Alfa Omega: El último comentario de un sexenio desastroso

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Jorge Herrera Valenzuela*

El peor sexenio gubernamental, en nuestra Historia Patria, concluye el viernes próximo. Las buenas obras de la administración federal fueron, materialmente, borradas por la imperante corrupción y la impunidad. Salvo excepciones, al gabinete presidencial fueron incorporadas personas sin experiencia administrativa, incapaces profesionalmente, sin vocación de servicio y lo más grave estuvo en que la cabeza del equipo perdió el nivel piso, hubo cerrazón de ojos y oídos, reinó la soberbia.

De ninguna manera este comentario es “a toro pasado”, porque en este mismo espacio hice señalamientos concretos y en mis comentarios radiofónicos el enfoque crítico estuvo fundamentado. Es cierto que en el Siglo XIX tuvimos a un Antonio López de Santa Anna y, en la siguiente centuria, Victoriano Huerta es el presidente asesino y usurpador. Nada justifica lo que hicieron, pero las circunstancias eran totalmente diferentes a las del período de 2012 a 2018. México estabilizado requería, en ese lapso, de un gobierno restaurador de la tranquilidad social en el país.

Hace seis años el atlacomulquense Enrique Peña Nieto preparaba su toma de posesión y millones de mexicanos lo llevaron a la silla presidencial, porque veían en él al hombre indicado para recomponer al país teñido de rojo, de sangre humana, por una guerra que sin estrategia emprendió su antecesor contra los narcotraficantes, así como para corregir las frivolidades del primer PANista que llegó a presidente de México, gracias una campaña de mercadotecnia. En el 2000 comenzaba la corrupción y se abría paso la partidocracia.

Inexperiencia política y nuevo tacto
Como primer paso y bajo asesoramiento político del oaxaqueño José Nelson Murat Casab, también identificado como Pepe Murat, en Palacio Nacional hizo el anuncio de su “Pacto por México”, firmado por los presidentes nacionales de tres partidos políticos (PRI, PAN y PRD) con el objetivo único de que apoyaran, en el Congreso de la Unión, las iniciativas de reformas estructurales a la Constitución Política, sobresaliendo las de Educación y la Energética. No solamente no hubo éxito, sino que se originaron movimientos en contra. De la Reforma Educativa ha dicho el diputado Mario Delgado Carillo, “no va a quedar ni una coma”-

La noche del 26 de febrero de 2013, seguramente por sugerencia de sus muy allegados e inexpertos colaboradores, Peña Nieto supuestamente asestó un golpe político. Ordenó la aprehensión de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, hasta ese día invencible líder magisterial. Le resultó contraproducente. Dio vida a la corrupta Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la fatídica Cnte.

Liberada en agosto pasado y exhonerada de los delitos que le imputaba la PGR, la “presa política del peñanietismo”, la chiapaneca busca recuperar su poder al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el Snte. El jueves pasado, el tapatío Juan Díaz de la Torre solicitó licencia indefinida como presidente de la organización magisterial, limpiando el camino para que retorne su exjefa, a la que traicionó y por lo que recibió el apoyo del hombre de Los Pinos.

Los tres primeros meses del sexenio fueron suficientes para corroborar que el gabinete presidencial estaba integrado, mayoritariamente, por “cuates” traídos de Toluca. Peña Nieto no conocía a los políticos, porque su vida pública se desarrolló en la capital del Estado de México, mantenía relaciones con sus pares, los gobernadores y a Jesús Murillo Karam porque había participado, como delegado del PRI, en la campaña político electoral. El mexiquense de 46 años de edad y caricaturizado por su peinado de “copete”, al llevar a prisión a la expriista hizo recordar aquellos días en que el presidente en turno metió a la cárcel a Joaquín “La Quina” Hernández Galicia, pero los trabajadores petroleros ni pío dijeron.

Los errores y los traspiés siguieron. Sus cercanos Luis Videgaray y Aurelio Nuño tomaron las riendas, intrigaron lo suficiente, desplazando a David López Gutiérrez, quien le hizo una excelente imagen al gobernador Peña Nieto; los dos experimentados políticos Murillo Karam y Emilio Chuayffet Chemor también salieron del equipo. Esa parejita provocó que el presidente de la República perdiera su confianza en el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al grado de marginarlo.

El escándalo de corrupción por “la casa blanca” de las Lomas de Chapultepec, la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, así como la descarada protección al corrupto Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, irritaron hasta el tope a los millones de mexicanos que viven en un ambiente de cotidiana violencia, de asesinatos atribuidos a la delincuencia organizada y todo lo cobraron el domingo 1 de julio de 2018.

