Ciudad de México, 11 de agosto de 2019.- Esta noche concluyeron los Juegos Panamericanos 2019, cuya sede fue Lima, capital de Perú, en América del Sur, un bello país que vive inmerso entre Los Andes y el Océano Pacífico, característica nación latina, con su propia historia ancestral que camina con fuerza hacia la modernidad.
Los Panamericanos dejaron grandes lecciones, más allá de las victorias y derrotas; la defensa de los colores patrios, las lágrimas y sonrisas de los participantes ante la victoria o derrota frente a sus competidores.
Un primer dato a analizar lo constituye el potencial deportivo que mostró, una vez más Estados Unidos, indiscutible ganador en estas competencias continentales. Los es por su tradición de hacer de la vida misma una competencia entre sus congéneres.
En todos los niveles se aprende a competir. En lo económico, social, político y en el deporte. La vida misma, desde el nacimiento, es competencia. Así se vive hasta la muerte. Hasta el final. Es un estilo de vida. Por eso, los logros en cualquier justa deportiva.
Otras lecciones más las dieron Canadá, la nación de la Hoja de Maple que, en años anteriores dominaba los deportes de invierno por su ubicación hemisférica; ahora, se sumó a otras disciplinas lúdicas y, en varios casos, estuvo al tu por tu contra Estados Unidos o cualquier otro gigante latinoamericano en las distintas disciplinas que se desarrollaron en esta justa.
Brasil, por supuesto, ocupó un lugar preferencial por su tenacidad en la práctica de los diversos deportes. No sólo es futbol; ya es un gigante en otras modalidades del deporte. Así lo dejaron ver en estos Panamericanos.
Junto con Brasil, avanzan Colombia, Argentina, Chile y algunas naciones centroamericanas, aunque todavía limitadas a ciertos deportes.
Por el contrario, Cuba, que en otros tiempos se consideraba una potencia indiscutible, bajo una óptica engañosa y altamente politizada. Lo era porque sus deportistas, con carácter real de profesionales, competían contra amateurs para dar la imagen de un superdesarrollo deportivo.
Ahora, por el contrario, cada día baja de nivel para ocupar el lugar que le corresponde dentro del concierto continental.
El Caso México
México también avanza, aunque no a la misma velocidad en todos los deportes, pero sí lo hace más allá de los distingos del color partidista de su gobierno.
En esta justa panamericana ocupo un tercer lugar en el Medallero, sitio honorable muy por encima de las previsiones de sus actuales dirigentes político-administrativos del deporte que, jefaturados por la laureada corredora Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), mostraron supina ignorancia en sus previsiones sobre los éxitos que lograrían los mexicanos en Lima.
México obtuvo 136 medallas, de las cuales 37 fueron doradas; el resto se repartió entre plata y bronce, pero, de cualquier forma, el Lábaro Patrio ondeó en lo alto de ese sitio de honor que ocupan sólo los mejores.
Existen casos de verdadera extrañeza, algo normal en los últimos años, como los son deportistas y entrenadores que se quejan de los pocos apoyos que les otorga la Conade y que ellos mismo costean sus viajes. Esto rememora tiempos anteriores cuando el gobierno tenía que costear todo, aunque bien es sabido que la Conade y otros organismos rectores del deporte son oficinas dedicadas a mantener una burocracia dorada que vive de los presupuestos oficiales, únicamente.
La administración actual no es la excepción. Menudean las denuncias sobre las preferencias que tiene Ana Gabriela por apoyar a sus allegados y amigos, por encima de los deportistas profesionales, aunque esos beneficiados no, necesariamente, practiquen algún deporte.
Top 10 Medallero Panamericano
1.- Estados Unidos
2.- Brasil
3.- México,
4.- Canadá
5.- Argentina
6.- Cuba
7.- Colombia
8.- Chile
9.- Perú
10.- Ecuador
