Urge rescatar a los artistas urbanos, populares y de la calle y reconocerlos como forma de expresión, como reclamo político y cultural, porque así “la ciudad se convierte en escaparate y máximo exponente de la libertad de expresión”.
Ante esta premisa, la diputada local, presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte de la ALDF, Beatriz Olivares, precisó al presentar una Iniciativa para crear la distinción y entrega de la medalla al reconocimiento del Arte Urbano y Callejero.
Expuso que las personas que desarrollan actividades artísticas urbanas, populares y de la calle necesitan estímulos y el reconocimiento para que su obra perdure, por lo que necesita que su actividad sea dignificada y difundidas.
La legisladora reconoció que en la Ciudad de México, desde que son electas democráticamente sus autoridades, la persecución hacia las personas que desarrollan actividades artísticas urbanas, populares y de la calle ha venido disminuyendo, y se han creado espacios para su difusión y desarrollo, aunque enfatizó que no es suficiente.
“La medida trata de dignificar esta exteriorización de las ideas, la difusión de conceptos alternativos y contraculturales, sobre todo lograr un reconocimiento de las diversas expresiones”, sostuvo.
Asimismo, llamó a la ALDF para que se reconozca a quien elabora una actividad artística extramuros, lo que definió como “actividades al alcance de todas las personas que habitan y transitan esta gran ciudad”.
Beatriz Olivares argumentó que estas manifestaciones artísticas son una respuesta que intentan impulsar otras formas de transmitir conocimiento e información de manera diferente a como lo hacen los medios masivos de comunicación (Televisión, Radio, Internet, entre otros), ya que los mensajes son diferentes en cuanto a su contenido y su forma (mensajes con un sentido político, puestos en la calle para que sean vistos, sin ninguna intermediación del mercado y con un criterio estético particular).
La legisladora indicó que el arte urbano es un cajón de sastre que reúne corrientes de actuación muy diferentes en origen, forma e intención, pues recordó que su versión más conocida es la técnica del graffiti, considerada como una forma marginal de cultura, pero no por ello inferior en cuanto a sus capacidades expresivas.
Dijo que el arte urbano surge como una forma de expresión reivindicativa de críticas u opiniones sobre la situación social de aquellos grupos sociales que habitan en las distintas zonas urbanas de una ciudad.
“Normalmente estos nuevos movimientos emergentes y críticos con el sistema establecido, enfatizó, están fuera de los circuitos artísticos generados por el poder, innovan la realidad artística del momento y son eco de lo que podemos llamar ‘culturas de la calle’, que se pueden denominar como aquellas que nacen a partir de movimientos sociales que sólo disponen de la calle, el espacio público, el espacio de todos, para expresarse”, abundó.