Washington, D. C, 26 de febrero de 2022.- La Carta de las Naciones Unidas consagra el principio de que los países no utilizarán la fuerza contra “la integridad territorial o la independencia política” de otro Estado. Para justificar su invasión brutal, no provocada y premeditada de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ofrece esta falsedad: Ucrania no es un país.
En un discurso pronunciado el 21 de febrero, Putin trató de justificar el reconocimiento de las zonas controladas por Rusia de las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk como “independientes”, una flagrante violación del derecho internacional, afirmando falsamente que “la Ucrania moderna fue creada enteramente por Rusia”. Llamó al país soberano “tierra históricamente rusa”.
“Está completamente equivocado, históricamente”, dijo el 21 de febrero en Msnbc Timothy Snyder, profesor de la Universidad de Yale y autor de libros sobre la historia de Ucrania y Europa del Este.
El movimiento por una Ucrania independiente es 100 años anterior a la Unión Soviética, según dijo Snyder, y señaló que algunos aspectos de la historia ucraniana se remontan a la Edad Media.
En los siglos X y XI, Ucrania fue el centro de la Rus de Kiev, el primer Estado eslavo oriental y el mayor de Europa. El Estado ucraniano del Hetmanato Cosaco se formó a mediados del siglo XVII y se mantuvo independiente durante más de 100 años, a pesar de la presión de Moscú.
Estado ucraniano
En su discurso del 21 de febrero, Putin afirmó falsamente que la Unión Soviética estableció Ucrania en 1991, el año en que la Unión Soviética se derrumbó. Ucrania declaró su independencia en agosto de 1991, y en un referéndum celebrado en diciembre de ese año, los ucranianos apoyaron la declaración, con un 92% de votantes que eligieron la independencia.
Con el telón de fondo de esta historia revisionista y de pretextos, Putin lanzó el 24 de febrero una invasión premeditada a gran escala, no provocada e injustificada de Ucrania, violando su soberanía e integridad territorial.
El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, calificó la acción de “invasión deliberada, a sangre fría y planificada durante largo tiempo”. Y añadió: “Rusia está utilizando la fuerza para intentar reescribir la historia”.
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, los funcionarios rusos “distorsionan regularmente las narrativas históricas para tratar de presentar a Rusia bajo una luz más favorable”, citando los intentos de revisar “la historia del Estado de Ucrania”.
El presidente Putin considera Ucrania “no como un país soberano con derecho a la integridad territorial y a la independencia, sino como una creación de Rusia y, por tanto, subordinada a Rusia”, dijo el 22 de febrero, el secretario de Estado, Antony Blinken. “Es una afirmación completamente falsa que ignora la historia, el derecho internacional y las decenas de millones de ucranianos patrióticos que son ciudadanos orgullosos de una Ucrania libre e independiente”.
