobre la salud. México gasta $45 mil millones al año en atender a enfermos por el tabaco.
“México invierte cada año alrededor de 45 mil millones de pesos en la atención de sólo cuatro enfermedades asociadas con el tabaco, aunque la cifra podría ser mucho mayor porque entre 15 y 20 tumores malignos son provocados por esta adicción”, aseguraron especialistas integrantes del Consejo Mexicano para el Control del Tabaco (CMCT)…
Otra: “… es resultado de sumar 80 mil 655 millones de pesos que eroga el sistema de salud nacional cada año para la atención de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, y que cada uno de los 11 millones de fumadores, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay en el país, gasta (anualmente) en promedio cinco mil 110 pesos en la compra de cigarros…” [64]
En concordancia con el Día Mundial Sin Tabaco, Excélsior publicó: “CIUDAD DE MÉXICO, 31 de mayo (del 2012): El impacto económico anual del tabaquismo en México asciende a 136 mil 865 millones de pesos.“, un año y cuatro meses después queda asentado que: “23 sep. 2013 – Costos del tabaco. México gasta más de 75 mil millones de pesos al año en la atención de enfermedades relacionadas con el tabaquismo…” [65]
Con fecha del 1 de junio del 2014 sin firma y adjudicada a la Redacción Excélsior publicó una entrevista a la doctora y Secretaria de Salud en aquel entonces Mercedes Juan López (“SSA descarta más impuestos a cigarrillos”, lleva por encabezado la entrevista.): “El gravamen fiscal actual al tabaco se mantendrá sin cambios, pues México es uno de los países que más ha ampliado la carga fiscal a este producto hasta llegar a 220 por ciento, afirmó la secretaria de Salud… Nuestro país ha sido vanguardia en el tema fiscal vinculado al tabaco. Ha implementado sendos incrementos al impuesto al tabaco en el pasado reciente. Cuenta en su esquema tributario, con un Impuesto Especial de Producción y Servicios (IEPS) al tabaco que consiste en una tasa ad valorem de 160 por ciento a la cajetilla de 20 cigarros, además de un gravamen de 35 centavos por cigarro (7 pesos por cajetilla), lo que representa un impuesto total del 220% sobre el precio de la cajetilla… La tasa ad valorem del IEPS a tabaco se incrementó sostenidamente en varios años desde el 2001, pasando del 100% sobre el precio de venta al 160% en 2009… Por otra parte, a partir del 2010, el Congreso de la Unión estableció una cuota fija por cigarrillo de 4 centavos (80 centavos por cajetilla) y se incrementó a 35 centavos por cigarro (7 pesos por cajetilla) a partir del 2011… Los gravámenes vigentes convierten a México en uno de los países que más ha ampliado la carga fiscal a este nocivo producto a nivel internacional durante la última década… México ha mantenido un liderazgo internacional respecto a la lucha de la adicción al tabaco, pues está científicamente comprobado que su consumo provoca daños a la salud de la persona que fuma y de las personas cercanas que respiran el humo del tabaco… El gobierno de el (sic) presidente Enrique Peña Nieto, no dará tregua en la lucha contra el consumo del tabaco y por ello instruí al Comisionado Nacional contra las Adicciones para realizar a la brevedad una nueva encuesta sobre el consumo del tabaco sobre la población adolescente, pues sabemos que el consumo de tabaco ha crecido en este segmento de la población y para tomar las mejores decisiones requerimos evidencia científica y actualizada, que nos ayude a tomar las mejores decisiones y las políticas públicas de prevención de la salud en favor de los niños y adolescentes que lamentablemente, algunos inician a temprana edad el consumo del tabaco, lo cual contrasta con lo que ocurría hace algunos años.” [66]
Continúa la aseveración con insistencia: ”El aumento de los impuestos al tabaco en México benefician a todos. Al incrementar los impuestos al tabaco se incrementarán los ingresos tributarios y se reducirá el consumo, así como sus efectos negativos en la salud y en la economía.” [67]
Ventas y compra. La parte desconocida.
