Estados Unidos se retiró del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el pasado 19 de junio, citando la inclusión en el panel de violadores en serie de los derechos humanos y su sesgo político crónico.
“El Consejo de Derechos Humanos se ha convertido en un ejercicio desvergonzado de hipocresía: muchos de los peores abusos contra los derechos humanos son ignorados y los delincuentes más serios se sientan en el consejo”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado, junto con la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley.
“Sus miembros incluyen gobiernos autoritarios con historiales indudables y abominables de derechos humanos, tales como China, Cuba y Venezuela”, dijo Pompeo.
Haley describió un “sesgo crónico contra Israel” en las acciones del consejo. En el pasado año, destacó Haley, el consejo ha aprobado cinco resoluciones contra Israel, más de la cantidad aprobada contra Corea del Norte, Irán y Siria conjuntamente.
“Este enfoque desproporcionado y hostilidad sin fin contra Israel” dijo Haley, “es prueba clara de que el consejo está motivado por sesgos políticos, no por los derechos humanos”.
With members like China, Cuba, the Democratic Republic of Congo, and Venezuela the Human Rights Council is not worth its name. pic.twitter.com/K7Ad2G6CeE
— US Mission to the UN (@USUN) 19 de junio de 2018
Haley había advertido en un discurso pronunciado en junio de 2017 ante el Consejo que necesitaba abordar sus errores sistémicos o Estados Unidos tendría que “perseguir el avance de los derechos humanos fuera del Consejo”. La administración de Trump ha pedido dos cambios específicos:
- Criterios más estrictos para evitar que entre los miembros del consejo se admita a los que abusan de los derechos humanos.
- Eliminación de un rubro de la agenda en relación con la situación de derechos humanos en territorios palestinos que Haley indica que señala a Israel para recibir “criticismo automático”.
En el año desde aquel discurso, Haley dijo, “la situación en el consejo ha empeorado, no mejorado”. Señaló su incapacidad para responder a los abusos de los derechos humanos en Irán y Venezuela, y la elección al Consejo de la República Democrática del Congo, que tiene uno de los peores antecedentes en materia de derechos humanos del mundo.
Estados Unidos apoya los derechos de todas las personas a las libertades que su creador les ha otorgado, dijo Haley. “Por eso nos retiramos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, una organización que no es digna de su nombre”.
La reforma de las Naciones Unidas es una prioridad de la administración de Trump. En su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU en 2017, el presidente Trump desafió a la ONU a emprender reformas para convertirse en un organismo más eficiente y orientado a los resultados.
“Debemos respetar las leyes, respetar las fronteras y respetar la cultura, y el compromiso pacífico que estas permiten”, dijo el presidente en aquel discurso. Observe el vídeo.
