Un serio problema que se arrastra desde hace varios años por parte de administraciones delegacionales de Iztacalco e Iztapalapa, de la Ciudad de México, y del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, es la impunidad con que han actuado comerciantes de la carne y sus derivados, ambulantes y verduleros, que afecta gravemente a vecinos de diferentes colonias en la zona, en el oriente de la Ciudad de México.
En específico, en la Calle 7 o Anillo Periférico (Barrio de San Juan) confluyen las colonias Pantitlán de Iztacalco, Juárez Pantitlán de Nezahualcóyotl y Juan Escutia de Iztapalapa, conocida como la zona de “Los Obradores”, donde se generan conflictos a diario por la comercialización de infinidad de productos, con puestos y estacionamientos que invaden la vía pública.
En esta zona limítrofe de Iztacalco, Iztapalapa y Ciudad Nezahualcóyotl, prácticamente está ahorcada la vialidad; para transitar por este lugar se pierde alrededor de una hora y pone en peligro la seguridad de los transitan por el lugar.
La Diputación Permanente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (Aldf) exhortó a diversas dependencias del Gobierno de la Ciudad de México a atender varias problemáticas que afectan la convivencia urbana y movilidad en el oriente capitalino, en coordinación con jefes delegacionales y autoridades del Estado de México.
Por tal motivo, mediante un punto de acuerdo, se exhortó a los titulares de las Secretarías de Seguridad Pública (SSP), de Movilidad (Semovi), de Obras (SO) y de Gobierno de la Ciudad de México, para que esta última dirija los esfuerzos pertinentes.
Urge se genere una coordinación con jefes delegacionales de Iztapalapa e Iztacalco y con las autoridades del Estado de México y de Nezahualcóyotl a fin de resolver el conflicto en beneficio de los vecinos. No puedan transitar por las banquetas y tienen que arriesgarse a caminar en el arroyo vehicular, se afirmó.
En la Colonia Pantitlán es necesario iniciar acciones para mejorar los espacios públicos en las llamadas “lanzaderas” donde hacen base unidades de transporte público, proveniente del Estado de México, convirtiendo las calles en espacios nocivos, donde hay basura, agua sucia y los choferes se asean en el lugar.
Todo esto daña la convivencia sana de la comunidad, en particular, el que se encuentra adjunto al Centro Social Nuevo Milenio.
“El transporte público de pasajeros se ha ido apoderando, poco a poco, del espacio comunitario, dejan la basura y agua sucia. En ese sitio, que, además de casas, existe un centro social, un espacio deportivo con gradas y que en próximos días se inaugurará un comedor comunitario, también es testigo de conductas que ofenden a las personas que viven cerca, ya que ahí se generan relaciones desde amistosas hasta sexuales, violentando el entorno y la paz social, además de que se respira humo que daña la salud”, denunció Elizabeth Mateos, del PRD.
