Washington, D. C., 17 de marzo de 2022.- Algo extraño ocurre en Estados Unidos cada mes de marzo. Millones de personas en todo el país se convierten en devotos aficionados al baloncesto universitario. Incluso hay un nombre para esta situación: March Madness (locura de marzo).
Se debe a que marzo es el mes en el que se disputan los torneos de baloncesto de la Asociación Nacional Atlética Estudiantil (Ncaa).
Competiciones masculinas
El torneo masculino comenzó en 1939. Sólo compitieron ocho equipos y la Universidad de Oregón ganó el primer título al derrotar a la Universidad Estatal de Ohio en la final, 46-33.
El primer torneo de la Ncaa fue un evento discreto. El partido del campeonato se jugó en un estadio semivacío de la Universidad de Northwestern, con capacidad para 9,000 espectadores.
Sin embargo, poco a poco, el torneo creció gracias a la cobertura televisiva y a que los partidos se convirtieron en un escaparate para leyendas del baloncesto como Kareem Abdul-Jabbar, Michael Jordan, Larry Bird y Stephen Curry.
Este año, el partido del campeonato se celebrará en el estadio Caesars Superdome de Nueva Orleans, con capacidad para más de 73,000 aficionados al baloncesto.
Los deportes universitarios, y especialmente el baloncesto universitario y el fútbol americano, son un gran negocio en Estados Unidos. En ese sentido, los deportes estadounidenses son diferentes de los de otros países, donde jóvenes atletas prometedores juegan en equipos de clubes y no en equipos asociados a centros de educación superior.
En la actualidad, el torneo de baloncesto March Madness se ha ampliado a 68 equipos. Treinta y dos equipos se ganan su lugar entre los seleccionados para el torneo que aparecen en un diagrama de árbol, conocido como “bracket“, de los juegos, al ganar el campeonato de su conferencia o división. Los 36 equipos restantes son elegidos por el comité de selección de la Ncaa.
Ese es uno de los puntos fuertes del torneo. Al principio de la temporada, los aproximadamente 350 equipos de baloncesto de la División I tienen la oportunidad de entrar en el llamado “Big Dance” (gran baile). Durante March Madness, los aficionados pueden tener la oportunidad de animar a su escuela o equipo estatal.
El formato del torneo, un sistema de eliminación simple similar a las rondas eliminatorias de los campeonatos de fútbol de la Copa Mundial, es popular. El ganador de cada partido avanza, mientras que el perdedor se va a casa. Cada partido es una competición dramática “a vida o muerte”.
El torneo suele estar dominado por las grandes universidades que gastan millones en instalaciones deportivas y salarios para los mejores entrenadores. Por ejemplo, esta temporada se espera que potencias tradicionales del baloncesto como las universidades de Arizona, Kansas y Kentucky hagan un buen papel en el torneo masculino.
A veces, sin embargo, las escuelas más pequeñas (los llamados equipos “cenicienta”) trastornan a las más grandes y mejor clasificadas, creando parte de la “locura”. En 2018, la Universidad de Maryland del condado de Baltimore sorprendió al mejor equipo del país, la Universidad de Virginia, al vencerlo en la primera ronda del torneo.
Competiciones femeninas
En los últimos años, el baloncesto femenino se ha hecho más popular. El torneo nacional de baloncesto femenino comenzó en 1972 y fue dirigido por una organización llamada Asociación de Atletismo Intercolegial para Mujeres (Association for Intercollegiate Athletics for Women, Aiaw).
Una pequeña universidad femenina de Pensilvania con sólo 500 estudiantes, el Immaculata College (ahora Universidad Immaculata), ganó los tres primeros campeonatos de la Aiaw. La entrenadora de Immaculata, Cathy Rush, cobraba sólo 450 dólares por temporada.
El torneo femenino de la Ncaa cuenta ahora con 68 equipos y, al igual que el masculino, se disputa en grandes estadios y está dominado por las universidades más grandes. La Universidad de Connecticut ha ganado 11 campeonatos de la Ncaa, y la Universidad de Tennessee, ocho. Esta temporada se espera que las universidades de Carolina del Sur, Connecticut y Iowa hagan un buen papel en el torneo femenino de la “locura de marzo”.
Además, entrenadores de los equipos femeninos, como Dawn Staley, tres veces medalla de oro olímpica y entrenadora de la Universidad de Carolina del Sur, cobran mucho más de 450 dólares.
En marzo, los aficionados al baloncesto disfrutan de los partidos de competición entre los mejores equipos universitarios y sus famosos entrenadores. Pero también pueden volverse un poco locos por un jugador desconocido que les sorprenda con un juego excepcional o por un equipo “cenicienta” que gane contra todo pronóstico.
El autor de este artículo es el redactor independiente Fred Bowen.