Un dato chocante por sus implicaciones aparecida en el periódico Excélsior con fecha del 31 de diciembre del 2014: “La Secretaría de Salud ha detectado más de 200 marcas ilegales de cigarros que no cumplen con la legislación sanitaria, pues incluso se desconocen sus ingredientes, lo que constituye un riesgo para la salud de quienes los consumen…” [68]
“CIUDAD DE MÉXICO.- La industria del tabaco en México ha sufrido una importante caída en la venta de cigarros legales a raíz del incremento de impuesto de 7 pesos por cajetilla que entró en vigor en enero del 2011.
“A raíz del gravamen, el mercado ilícito, que ese año representaba sólo el 2 por ciento del mercado total, se incrementó considerablemente llegando actualmente al 17 por ciento, según el Informe de Acciones y Resultados de la Mesa de Combate a la Ilegalidad del SAT.
“De acuerdo con el director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco, Carlos Humberto Suárez, al año ingresan a México 340 millones de cajetillas que no pagan impuestos (India, Vietnam, China, Paraguay, Canadá e incluso de Estados Unidos ) y que carecen de control sanitario, provocando una pérdida recaudatoria de casi seis mil millones de pesos tan sólo en el Impuesto especial sobre Producción y Servicios (IEPS), sin contar el problema mayor a la salud pública, debido a que en esos ‘cigarros’ se ha encontrado productos que son todo menos tabaco.” [69]
“Incremento de impuestos al tabaco no bajó consumo, pero elevó contrabando”. “Tepic, Nay. El incremento de 30 por ciento en los impuestos al tabaco, aprobado por el Congreso de la Unión a finales de 2010, no se tradujo en disminución del consumo de dicho producto, pero la entrada de cigarros ilegales ya le arrebató 17.5 por ciento de las ventas a la industria tabacalera formal, sostuvo la empresa Philip Morris.
“De acuerdo con estimaciones de la empresa, el año pasado las autoridades mexicanas incautaron 90 millones de cigarros ilícitos que ya estaban listos para comercializarse en estados como Chihuahua, Aguascalientes, Distrito Federal y Quintana Roo.
“Para este año la cifra ascendió a 200 millones de cigarros, que fueron decomisados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aduanas y Cofepris en puertos, fronteras y ciudades importantes de México.
“Para este año se suman a otros 100 millones que fueron incautados cuando ya estaban en camino de llegar al mercado nacional provenientes de Panamá, Estados Unidos, China e India, entre otros lugares…” [70]
Y aquí un dato interesante: “Según la definición de Philip Morris, un cigarro ilegal puede ser un producto genuino fabricado por el propietario de una marca comercial, pero comercializado ilícitamente, es decir sin el pago de los impuestos correspondientes… también puede tratarse de cigarros falsificados sin la autorización del propietario de la marca comercial, ni bajo regulaciones sanitarias adecuadas.” [71]
En tanto, el 2 de enero del 2015 la OEM en sus páginas, La Prensa asentaba que el “Contrabando redujo 6.6% (la) recaudación por impuestos al tabaco” según lo esperado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cifra determinada en los primeros nueve meses del año del 2014, lo que implica un déficit de mil 817 millones de pesos derivado a la fuerte carga impositiva aplicada a los cigarrillos desde el 2011 lo que favoreció un crecimiento del 2 al 17 por ciento de introducción del producto ilegal en el mercado en el transcurso de sólo tres años.
Entonces ¿cuál es la medida adecuada? Y ¿cómo valorar las cifras satisfactorias presentadas a la población? Al parecer, la disminución corresponde a la compra en el mercado legal y queda soterrado el aumento en la compra de cigarrillos sin control de la producción autorizada ni las medidas sanitarias correspondientes. Inclusive, la información antitabaco dirige la atención a los 4000 componentes dañinos en el cigarrillo, de los cuales, la gran mayoría no son consustanciales a la hoja en su forma natural. Corresponden más a los afanes en pro de una rápida manufactura, conservación y resistencia del producto “industrializado”.
Y otra más: “México.- La aparición en el mercado de los llamados ‘cigarros pirata’ aumentaría el costo de los tratamientos para enfermedades relacionadas con el tabaco, que representan dos mil 500 pesos diarios por persona, alertan especialistas.” “El investigador del Departamento de Toxicología de esa casa de estudios (Arnulfo Albores Medina – Cinvestav) explicó que el humo de un cigarrillo de marca comercial contiene unos cuatro mil componentes químicos, de los cuales 160 son tóxicos y casi 60 por ciento carcinógenos probados…” [72]
Los cigarrillos electrónicos o “vaporizador electrónico” creados en China en el año del 2004 no son la panacea. Ofrecen algunas dudas y hasta franca oposición por parte de la Organización Mundial de la Salud, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, de la estadunidense Administración de Alimentos y Medicamentos… Como todo en la ciencia con aplicación a lo humano, el tiempo de vida del individuo y lo complejo de los estudios a fin de garantizar una afirmación o negación tajante crean más dudas que certezas para su uso/consumo humano.
