Ciudad de México, 4 de julio de 2020.- Cuando un familiar muere es cuando, en carne propia, uno se da cuenta de las injusticias que, en cierta forma, provocan su deceso. Se ve con mayor realismo y crudeza la discriminación de las instituciones médicas públicas o gubernamentales.

Es el caso del señor Ángel Chávez Palacios “Bis”. No falleció por coronavirus. Fue por un problema renal, pero sí, en cierta forma, el virus fue parte causal de su deceso por la mala atención médica, al no darle seguimiento a su caso en el Hospital La Raza del Seguro Social (Imss) de la Ciudad de México.

Ahí, se llevó al paciente, luego de que los familiares lo pasaron de la clínica respectiva al hospital del Imss, donde no se le dio la atención debida. Había preferencia para los infectados por el Covid-19. Era la orden del director general del instituto y del gobierno federal, dijeron galenos y administrativos del nosocomio citado.

En La Raza, luego de suplicar la atención del familiar, se le internó durante dos días y fue dado de alta, porque, al parecer, se necesitaban las camas y la atención médica para los contagiados del Covid-19. Solo le hicieron una biopsia y le colocaron una sonda para drenarle el líquido contenido en sus riñones. No hubo más estudios médicos ni más tratamientos.

El personal médico daba preferencia a los pacientes de la pandemia, por lo que lo mandaron a su casa. Como era de esperarse, se complicó la enfermedad, pero ya no lo quisieron recibir en ese mismo hospital. La excusa: no hay citas y tampoco atención de especialidades. Solo pacientes con coronavirus. ¿Pero, es un seguimiento de su enfermedad? Se está complicando, reclamó un familiar. No hubo respuesta.

Los medicamentos que le recetaron son controlados y no los proporcionaron, porque, según no había en existencia en ese momento. Hubo necesidad de comprarlos y también de hacerle los demás estudios que necesitaba en un laboratorio privado. De igual manera, se consultó a un médico particular.

Aun así, y con los gastos imprevistos, nuevamente se tuvo que acudir a La Raza. La misma respuesta. Entonces, los familiares maldicen al coronavirus que fue el causante, indirectamente, de que no se atendiera debidamente al familiar.

La misión del Imss es ser el instrumento básico de la seguridad social, establecido como un servicio público de carácter nacional para todos los trabajadores y sus familias. Su visión: por un México con más y mejor seguridad social

El Artículo 2 de la Ley del Seguro Social establece que la seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo.

La cuestión es: ¿cuántas personas, mexicanas y mexicanos más, morirán por culpa del maldito coronavirus? No porque les haya dado, sino porque obliga a la actual política de salud, por la emergencia sanitaria, a tomar estas nefastas decisiones. ¿Hasta cuándo los “dueños de la salud en México” protegerán a todos los mexicanos.
Ojalá y las autoridades máximas del instituto, conformadas por: la Asamblea General, el Consejo Técnico, la Comisión de Vigilancia y, por supuesto, el director general, se avoquen a discutir estos lamentables sucesos y no se abandone a su suerte a pacientes derechohabientes y familiares.

* Se me adelantó mi compadre y amigo “Bis” -a quien brindo esta columna-. Una gran persona, un excelente ser humano. Un sincero y leal amigo del barrio, de la “Guerrero”. Compañeros de muchas y agradables aventuras. Mi concuño. Lo vamos a extrañar. ¡Descanse en paz!

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