Ciudad de México, 16 de julio de 2024.- Debido al aumento de las temperaturas, sequías, inundaciones y otros eventos climáticos, el sector logístico requiere mayor atención y adaptación por parte de las empresas de todo el mundo. El potencial de interrupciones en la cadena de suministro es considerable y se ha convertido en una de las mayores preocupaciones del sector. Estas interferencias conllevan mayores costos operativos, debido a rutas más largas y menos eficientes, retrasos en las entregas, consumo adicional de combustible y mayor dependencia de soluciones de transporte alternativas, entre otros.

«El río Amazonas atravesó una severa sequía el año pasado, el Canal de Panamá también se vio afectado por el mismo problema y aún enfrenta las consecuencias. Con este tipo de interrupciones, se reduce el número de cruces de barcos, aumentan los precios del flete, los costos de los seguros también pueden incrementarse debido al riesgo de daños y pérdida de carga y se generan retrasos en las entregas. Algo similar ocurre con las inundaciones, que pueden dañar infraestructura esencial como carreteras y puentes, impidiendo el transporte terrestre y causando grandes interrupciones», dijo Mario Veraldo, ceo de la empresa de logística MTM Logix.

Impactos
Los datos de la plataforma de monitoreo de Resilinc muestran que, de 2021 a 2023, hubo un aumento del 44% en las alertas relacionadas con condiciones climáticas extremas, de 244 interrupciones en 2021 a 351 el año pasado.

El impacto del cambio climático en la cadena de suministro varía significativamente entre países desarrollados y en desarrollo, debido a las diferencias en infraestructura y resiliencia económica. De acuerdo con la opinión de Veraldo, en el caso de las regiones desarrolladas, con infraestructura y tecnología avanzadas, pueden resistir y recuperarse mejor de las interrupciones climáticas. Por ejemplo, Estados Unidos actualiza continuamente los códigos de construcción y las leyes de zonificación para garantizar que las estructuras puedan resistir eventos extremos.

«Se cree que los sectores químico y turístico del Reino Unido, por ejemplo, sufrirán pérdidas considerables debido a las fluctuaciones de la cadena de suministro causadas por el calor extremo. En los países en desarrollo, sectores como la agricultura son más vulnerables debido a las dependencias sensibles al clima, como el café, la soya, el arroz y el algodón, entre otros, lo que podría reducir las exportaciones y aumentar los precios de los productos», aseveró.

Estas fluctuaciones «locales» pueden tener repercusiones en todo el planeta. La interdependencia entre países significa que los eventos climáticos, económicos o geopolíticos pueden afectar la economía en su conjunto. Por ejemplo, una sequía en Brasil, Colombia o América Central, los mayores productores de café del mundo, puede tener un impacto significativo en los precios del café, afectando a agricultores y consumidores en países que se encuentran lejos de donde ocurrieron estos eventos climáticos.

Soluciones
Con más interrupciones en el horizonte, MTM Logix sugiere enfoques que incluyen realizar evaluaciones constantes de riesgos climáticos, diversificar proveedores e implementar tecnologías avanzadas como IoT (Intelligence of Things), IA (Inteligencia Artificial) y Big Data para mejorar la visibilidad y la previsión. Las inversiones en infraestructura resiliente al clima y la adopción de prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables y la optimización de rutas de transporte, pueden aumentar la resiliencia.

El uso de etiquetas inteligentes habilitadas para IoT, por ejemplo, proporciona datos en tiempo real sobre el estado del envío, aumentando la asertividad y reduciendo el desperdicio. La IA utilizada para el análisis predictivo y la optimización de rutas ayuda a las empresas, especialmente a las de entrega, a optimizar las operaciones logísticas y reducir el consumo de combustible.

La Organización Marítima Internacional (OMI) ha establecido objetivos para reducir las emisiones de carbono del transporte marítimo en un 50% para 2050. Actualmente, los armadores están invirtiendo en barcos propulsados por combustibles alternativos, como los biocombustibles y una nueva flota de barcos más eficientes que se entregarán en 2026.

«Cambiar de camiones a transporte marítimo, por ejemplo, puede reducir las emisiones de CO2 en alrededor de un 85%. Esta transición reduce las emisiones y contribuye a reducir el consumo de combustible y la congestión en las carreteras, apoyando aún más la sostenibilidad ambiental», concluyó Veraldo.

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