El cigarrillo, el tabaco, perdida su valía ritual es en nuestros días —motivo, junto con el comercio del azúcar, algodón, oro y plata, para el brutal tráfico de humanos por medio de los barcos negreros británicos, españoles, portugueses, holandeses, franceses, del abastecimiento de mano de obra forzada por parte de los propios reyes y comerciantes africanos, sea por trueque o venta sin tapujos para la explotación de minas y cultivo de los campos, desarraigó miles de seres trasladados a espacios de la América recién integrada a los intereses del comercio mundial de su época— es una muleta con la cual el ciudadano intenta vanamente paliar su problemática cotidiana con visos de irremediable. Al final, aún con la argumentación acostumbrada cuya finalidad es la salud pública, la irritación de una parte de la sociedad es asunto a considerar. Ni apología ni vilipendio.
Adendum.
Reactiva venta de cigarros sueltos el mercado ambulante.
José Manuel López Castro
Doña Ana es una mujer setentona. Desde muy joven trabajó en el servicio doméstico, pero cuando las fuerzas comenzaron a debilitársele, cambió de giro laboral. Aconsejada por sus amistades se dedicó a ver dulces cerca de una escuela primaria.
Cuando se inició la campaña contra el elevado consumo de azúcar y sus derivados, Ana resintió esos impactos en su economía diaria, por lo que trató de encontrar una solución a su problema económico.
A la campaña contra el consumo de dulces se sumó una más. Esta todavía más agresiva: la prohibición de fumar cigarros, una de cuyas vertientes de esta campaña fue el aumento en su precio al consumidor para ponerlos fuera del alcance económico de la mayoría de la población que, simultáneamente, aumentó en número de afectos al tabaco y a utilizarlo desde edades más tempranas.
Estos factores: aumento en el precio de la cajetilla de tabaco e inicio más temprano a fumar crearon un mercado muy atractivo para los vendedores ambulantes: vender unidades sueltas.
Así, pronto, quienes vendían dulces, paletas, botanas o cualquier otra mercancía callejera y hasta los puestos de periódicos y revistas; en puestos fijos, semifijos, ambulantes o semiestablecidos, encontraron en la venta de cigarros sueltos una reactivación de su economía anterior, perdida por las prohibiciones mencionadas.
Ahora es común en las calles de la Ciudad de México ver a esos ambulantes ofrecer los cigarrillos sueltos que exhiben de muy diversas maneras que, a veces, simulan carrilleras ofertando las distintas marcas de tabaco sobre su pecho.
Como vivimos un momento económico de oferta y demanda, los dos tipos de cigarros que más se ofrecen son los normales (por lo general, marca Marlboro) y los mentolados, para quienes desean este tipo de tabaco.
Así, doña Ana ya no se preocupa por su economía doméstica. En promedio, vende entre una, una y media y hasta dos cajetillas diarias de cigarros sueltos. Cada unidad la ofrece en 5 pesos y como cada cajetilla contiene 20 cigarros, obtiene al día entre 100 a 200 pesos, con una ganancia neta de entre 53 a 106 pesos, si es que compra la cajetilla en el mercado normal, a un costo promedio de 47 pesos.
Pero como también existe el mercado negro de los cigarros, la cajetilla se puede obtener en sólo 20 pesos, por lo que la ganancia llegaría hasta los 160 pesos diarios, levemente mayor a dos salarios mínimos vigentes en la Ciudad de México.
[1] Gran parte de la información histórica está en el libro “Atlas del tabaco en México” [Tabamex-Inegi, 1989] proporcionado por el buen amigo don José Manuel López Castro a quien agradezco el préstamo.
[2] El Tabaco en el México Precolombino. batmexico.com.mx
[3] En Michoacán el tabaco tiene una relación sumamente estrecha con el dios Curicaueri, deidad solar y celeste a donde va el humo expirado, es pues, un vehículo excelente para el mensaje al ser divino.
