Washington, D. C., 9 de abril de 2020.- A pesar del nuevo coronavirus, Estados Unidos celebrará sus elecciones nacionales este año.
Los expertos dicen que el proceso puede ser un poco difícil, pero las elecciones presidenciales y al Congreso (junto con algunas votaciones estatales y locales) tendrán lugar el 3 de noviembre. La Constitución de Estados Unidos estipula que los mandatos de los miembros del Congreso terminan el 3 de enero y que el mandato del presidente termina el 20 de enero.
Las delegaciones extranjeras en la Comisión Federal de Elecciones, que supervisa los procedimientos de las elecciones federales, se han sorprendido de lo descentralizado que está el sistema de Estados Unidos. Los estados y condados se encargan de organizar la votación y de informar de los resultados. El sistema dificulta la realización de cambios radicales, incluso para protegerse de amenazas a los votantes como el coronavirus. De acuerdo con Hans von Spakovsky del centro de pensamiento Heritage Foundation, los fundadores de la nación lo diseñaron así para que los titulares federales no pudieran cambiar las reglas electorales para mantenerse en el poder.
“Tenemos tiempo, y será diferente que en el pasado, pero hay muchas razones para esperar que tendremos una elección en la que los ganadores sean la auténtica elección de los votantes con derecho a participar”, dice Edward B. Foley, director del programa de derecho electoral de la Universidad Estatal de Ohio. “Preservamos el autogobierno incluso en este entorno. Eso dice algo sobre nuestra identidad nacional”.
Cambio en las primarias
El nuevo coronavirus ha golpeado en el medio del primero de los tres pasos de la campaña presidencial de Estados Unidos. Durante el primer paso, cada partido mayor elige un candidato a través de las primarias estatales y los caucus electorales. Más de la mitad de los estados y territorios ya han celebrado estas competiciones. El resto de los estados están impulsando las primarias hasta la primavera, esperando que para entonces sea más seguro que los votantes vayan a los centros de votación.
“El número de muertos es terrible, pero Estados Unidos tiene la capacidad como comunidad de sobrevivir a esto”, dice Foley. “No va a acabar con nuestro autogobierno”.
Las convenciones se flexibilizan
La segunda parte de la temporada electoral de Estados Unidos llega en el verano, cuando cada estado y territorio envía delegados a las convenciones de los principales partidos para seleccionar formalmente a los nominados.
Las convenciones dan a los nominados la oportunidad de reunirse con sus partidarios, recaudar fondos y captar la atención del público a través de la cobertura televisiva. Pero abarrotar un centro de convenciones con miles de personas puede no ser factible este verano.
Foley dice que, legalmente, los partidos políticos tienen autonomía para elegir a sus nominados de otras maneras. No tienen que hacerlo a través de una convención. Cada partido podría proponer procedimientos para nominar a su candidato formalmente sin reunirse en persona.
A principios de este mes, los demócratas reprogramaron su convención en Milwaukee (Wisconsin), de la semana del 13 de julio a la semana del 17 de agosto para dar más tiempo a la planificación.
“Mientras pasamos por el desafío sin precedentes de responder al coronavirus, estamos explorando una gama de opciones de contingencia para asegurarnos de que podemos ofrecer una convención exitosa sin riesgos innecesarios para la salud pública”, dijo Katie Peters, portavoz del Comité de la Convención Nacional Demócrata, antes del anuncio.
Los republicanos planean reunirse en Charlotte (Carolina del Norte), a partir del 24 de agosto. “A la luz de la propagación de Covid-19, tomaremos medidas adicionales para garantizar la seguridad y la salud de todos los asistentes, y seguiremos comunicándonos con los expertos en salud federales, estatales y locales en nuestra planificación”, dice Tatum Gibson, secretario de prensa de la Convención Nacional Republicana 2020.
Los votantes mantienen la distancia
Aunque el último paso de la campaña, la votación del 3 de noviembre está a siete meses, los estados están empezando a cambiar los procedimientos en caso de que el nuevo coronavirus siga siendo un factor.
Los funcionarios se están preparando para reducir el número de centros de votación y reemplazar a los voluntarios de mayor edad con estudiantes universitarios o trabajadores gubernamentales más jóvenes y sanos, abogados o asistentes legales, según Paul D. Pate, quien encabeza la asociación de los principales funcionarios electorales estatales de la nación. Ellos idearán formas de asegurar que los votantes no se acerquen unos a otros.
Algunos estados están considerando aumentar la disponibilidad de papeletas de voto por correo.
En la mayoría de los estados con derecho a voto, la votación por correo (también llamada voto ausente) se hace sólo con una excusa sancionada, como enfermedad o viajes, por ejemplo. Pero algunas legislaturas estatales están aprobando leyes para ampliar su disponibilidad. Los funcionarios electorales están comprando suministros, incluyendo millones de sobres.
El estado de Oregón ha dependido completamente de las boletas enviadas por correo desde noviembre de 2000.
Si las boletas de voto por correo se vuelven frecuentes, los resultados de la noche de las elecciones no estarán disponibles a las pocas horas del cierre de las urnas, como ha sido el caso en el pasado. “Es mucho más lento el procesamiento de las boletas de ausentes que las boletas regulares”, dice Von Spakovsky.
Pate, que es el secretario de estado de Iowa y dirige la asociación de sus homólogos de todos los estados, expresa su confianza. Dice que los funcionarios electorales siempre han tenido que lidiar con huracanes, tornados y terremotos. “Puede parecer un poco diferente”, dice Pate a los votantes estadounidenses, “pero su voz será escuchada, su voto será contado”.
