Disfrute de los beneficios de salud que ofrecen las calabacitas

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Escrito por Dr. Joseph Mercola*
Datos comprobados

Cultivar calabacitas (Cucurbita pepo) en su jardín es una forma sencilla de disfrutar de sus beneficios, con la certeza de que obtendrá vegetales libres de insecticidas y pesticidas. Las calabacitas florecen fácilmente en el suelo o en macetas, pero requieren de bastante agua y plena luz solar.

Las calabacitas, una calabaza de verano, son grandes productoras de frutos una vez que sus plantas están establecidas. Las semillas germinan con rapidez y la planta tarda muy poco en madurar, por lo que incluso podrá cultivar semillas en agosto y obtener una cosecha de otoño. Aunque es un cultivo fructífero, el cultivo se beneficiará de la asistencia adicional del jardinero.

¿Qué son las calabacitas?
La calabacita es un miembro de la familia de las cucurbitáceas, es nativa de América Central y México. En cuevas que datan del 8,000 a. C. se observan dibujos que representan la calabaza.

De acuerdo con Mother Earth News, este vegetal fue ampliamente cultivado por los indígenas nativos de Norteamérica como parte de los tres principales cultivos conocidos como «Las tres hermanas», que incluían a la calabaza, maíz y frijoles.

En los años 20, los inmigrantes italianos introdujeron el vegetal en los Estados Unidos. Las calabacitas pueden crecer hasta alcanzar un tamaño masivo, pero las de mejor sabor son las más tiernas y pequeñas. Busque las piezas que tengan de 15 a 20 centímetros de largo.

Aunque es considerado como un vegetal, botánicamente es una fruta. Al igual que otros miembros de la familia, la calabacita puede contener toxinas, llamadas cucurbitacinas, para ayudar a defender la planta contra los depredadores.

Aunque la toxina tiene un sabor amargo, las calabacitas de cultivos caseros tienen bajos niveles de esta toxina. Ha habido informes de personas que comen las que tienen sabor amargo y experimentan intoxicación alimenticia y pérdida masiva de cabello.

Las plantas son anuales en casi todos los climas durante los meses cálidos del año. Sólo se necesita una o dos plantas para producir suficientes calabazas para una familia. Las semillas de calabacita pueden sobrevivir hasta cuatro años cuando se almacenan en un lugar fresco y seco.

Cultive sus calabacitas en el jardín o macetas
Si no hay suficiente espacio en el jardín, considere cultivar sus calabacitas en macetas. Deberá usar macetas con un diámetro de, al menos, 60 centímetros y 30 centímetros de profundidad. Busque macetas que cuenten con, al menos, un buen orificio de drenaje en la parte inferior. Incluso puede usar un contenedor grande de plástico al cual pueda hacerle agujeros de drenaje con un taladro.

Llene el recipiente con tierra ligera que se drene bien, pero evite la tierra de uso regular para jardín que podría contener plagas y semillas de malezas.

Las calabacitas se pueden plantar en el suelo o en macetas aproximadamente dos semanas después de la última helada de la zona donde viva. Coloque dos o tres semillas a una profundidad de alrededor de 2.5 centímetros, dejando unos 5 centímetros de espacio entre cada semilla.

Una vez que hayan germinado las semillas, agregue mantillo alrededor de las plantas para mantener estable la temperatura del suelo y retener el agua. Estas dos estrategias simples ayudarán a que su cultivo produzca frutos más grandes en menor tiempo.

La calabacita se desarrolla bien si se siembra sobre una pendiente o montículo elevado. Plante de dos a tres semillas a poca distancia sobre un montículo para que las flores de la calabaza se polinicen fácilmente con el fin de obtener más frutos.

Si las cultiva en maceta, puede colocar dos macetas juntas para promover la polinización. Cada flor se abre durante un día, así que si no es polinizada, no obtendrá frutos. Si las plantas de calabacita están cerca unas de otras, sus flores podrían abrirse cualquier día, lo que aumenta las posibilidades de que se polinicen y obtener un cultivo abundante.

Es necesario que haya flores hembra y macho que puedan abrirse al mismo tiempo para que se dé la polinización, ya que sólo las flores femeninas desarrollarán frutos. Al principio, las plantas nuevas tienden a dar únicamente flores macho. Una vez que la planta comienza a crecer, brotarán flores de ambos sexos.

Las flores hembra desarrollan pequeños frutos exactamente detrás de la base de la flor. Puede polinizar sus propias flores hembra al cortar las flores masculinas y espolvorear el polen en las flores femeninas.