[4] Atlas del tabaco en México. Tabamex-Inegi, 1989, página 11,
[5] Ídem, página 17.
[6] Ibídem, página 18.
[7] Nicotiana (36 especies): 18 localizadas en Argentina; 11 especies en Perú, Bolivia y Chile; 6 o menos en Brasil, Uruguay, Paraguay; 15 en Australia y el Pacífico; en Estados Unidos e islas del Pacífico presentan menor número de especies autóctonas; en México y sureste de Estados Unidos; una en las cotas del este y Golfo de México; una en México, Guatemala y área del Caribe”. “Atlas del tabaco…” página 12.
[8] Atlas del tabaco en México. Tabamex-Inegi, 1989, página 21.
[9] Jacques Soustelle. Página 154 “La vida cotidiana de los aztecas. Jacques Soustelle, traducción de Carlos Villegas. F.C.E. 1980.
[10] Jacques Soustelle. Página 157 “La vida cotidiana de los aztecas. Jacques Soustelle, traducción de Carlos Villegas. F.C.E. 1980.
[11] Códice Vaticano Latino 3738, lám(ina) LXXXIV.” Arqueología mexicana, número 78, marzo-abril del 2006, página 33 en el capítulo “Mitología y simbolismo de las flores” de Ana María L. Velasco Lozano y Debra Nagao
[12] Arqueología Mexicana número 98, julio-agosto del 2009, en el capítulo “Moctezuma II. La gloria del Imperio”, de Eduardo Matos Moctezuma, en la página 59.
[13] Arqueología mexicana, número 78, marzo-abril del 2006, página 43 en el capítulo “Las flores en la poesía náhuatl” de Miguel León Portilla. Manuscrito conservado en la Colección Latinoamericana de la Biblioteca de la Universidad de Texas, en Austin.
[14] Arqueología mexicana, número 78, marzo-abril del 2006,
[15] Arqueología mexicana, edición especial número 14, página 16 de la Serie Códices.
[16] Tepeyácac. Tepeaca, ciudad y uno de los 217 municipios del estado mexicano de Puebla, ubicado a 35 km de la Ciudad capital del Estado de Puebla, corresponde al Valle de Tepeaca-Tecali de Herrera. Su nombre proviene de una alteración castellana de «Tepeyácac», de las voces náhuatl tepetl ‘cerro-piedra” y yacatl “nariz-punta-prominencia”, con idea cercana a: “en la punta del cerro” o “el cerro de enfrente” o “el principio de los cerros”. Se le ha denominado «Tepeaca de Negrete» porque en ella nació y vivió el General Miguel Negrete Novoa. Tepeaca es descendiente del antiguo señorío de Tepeyácac el cual tuvo su origen en las migraciones tolteca chichimecas del siglo XII. Con la conquista de los tlaltelolcas en 1438 y de los mexica en 1446 la región se convirtió en tributaria de los imperios circunlacustres y de gran importancia en las relaciones entre el valle central y la tierra caliente del Golfo. Tepeaca fue conquistada por los aztecas en 1466 y posteriormente fundada por Hernán Cortés bajo el nombre de «Villa de Segura de la Frontera», el 4 de septiembre de 1520 y fue la segunda ciudad más importante hasta ese entonces, solo después de la «Villa Rica de la Vera Cruz».
[17] Obras maestras del México antiguo. Paul Westheim. Era, 1977. Traducción de Mariana Frenk. Página 202 con reproducción de la figura procedente de Nayarit, Cultura del Occidente, página 203.
[18] Ideas fundamentales del arte prehispánico en México. Paul Westheim. Era, 1972. Traducción de Mariana Frenk.
[19] Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana. Rémi Simeón. Siglo XXI, decimoprimera edición en español, 1994. Traducción de Josefina Oliva de Coll.
[20] 2009 © D.R. Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. Hecho en México. www.velvet.unam.mx
[21] Tabaquismo, página 17, Secretaría de Salud. salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/tabaquismo.pdf consultado el 3 de abril del 2016.
[22]2009 © D.R. Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. velvet.unam.mx
[23] bigott.com.ve
[24] batmexico.com.mx
[25] bigott.com.ve
[26] “Atlas del tabaco…” página 28.
