Washington, D. C., 25 septiembre 2020.- El Servicio de la Guardia Costera de Estados Unidos encabeza un esfuerzo mundial para poner fin a la pesca ilegal que daña los ecosistemas y amenaza los medios de vida y las economías en todo el mundo.
En una nueva estrategia, el Servicio de la Guardia Costera de Estados Unidos afirma que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (Indnr) ha sustituido a la piratería como principal amenaza a la seguridad marítima. La estrategia establece un enfoque para una aplicación más colaborativa y eficaz.
La pesca Indnr es un conjunto de prácticas pesqueras deshonestas, tanto en alta mar como en zonas de jurisdicción nacional. Amenaza la seguridad y la prosperidad mundiales y debilita el orden basado en las normas, sobre todo,nnklñq
“Si la pesca Indnr continúa sin control, podemos esperar el deterioro de los frágiles estados costeros y el aumento de las tensiones entre las naciones pesqueras extranjeras, lo que amenaza la estabilidad geopolítica en todo el mundo”, indicó el comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, almirante Karl Schultz, en el documento de estrategia publicado el 17 de septiembre.
En el marco de la nueva estrategia, el Servicio de la Guardia Costera mejorará sus esfuerzos de larga data para combatir la pesca ilegal con una aplicación de la ley más selectiva y basada en información de inteligencia. También creará más cooperación internacional en un esfuerzo por proyectar un buen comportamiento marítimo mundial.
La pesca ilegal amenaza el sustento de más de 3,000 millones de personas en todo el mundo que dependen de la pesca para trabajar o alimentarse. Los pescadores ilegales capturan 26 millones de toneladas de pescado al año, lo que resulta en decenas de miles de millones de dólares perdidos por la pesca legal, según indica la estrategia de la Guardia Costera.
“Las naciones depredadoras e irresponsables que hacen la vista gorda a la pesca Indnr distorsionan los mercados con políticas económicas agresivas, socavan las democracias libres y abiertas, desafían la seguridad y la prosperidad y desestabilizan los países en riesgo en todo el mundo”, indica la estrategia.
Por ejemplo, flotas pesqueras masivas con bandera de la República Popular China, como la que faenó recientemente cerca de los diversos ecosistemas marinos de las Islas Galápagos de Ecuador, han amenazado la pesca y el medioambiente de otros países.
Los esfuerzos del Servicio de la Guardia Costera están a la vanguardia de un enfoque del gobierno de Estados Unidos para contrarrestar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) invierte más de 33 millones de dólares cada año en la pesca sostenible en más de una docena de países. La financiación de Usaid ha apoyado el equipo de vigilancia para ayudar a los pescadores a demostrar que su captura es legal, asegurando que puedan vender en los mercados internacionales.
#BREAKING: A new analysis by Oceana – using @globalfishwatch – finds that nearly 300 Chinese vessels pillaged the waters off the Galapagos Marine Reserve from July 13-Aug 13, risking the ecological balance & livelihoods of the Galapagos Islands.Learn more: https://t.co/9dyJW52KiP pic.twitter.com/CwxL1Tid75
— Oceana (@oceana) September 16, 2020
La estrategia del Servicio de la Guardia Costera pide que se ayude a las naciones asociadas a detener la pesca ilegal en todo el Hemisferio Occidental y el Pacífico Sur, alrededor de Oceanía, en el Pacífico Norte y alrededor de las naciones insulares del Pacífico, así como en la costa de África.
Además, Estados Unidos mejorará el intercambio de información con las naciones asociadas, incluyendo Canadá, Japón y Corea del Sur. Estados Unidos también hará públicas todas las actividades ilegales para que los malos actores rindan cuentas.
“Se trata de que los países soberanos protejan su PIB, que protejan sus medios de vida”, dijo el 17 de septiembre el almirante Schultz en un diálogo sobre la nueva estrategia auspiciada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (Csis) en Washington. “La pesca Indnr amenaza la capacidad de una nación anfitriona para proteger o ahorrar recursos, es un asunto de sostenibilidad de alimentos”.