Pregunta para meditar:
¿Cómo enfrentará Enrique Peña Nieto su primer año como ciudadano, luego de doce años (seis de gobernador) de gozar del aplauso, de escuchar el clásico “si señor” y tener ayudantes civiles y militares?

Enrique Alfaro: Jalisco, autónomo
El próximo jueves 6 de diciembre, Jalisco tendrá nuevo gobernador. El ingeniero Enrique Alfaro Ramírez, actualmente sin partido político, declaró que el “superdelegado federal” designado para esa entidad por el presidente electo, no será parte del gabinete estatal de seguridad. Alfaro aseguró que no se confrontará con el gobierno federal, porque habrá coordinación en muchos programas. Lo que es cierto es que ya no habrá Estados Libres y Soberanos, a menos que haya más voces como la del inminente gobernador de Jalisco. Los “superdelegados” tendrán todo el presupuesto federal a su disposición y con ello el poder político, desplazando a quien fue electo por voluntad popular. Inclusive, ya se dijo que los gobernadores corren el riesgo de ser destituidos, si no “obedecen” a quien tiene la representación personal del presidente de la República. Enrique Alfaro Ramírez, de apenas 45 años de edad, fue diputado local por el PRI; con el PRD llegó a la presidencia municipal de Tlajomulco de Zúñiga y Movimiento Ciudadano lo llevó al triunfo en la presidencia municipal de Guadalajara y después para que ganará la gubernatura.

Sheinbaum y su logo
Desde hace algunos años, los que llegan a la jefatura de Gobierno del antiguo Distrito Federal, hoy Ciudad de México, imponen su criterio muy personal en diversos aspectos, sin importar los millones de pesos que ello represente y mucho menos a quienes benefician y a quienes no. Un singular caso es el ordenar el cambio de colores de los taxis. Bueno, hoy la doctora en ciencias Claudia Sheinbaum Pardo nos sorprendió con el más horrible logotipo para identificar a la Capital del País y como futura mandamás ya dio su primer paso en falso, por la repulsa que ha recibido de ese logo. Con mucha claridad mis colegas Irma Fuentes y Carlos Ferreyra Carrasco, escribieron: “esos clips no tienen por qué identificar a nuestra amadísima Ciudad” y “se ha sumado al concierto de estupideces con el anuncio de un nuevo logo para identificar a la antigua Ciudad de los Palacios, a la región más transparente”, respectivamente. Los integrantes de una banda de rock, de Monterrey, Nuevo León, tienen un logo de similares características, anunciaron que no habrá demanda por Derechos de Autor.

El Monumento a la Madre
Les comento que hace unos días fue reinaugurado el Monumento a la Madre, en la Ciudad de México, después de los daños que lo derrumbaron durante el sismo del 19 de septiembre de 2017. Este es uno de los diez monumentos simbólicos de la Capital del País. El presidente Manuel Ávila Camacho colocó la primera piedra, en el año 1944. El 10 de mayo de 1949, durante el régimen de Miguel Alemán Velasco fue inaugurado en la parte central oriente del parque limitado por las calles de Villalongín, Sullivan e Insurgentes Centro, en los límites de las colonias Cuauhtémoc y San Rafael. Inicialmente hubo placa con la frase “A la que nos amó antes de conocernos” y en 1991 se añadió “Porque una maternidad fue voluntaria”. El proyecto fue del arquitecto Luis Ortiz Monasterio.

P.D. En lo personal guardo un recuerdo del entonces presidente John F. Kennedy, porque me correspondió reportear parte de su visita a nuestro hermoso Distrito Federal, verlo a corta distancia, escuchar una que otra palabra en español. Pues bien, el jueves pasado se cumplieron 55 años de su asesinato en Dallas, Texas. Ese crimen hasta la fecha no se ha aclarado y sigue en el misterio por la consecuencia que tuvo…Permítaseme, por esta vez, hacer otro recuerdo: en las dos últimas semanas de noviembre de 1956, junto con mi gran amigo Rafael Díaz de León, me inicié como reportero diarista en “Zócalo” que dirigía ese gran maestro que se llamó Alfredo Kawage Ramia.
jherrerav@live.com.mx

* Jorge Herrera Valenzuela es un reportero jubilado. Fue jefe de Información en el Diario capitalino La Prensa, maestro en la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García” y coordinador de Comunicación Social en la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), actual Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y urbano (Sedatu).

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