[27] Ídem.
[28] La Biblia. Reina Valera 1960. Consultada el 6 de enero del 2016.
[29] James I of England and James VI of Scotland (Edimburgo, 19 de junio de 1566 – Theobalds House, 27 de marzo de 1625) fue rey de Escocia como Jacobo VI desde el 24 de julio de 1567 hasta su muerte, y rey de Inglaterra e Irlanda como Jacobo I desde el 24 de marzo de 1603 hasta su muerte.
[30] “…Durante su reinado continuó la ‘Era Dorada’ del drama y la literatura isabelinos, con grandes escritores como William Shakespeare, John Donne, Ben Jonson y Francis Bacon, a los que el Rey patrocinó, contribuyendo al florecimiento cultural. Apasionado por la teología, el Rey ordenó la traducción de la Biblia que lleva su nombre, la King James, y es la oficial de la Iglesia Anglicana. Probablemente jamás hubo tal concentración de talento literario bajo el patronazgo de la Corona inglesa. El propio Jacobo era un erudito de considerable talento, autor de poesías, traducciones y un tratado sobre poesía, así como obras condenando la brujería y el tabaco (Daemonologie [1597]10 y A Counterblaste to Tobacco [1604])…” ecured.cu/index.php/Jacobo_VI_de_Escocia
[31] bigott.com.ve
[32] Javier Redondo. Tribuna, 21 de octubre del 2014. Los tres errores de Cameron.
[33] bigott.com.ve
[34] Javier Redondo. Tribuna, 21 de octubre del 2014. Los tres errores de Cameron.
[35] Universidad Veracruzana Facultad de Medicina. «Tabaquismo». Tesis que para obtener la titulación como Médico Cirujano presenta: Antonio Gerardo Lagunes Ibarra. cdigital.uv.mx Consultado el 6 de enero del 2016.
[36] bigott.com.ve
[37] “… Don Diego Madrazo (de la Escalera Rueda) provenía de una de las familias más ricas y de mayor abolengo de Espinosa de los Monteros y disfrutaba de dos mayorazgos, una primera posesión en España que comprendía, además del título nobiliario, las tierras y casas de Espinosa y Montes de Pas, entre los que se encontraba el solar de nuestra novelesca casa y el otro mayorazgo en México donde, además de numerosas tierras, disponía de un nutrido y variado grupo de empresas de tabaco, ganadería, pieles, harinas, industria de ferrería…” Tomado de José Javier Gómez Arroyo, “Casa del linaje de don Diego Madrazo, marqués del Valle de la Colina, en Vega de Pas”. Asociación Valles Pasiegos.es La tres Villas Pasiegas. Consultado el 8 de enero del 2016.
[38] “…Es el edificio industrial con mayores dimensiones del siglo XVIII. Su estilo arquitectónico es considerado como único en su género en España, a la vez, que uno de los más antiguos de esa tipología que se conservan en Europa de la época del ‘antiguo régimen’.
“Se edificó en lo que en aquella época, eran los extramuros de Sevilla, sobre un antiguo enterramiento romano, en unos terrenos conocidos como ‘de las claveras’… Su construcción comenzó en el año 1.728 aunque no se terminó hasta el año 1.763.
“En aquel entonces era la única fábrica de tabaco. La materia prima venía principalmente de las colonias de España y otra parte de Virginia. En sus instalaciones trabajaban aproximadamente unos mil hombres que, con unos doscientos caballos utilizaban unos ciento setenta molinos…” Real Fábrica de Tabacos. Sevillanismo. Monumentos de Sevilla. sevillanisimo.es/monumentos-sevilla/real-fabrica-tabacos-sevilla.html Consultado el 8 de enero del 2016.
[39] Xavier Guzmán Urbiola. La Ciudad de los libros y las huellas del tiempo. Artes de México, Número 108, diciembre del 2012. Pp. 40-50.
[40] Ídem.
[41] Ibídem.
[42] Dada la multiplicaciones de citas semejantes, resultó difícil establecer la fuente primera, la “fuente madre” para esta afirmación.
