El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (itesm) y Cementos Mexicanos (Cemex)) otorgaron el premio al proyecto “Conservación y producción de vainilla en la Sierra de Otontepec, Veracruz”, en la categoría “Transformando Comunidades”. El proyecto ganador concursó contra más de 280 trabajos y hoy se le entregó en Monterrey, Nuevo León.

La propuesta ganadora busca fortalecer e incrementar el cultivo de vainilla y, con ello, coadyuvar a la economía familiar y local. También busca preservar las poblaciones silvestres de vainilla en la región montañosa central de Veracruz.

El proyecto es asesorado por Pablo Elorza Martínez y fue desarrollado por Enrique López Avilés, estudiante de Agronomía de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana, y por la bióloga Rosa Esteban Santiago, todos ellos colaboradores de la Fundación Pedro y Elena Hernández, en la estación en campo ubicada en la Sierra de Otontepec.

Enrique destacó que para desarrollar el proyecto se eligió la comunidad rural de San Nicolasillo, municipio de Chontla, donde la mayor parte de sus habitantes hablan náhuatl y otomí, ubicada a 98 kilómetros de Tuxpan y parte del Área Natural Protegida Sierra de Otontepec. “San Nicolasillo es una población con un alto índice de marginación, por lo que es relevante fortalecer actividades productivas de alto valor, como lo es el cultivo de la vainilla”.

El proyecto iniciará en septiembre y tendrá una vigencia de un año, consiste en establecer 25 huertos de vainilla en acahual (árboles tutores), con 300 plantas por módulo, sembrándose un total de siete mil 500 esquejes de vainilla en la comunidad.

Estas actividades serán realizadas por los pobladores de la comunidad previamente seleccionados y contarán con la asesoría del Dr. Elorza, Enrique López y Rosa Esteban, bajo el paraguas de la Fundación Pedro y Elena Hernández.

Alberto Labastida, director general de la Fundación Pedro y Elena Hernández, comentó: “Hay que seguir promoviendo la producción domestica de vainilla y otros productos con alto valor. El mercado da para todos y creo que si nos convertimos en una zona productora de vainilla existirá mucha prosperidad, empleo y bienestar para las familias”.

Para la Fundación citada promover la producción de vainilla es importante porque genera no solamente una actividad productiva, sino un vínculo especial con la tierra, tiene un efecto positivo sobre el medio ambiente ya que requiere de árboles tutores, por lo que con una producción sana de vainilla se logra un incremento de las áreas forestadas de la región. La Fundación actualmente maneja más de 100 huertos en comunidades de la Sierra de Otontepec, apoyando a productores de la región.

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