El Agricultor Primero

Los jóvenes de la ciudad están interesados en los temas vinculados con el campo, sin embargo, no son conscientes que existe una conexión entre esas cuestiones y la realidad agropecuaria.

Esa es una de las principales conclusiones a las que arribó un estudio acerca de la “Percepción de los jóvenes sobre el agro”, realizado por la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral y por el Centro de Agronegocios y Alimentos de esa misma Casa de Estudios.

El trabajo, de carácter cualitativo y con la metodología de focus group, revela que los jóvenes están interesados por los temas de innovación, alimentación, educación, inseguridad y medio ambiente. “Con la salvedad de que ellos no son conscientes de tal conexión”, según concluyeron en el estudio.

“Se confirma en la población urbana el desconocimiento sobre qué es, qué hace y quién es el agro en la Argentina”, afirma Bernardo Piazzardi, docente del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

En la investigación se tomaron dos grupos de jóvenes de entre 16 y 40 años. Uno integrado por quienes no tenían vinculación alguna con el agro y otro por quienes sí la tenían, tanto por motivos de estudio como familiares.

Tanto los “urbanos” como los “del campo” coincidieron en sus respuestas en que el imaginario del país se estructura sobre los temas de “Alimentos; agroganadería; turismo; fútbol Messi-Maradona; asado/carne; mate; campo-gaucho; diversidad; simpatía, y costumbre y patriotismo, lo que denota “una vinculación intuitiva del agro con la esencia del país”, con cierto “nacionalismo”.

Pero entre uno y otro grupo surgieron miradas contrapuestas. “Desde la ciudad se ve al campo como poderoso económicamente y dominante. Y desde el campo surge como indispensable, vital, cercano y familiar, con el foco puesto en los pequeños productores”, sostiene el estudio.

Entre los aspectos negativos que resaltaron los jóvenes no vinculados con el agro surgieron las temáticas relacionadas a los agroquímicos que los consideran “venenos” y riesgosos para las personas que están cerca.

También hablaron de “malas condiciones de trabajo” y definieron la vida en el campo como “dura, aislada y sin señal (de internet)”. Además, se refirieron al mal uso de los recursos como el “maltrato animal y el agotamiento de la tierra”. Para los investigadores, mientras los jóvenes provenientes del agro expresaron su conocimiento y su vínculo con la actividad, en los urbanos aparece la “desinformación”, con “miedos y prejuicios”.

Pese a esa visión, ambos grupos coinciden en que les interesan los temas sobre medio ambiente, sustentabilidad, tecnologías, innovación y emprendedorismo. “Todos ellos están vinculados con el campo, sólo hace falta comunicarlo”, explica Damián Fernández Pedemonte, director de la escuela de posgrados en Comunicación de la Universidad Austral.

El especialista señala que los jóvenes se informan por las redes sociales y que prefieren el estilo narrativo, testimonial y con el uso del humor.

Piazzardi, por su parte, sostiene que el desconocimiento de los jóvenes urbanos sobre la realidad del agro revela una falencia en la comunicación del sector. “Es parte de la falta de competitividad del agro argentino tranqueras afuera”, dice. “La recomendación de gestión para cualquier actividad empresarial o institucional es repartir el tiempo productivo en tres tercios: estrategia, operaciones y comunicaciones”. En el agro argentino, observa, “el 90% del tiempo está dedicado a las operaciones y prefieren no comunicar lo que hacen”.
Fuente: La Nación Argentina

Artículo original tomado de: https://goo.gl/8o9fKJ

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