[43] British American Tobacco Mexico. batmexico.com.mx
[44] Fuente: Miguel Hidalgo. Documentos por la Independencia. Compilación y estudio preliminar: José Antonio Martínez A. Comité Conmemorativo del CCL Aniversario del Natalicio de Don Miguel Hidalgo y Costilla. LVIII Legislatura de la Cámara de Diputados. Primera edición. México, 2003, p. 93-95.
Tomado de: Colección de Documentos para la Historia de la Guerra de Independencia de México, de 1808 a 1821. Juan E. Hernández y Dávalos. Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. Edición facsimilar. México, 1985, Tomo II, p. 243-244.
Independencia Nacional. Tomo I. Antecedentes – Hidalgo. Instituto de Investigaciones Bibliográficas. Seminario de Independencia Nacional. Universidad Nacional Autónoma de México. México. (Primera edición 1986-1987) Segunda edición 2005. Páginas 338-339. Tomado de Hernández y Dávalos. Colección…., vol. II, doc. 145, p. 243.
[45] ciudadmexico.com.mx México, D.F. 2009. Consultado el 6 de enero del 2016.
[46] bigott.com.ve
[47] dominicanaonline.org/Portal/espanol/cpo_anexion.asp consultado el 27 de julio del 2015.
[48] Para mayor y detallada información en este renglón ver: Denise Hellion Puga. Trabajadoras de la cigarrera El Buen Tono: Industria, Publicidad y representaciones de la mujer en México, 1880-1920. Historia 2.0, Año III, No. 6, Bucaramanga, Julio-Diciembre 2013. ISSN 2027-9035, pp. 147-175. Thelma Camacho Morfín. Los álbumes de <<El Buen Tono>>: Fotografía y Catolicismo Social (México, 1894-1909) Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Denis Hellion Puga, Humo y cenizas. Los inicios de la publicidad cigarrera en la Ciudad de México. INAH
[49] bigott.com.ve
[50] Ídem.
[51] es.wikipedia.org/wiki/Cigarrera Consultado el 9 de enero del 2016.
[52] gerencie.com
[53] Artículo 60 fracción I del RLGCT
[54] WHO Media centre
[55] Apartado 2.8. Psicología del hábito de fumar. Por: José Luis Catalán en su Guía para Angustiados.
[56] blog, Los beneficios de fumar tabaco natural. hojas-tabaco.es/beneficios-fumar-tabaco-natural/#more-1744. Consultado el 6 de enero del 2016.
[57] Carmen (gitana, cigarrera de la Fábrica de Tabacos de Sevilla) es una opéra comique francesa en cuatro actos con música de Georges Bizet y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, basado en la novela Carmen de Prosper Mérimée, publicada por vez primera en 1845, posiblemente influida por el poema narrativo Los gitanos (1824) de Aleksander Pushkin. Mérimée leyó el poema en ruso en 1840 y lo tradujo al francés en 1852. Cabe la mención de que la novela “La reina descalza” de Ildefonso Falcones es toda una secuela de cuadros costumbristas, retrata la penosa vida de los gitanos traficantes del tabaco en Sevilla y Madrid, España, y la siempre presente Cuba de mediados del siglo XVIII.
[58] global.tobaccofreekids.org/, consultado en diversas fechas, la última el 4 de abril del 2016.
[59] mexicomexico.org
[60] inegi.org.mex
[61] Notimex 30 de mayo del 2011.
[62] La Jornada. jornada.unam.mx/2015/01/11/economía
[63] El Financiero, 10 de enero del 2016. elfinanciero.com.mx/empresas/crecen-marcas-de-cigarros-de-bajo-costo.html
[64] Excélsior con fecha del 31 de mayo del 2012 y con firma de Alicia Valverde.
[65] insp.mx › Noticias › Salud Poblacional, consultada el 3 de abril del 2016
[66] excelsior.com.mx Revisado el 4 de abril del 2016.
[67] global.tobaccofreekids.org/ consultado en varias ocasiones, la última el 4 de abril del 2016.
[68] excelsior.com.mx Consultado el 4 de abril del 2014
[69] El Financiero, 10 de enero del 2016. elfinanciero.com.mx/economia/el-impacto-de-los-impuestos-al-tabaco-en-mexico.html
[70] vanguardia.com.mx informó el viernes 5 de octubre del 2012.
[71] vanguardaia.com.mx consultado el 4 de abril del 2016.
[72] zocalo.com.mx consultado el 3 de abril del 2016.
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