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Washington, D. C., 31 de enero de 2020.- Algunas de las amenazas globales más grandes son microscópicas. Son los organismos, bacterias y virus resistentes a los antibióticos.

El problema es urgente. Actualmente el mundo enfrenta la amenaza de una nueva cepa de coronavirus. Organizaciones como los Institutos Nacionales de la Salud y los Centros para el control y la prevención de las enfermedades trabajan en la contención de la mortífera enfermedad, que no tiene cura conocida.

Otras enfermedades, incluso aquellas que antes eran curables, amenazan a poblaciones de todo el mundo. Anualmente, más de 700,000 personas mueren a causa de enfermedades resistentes a los medicamentos, según Naciones Unidas. Debido al uso excesivo los antibióticos antiguos no curan algunas de las infecciones mortíferas de hoy. La neumonía, E. Coli, tuberculosis y la Mrsa (estafilococo áureo resistente a la meticilina) son enfermedades tenaces.

Confrontar las amenazas biológicas
Para frenar esta creciente amenaza el gobierno de Estados Unidos alienta las investigaciones de vía rápida y la elaboración de nuevos antibióticos. El gobierno financia la investigación de antibióticos y de otras herramientas que puedan aliviar la resistencia a los antibióticos.

La Autoridad Biomédica de Investigación y Desarrollo Avanzados (Barda), que ya tiene 12 años de existencia, vincula a instituciones gubernamentales y privadas que están trabajando en los nuevos remedios. Esto se hace con un enfoque de capitales de riesgo, trabajando con laboratorios gubernamentales, pero también financiando a pequeños laboratorios y empresas emergentes con ideas audaces.

Barda se jacta de tener un proceso refinado para la solicitud de financiamiento. “Quiero que el gobierno se mueva al paso de la innovación, no al paso del gobierno”, dijo recientemente el director Rick Bright, en declaraciones a 360Dx.

El enfoque está dando resultados. En diciembre de 2019 una vacuna contra el Ébola, patrocinada por Barda, elaborada en el Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá, recibió la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Será fabricada por Merck y estará disponible a fines de 2020.

Una iniciativa, denominada Combatir Bacterias Resistentes a los Antibióticos, o Carb-X, también fue elaborada con financiación de Barda, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y varios asociados del gobierno y entidades sin fines de lucro.

Nuevos medicamentos y nuevas tecnologías
La investigación financiada por Barda comprende el desarrollo de estas posibles soluciones:

• Medicamentos que inhiben la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
• Antibióticos que impulsan el sistema inmunológico mientras combaten la infección.
• Un medicamento que apunta al microbio de la colitis seudomembranosa (clostridioides difficile) que es potencialmente mortífero.
• Tubos de pruebas llenándose con gotero.

Barda también financia investigaciones sobre nuevas tecnologías para diagnósticos como:

• Distinción rápida de las infecciones virales o bacterianas con la lectura de genes.
• Uso de biomarcadores para evaluar la exposición de una persona a una enfermedad antes de que esa persona tenga síntomas.
• Diagnóstico en cuestión de minutos de enfermedades agresivas o condiciones graves como la sepsis, de manera que se pueda iniciar el tratamiento para salvar la vida.

En 2019, más de 50 innovaciones relacionadas con la salud fueron aprobadas por la FDA, desde una vacuna contra la influenza pandémica a una prueba para diagnosticar el ántrax. Barda se asoció con más de 300 compañías para lograr esos resultados.

“Seguimos aprovechando y fortaleciendo esas asociaciones, usando todas las herramientas empresariales a nuestra disposición”, anota Bright en su blog en el sitio de internet de Emergencia de Salud Pública. Aunque Barda fue creada para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos, sus descubrimientos son compartidos con el mundo.

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