Después de un infarto, la rehabilitación cardíaca es fundamental

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Ciudad de México, 11 de diciembre de 2018.- En México, se han incrementado los padecimientos cardiacos durante los últimos 10 años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) las enfermedades del corazón se posicionan como una de las principales causas de muerte, al representar el 20% de las defunciones totales del país.

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2030 se incrementarán a nivel mundial, el número de muertes a más de 23.3 millones por enfermedades cardiovasculares, específicamente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Uno de los padecimientos cardiovasculares más frecuentes en México es la insuficiencia cardiaca, la cual afecta cada año a un millón 600 mil mexicanos convirtiéndose en una de las principales causas de muerte. Tan sólo en 2017, se registraron 24 mil decesos relacionados con este padecimiento.

De esta forma, diversos nosocomios como el Hospital Ángeles, han adoptado innovadoras tecnologías desarrolladas a través de equipos médicos de alta especialidad para rehabilitación que evitan un alto porcentaje de recaídas después de un evento cardíaco o una intervención quirúrgica, además de que le permiten al paciente reintegrarse satisfactoriamente a sus actividades diarias.

Asimismo, es importante resaltar que la rehabilitación cardiaca también requiere de un programa multidisciplinario en el que participe el médico tratante, cardiólogo rehabilitador, enfermeras, psiquiatras, psicólogos, nutriólogos y cardioneumólogos, entre otros.

De acuerdo con Ana María Bustamante, especialista en cardiología del Hospital Ángeles, actualmente es una prioridad brindar tecnología de vanguardia para mejorar la salud de pacientes en diversas áreas como neurología y cardiología.

Abraham Renner, director de Biomedics, empresa especializada en equipos y sistemas médicos, destacó que en México algunos hospitales o consultorios emplean aparatos de ejercicio convencionales que no fueron desarrollados para procesos de rehabilitación, por lo tanto, carecen de las prestaciones mínimas para que un paciente consiga resultados.

Durante el proceso de rehabilitación cardiaca también resulta necesario trabajar con el paciente en un cambio de hábitos como mejorar su alimentación, controlar sus niveles de colesterol, evitar el tabaquismo, practicar una actividad física de acuerdo con sus posibilidades y adoptar un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de recaídas.

De esta forma, los avances tecnológicos en los equipos médicos para rehabilitación y un cambio de hábitos aseguran un mejor pronóstico y calidad para quienes sufren padecimientos cardiacos.

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