Ráfaga: México creo en ti

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Jorge Herrera Valenzuela
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Ciudad de México, 5 de junio de 2024.- El vate Ricardo López Méndez, izamaleño, yucateco, en 1940 nos regaló una poesía, un credo que tituló con las cuatro primeras palabras de este comentario periodístico.

A la Patria, en el Día de la Patria
México Creo En Ti
Como el vértice de un juramento.
Tu hueles a tragedia, tierra mía,
Y, sin embargo, ríes demasiado.
Acaso porque sabes que la risa
Es la envoltura de un dolor callado.

Una fecha más a la lista de sucesos históricos: 2 de junio de 2024. La minoría de los mexicanos queda a disposición de un arrollador grupo político que convenció a los pobres, intimidó a los ricos, sembró pánico entre los empresarios. La juventud desaprovechó la oportunidad de fincar su futuro y la tercera edad cuidó su prestación bimestral.

Tenemos a la primera presidenta de México y, como tal, debe contar con el respaldo de todos los mexicanos. Será declarada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, presidenta electa y el próximo 1 octubre recibirá el título de constitucional.

Le esperan seis años de agobiante trabajo, necesitará un equipo de colaboradores que funcionen plenamente como servidores públicos. Su gabinete deberá estar integrado por experimentadas personas, no los cuates, no los amigos, no los siempre recomendados del que sale.

Claudia Sheinbaum Pardo llega con una votación nunca vista. Habrá de ser la primera mujer comandanta suprema de las Fuerzas Armadas. Le anteceden 13 presidentas en América Latina y será la 14; son 12 mujeres, porque la chilena Michel Bachelet dos veces, por voto popular, ha ocupado ese cargo.

El que no hayamos sufragado en favor de la doctora en Ciencias, tenemos la obligación ciudadana de respetarla y hacer que la respeten, en virtud de ser la personalidad institucionalizada al frente de los Estados Unidos Mexicanos.

En el Bicentenario de un País con raíces ancestrales, de República Federal, Popular y Democrática, de Instituciones forjadas durante dos siglos, donde se respetó la División de Poderes y en el marco jurídico de sus Constituciones, en sus respectivos momentos, de 1824, 1857 y 1917, Claudia Sheinbaum tendrá la oportunidad de pasar a la historia, si rigen los principios de la Carta Magna vigente.

La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, exdelegada política en Tlalpan y exfuncionaria en el Distrito Federal, es un personaje asediado, ya tiene el poder político administrativo. Los reflectores están enfocados hacia ella y el Ejército es responsable de la seguridad de ella y sus familiares, desde ahora y hasta el último día de su gobierno.

Por ahora, el presidente de México está radiante de felicidad. No dejará el poder, aunque ya no le corresponda. Está visto que, al invitar a sus compinches expresidentes de Argentina y Bolivia, orgullosamente puede gritar: ¡Misión Cumplida!

Así es, la votación favoreció a la reinante continuidad en el sistema de gobierno, el de las mañaneras dedicadas a la destrucción del México institucional, a los permanentes ataques a los medios de información, a las clases medias, a la cultura, a los intelectuales y a los gobiernos anteriores. Nunca hubo una prueba ni denuncia por corrupción e impunidad.

De la primera presidenta de México lo más deseable es que se maneje con autonomía y haga sentir que una mujer puede emprender la reconciliación de sus gobernados, tener el apoyo de todos para el combate a la violencia y a disminuir la criminalidad, así como ir solucionando los gravísimos problemas.

Comento que eso, si lo llegamos a constatar, será un verdadero y auténtico segundo piso del progreso que reclamamos, no una transformación sin definición, carente de ideología nacionalista y con política exterior que nos devuelva la esplendorosa imagen ante el concierto de las naciones.

“Carro completo” ayer y hoy
En la política electoral, durante el pasado siglo, a los triunfos contundentes de un partido político, en las elecciones, se le denominaba “carro completo”. Generalmente los resultados en los comicios federales favorecían a los candidatos del hegemónico, invencible, Partido Revolucionario Institucional.

Por ejemplo, en la Cámara de Senadores los 64 legisladores eran postulados por el tricolor. El primero de un partido diferente al PRI, fue Jorge Cruickshank García, del Partido Popular Socialista y presidente del mismo. Su acceso a la casona de Xicoténcatl, en 1976, se dio no precisamente por opositor, sino por un convenio que sintetizo enseguida.

Alejandro Gascón Mercado, del PPS, ganó las elecciones para gobernador en Nayarit. Perdió el priista Rogelio Flores Curiel. Porfirio Muñoz Ledo, líder el PRI, recibió la consigna de que reconocieran el triunfo del exjefe de la Policía del D.F. Cruickshank aceptó ir al Senado por Oaxaca y al candidato Pedro Vázquez Colmenares lo retiraron como tal y fue subsecretario en Reforma Agraria y después gobernador. Alejandro quedó en la banqueta.

Hace cuatro años al ser renovada la Legislatura Local en Coahuila, gobernada por Miguel Riquelme, fue el último “carro completo” del PRI. Ganaron los 16 candidatos a diputados. En el sexenio 1988-1994 se acabó “el carro completo” del PRI y en las siguientes elecciones presidenciales no triunfó el tricolor.

Antes, en 1997, fue derrotado abrumadoramente, por el PRD, en el entonces Distrito Federal. Ni un diputado ganó. Anécdota: por el arrasador triunfo del Sol Azteca, Jesús González Schmal no consiguió su curul, encabezaba la lista de plurinominales perredistas.

Si en 2018 el actual presidente de México impuso un récord al recibir más de 30 millones de votos, ahora Claudia Sheinbaum Pardo marcó una suma imposible de superar más adelante. Sin embargo, hace seis años no hubo “carro completo”.

El incansable tabasqueño, en permanente campaña política desde el inicio de este Siglo XXI, nadie más que él, es el autor de tener excelentes resultados en el caso de quien desde hace 3 años estuvo declarada como su candidata preferida. Podrían tener mayoría en senadores y diputados, pero todavía falta el recuento final; de las ocho gubernaturas, se estima que perdió dos.

La Ciudad de México y su Cámara de Diputados también quedan en el control del partido en el poder, salvo cuatro Alcaldías. Buscar argumentos sobre esos triunfos, es perder el tiempo.
El hombre de Palacio Nacional, reitero, es el autor, él solo, de la arrasante aplanadora. Eso le da todo el poder, después del último día de su sexenio, nos guste o no nos guste.

Me escribió mi amigo, el contador público Teófilo Ramos Marcos, “lamento mucho su equivocación, ya vieron los resultados, el pueblo no se equivoca, estaremos bien con la continuidad de la 4T”. Respondí a mi amigo, que no estuve ni estoy equivocado, respeto todas las opiniones y a él, en especial, le participé que la amistad está por encima de nuestra ideología y preferencias políticas.

El tabasqueño es el primer presidente de México que borró a los partidos políticos, anuló a su propio Movimiento de Regeneración Nacional, porque él, desde hace 10 años, es la única voz y fuerza.

Seis años más con las riendas en las manos.

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