Mientras crece, este cultivo obtiene, al menos, 5 centímetros cúbicos de agua a la semana, así que, si no hay suficiente lluvia, deberá regar sus plantas para compensarlo. Si es posible, use una manguera difusora para regar las plantas por debajo de sus hojas y reducir la posibilidad de oidio.

Recolecte las calabacitas en el momento correcto y guárdelas para mantenerlas frescas
Dado que crecen rápidamente, puede comenzar a cosechar calabacitas incluso 40 días después de la siembra. Si desea una producción más grande, intente plantíos consecutivos, en los cuales inicie un nuevo cultivo dos o tres veces durante la temporada.

Sin embargo, dado que no son muy tolerantes a las heladas, espere hasta la última helada o use mallas antiheladas para proteger sus plantas por la noche cuando las temperaturas bajen a 18 °C aproximadamente.

Recolecte los frutos cuando tengan entre 15 y 20 centímetros de largo. Si las piezas están deformes, es posible que no hayan recibido suficiente agua o fertilizante. Una vez que empiece a recolectar, fertilice las plantas de manera ocasional con el fin de mejorar su producción.

Monitoree sus plantas todos los días en busca de nuevos frutos, ya que crecen con rapidez. Use un cuchillo afilado o tijeras de podar para cortar el fruto de la vid en lugar de quebrarlo o arrancarlo. Si olvida una o dos frutos, elimine lo antes posible cualquier calabaza demasiado madura para reducir el requerimiento de nutrientes de su planta.

Una vez que las haya cosechado, puede conservarlas en el refrigerador hasta por 10 días. Mantenga sus calabacitas enteras, secas y sin lavar en una bolsa de papel con un extremo abierto para estimular la circulación de aire.

Si desea almacenarlas durante un máximo de tres meses para consumirlas durante el invierno, considere congelarlas. Lávelas y córtelas en rodajas de 1.5 centímetros.

Escalde sus calabacitas para detener la actividad enzimática, lo que provoca cambios en su textura y pérdida de nutrientes. Puede escaldarlas al hervir una olla grande con agua y un poco de sal. Coloque cerca otro tazón grande de agua con hielo.

Cuando hierva el agua, sumerja las rodajas de calabacita durante uno o dos minutos, escúrralas inmediatamente y páselas por un baño de hielo para detener la cocción. Una vez que las rodajas se hayan enfriado, escúrralas y guárdelas en recipientes para congelar.

Disfrute los beneficios de las calabacitas
Las calabacitas brindan muchos beneficios y hay muchas maneras de disfrutarlas en sus comidas. Cada 100 gramos de calabacita aportan sólo 17 calorías y son ricas en fibra, no tienen colesterol y cuentan con un alto contenido de flavonoides antioxidantes, tales como zeaxantina, beta-caroteno y luteína.

Cada nutriente desempeña una función importante para desacelerar el envejecimiento y prevenir enfermedades.

La mayor parte de su fibra y antioxidantes se encuentran en la cáscara, por lo que es mejor conservarla a la hora de servirlas. Los antioxidantes ayudan a proteger la salud ocular al combatir los radicales libres y reducir el riesgo de desarrollar afecciones oculares relacionadas con la edad, como el glaucoma, degeneración macular y cataratas.

También puede considerar emplearlas para tratar la inflamación de los ojos al colocar rebanadas crudas de calabacita sobre sus párpados durante 30 minutos.

La fibra favorece la digestión y reduce la prevalencia de estreñimiento y otros problemas digestivos. También ayuda a alimentar las bacterias beneficiosas del intestino. Además, las calabacitas son una excelente fuente de potasio, un nutriente saludable para la salud cardiaca que ayuda a controlar la presión arterial, con el fin de contrarrestar los efectos del exceso de sodio.

Recetas para preparar sus calabacitas

• Omelet de huevo con calabacita y champiñones — Sin importar si prefiere preparar omelets para cenar o desayunar, esta receta baja en calorías y rica en fibra combina bien con el fruto fresco o proteínas orgánicas.
• Deliciosos fideos de calabacita con pesto cremoso de aguacate — El pesto es un tipo de salsa para pasta tradicionalmente hecha con albahaca, ajo molido y piñones, que luego se mezcla con aceite de oliva y queso parmesano. Esta receta es un toque único en platillos italianos, que combina un pesto de aguacate cremoso y ligeramente dulce con fideos de calabacita que son deliciosos y fáciles de preparar.
• Deliciosas croquetas de calabacita horneada — Si busca una alternativa a las croquetas pequeñas, le encantará esta combinación de calabacita y queso cheddar que seguramente le encantará a su familia.

* Joseph Mercola es un ameritado médico norteamericano que promueve los tratamientos alternativos para la salud. Sus artículos diarios se traducen a varios idiomas y cuenta con miles de seguidores en todo el mundo.

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