Washington, D. C., 26 de enero de 2023.- Estados Unidos y sus socios internacionales promueven la justicia y la rendición de cuentas por las atrocidades cometidas por el régimen militar birmano, a la vez que apoyan a los defensores de la democracia y proporcionan la ayuda humanitaria necesaria.
Desde que el ejército birmano derrocó al gobierno elegido democráticamente el 1 de febrero de 2021, Estados Unidos ha sancionado a 74 personas y 29 entidades vinculadas al régimen. Las sanciones se dirigen contra quienes llevan a cabo y permiten la violencia del régimen.
“Mientras el régimen siga negando al pueblo de Birmania su voz democrática, seguiremos imponiendo más costos a los militares y a quienes los apoyen”, declaró el presidente Biden, en el primer aniversario del golpe.
El 23 de diciembre de 2022, Biden firmó una ley para que el ejército birmano rindiera cuentas rigurosamente conocida como “Burma Unified through Rigorous Military Accountability Act”, que autoriza nuevas sanciones y asistencia adicional al movimiento prodemocrático.
El régimen militar de Birmania continúa ejerciendo la violencia contra su pueblo. El régimen ha matado a más de 2,400 personas y arrestado a más de 16,000 más desde el golpe. Algunos actos de violencia son:
• La ejecución de los activistas prodemocracia Phyo Zeya Thaw, Ko Jimmy, Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw en julio de 2022.
• Un bombardeo aéreo que dio muerte hasta a 100 personas en una reunión de una comunidad étnica en el estado de Kachin el 23 de octubre de 2022.
• Un ataque a una escuela con un helicóptero que dio muerte al menos a 11 niños el 16 de septiembre de 2022.
• Un aumento de la violencia de género y el arresto de más de 1,000 mujeres en los meses tras el golpe. Muchas mujeres han sido objeto de abusos graves.
El Mecanismo Independiente de Investigación de la ONU para Myanmar está recopilando pruebas de las violaciones más graves del derecho internacional en Birmania. Estados Unidos ha aportado 2 millones de dólares para apoyar la investigación y ayudar a proteger a víctimas y testigos.
Muchos militares birmanos que participaron en el golpe de 2021 son también responsables de los repetidos ataques del ejército contra miembros de la minoría rohinyá en 2016 y 2017. Estados Unidos ha determinado que las atrocidades cometidas por el ejército birmano contra los rohinyá equivalen a crímenes contra la humanidad y constituyen genocidio. Estados Unidos apoya la demanda de Gambia contra Birmania, presentada ante la Corte Internacional de Justicia en relación con las atrocidades cometidas contra los rohinyá, y ha declarado que apoyaría que el Consejo de Seguridad de la ONU remitiera la situación en Birmania a la Corte Penal Internacional.
Today marks five years since the Burmese military committed genocide and crimes against humanity against Rohingya. We honor the victims of these atrocities, and reiterate our commitment to advancing peace, accountability, and inclusive democracy for a prosperous future Burma.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) August 25, 2022
Estados Unidos también apoya los llamamientos de sus socios internacionales para que se rindan cuentas en Birmania. En una resolución del 21 de diciembre de 2022, el Consejo de Seguridad de la ONU solicitó al régimen militar birmano que pusiera fin a la violencia, liberara a todos los presos detenidos arbitrariamente, protegiera a los miembros de los grupos minoritarios y permitiera la entrada de asistencia humanitaria en el país.
Desde el golpe, Estados Unidos ha proporcionado más de 50 millones de dólares en ayuda humanitaria, llevando protección vital, refugio, atención médica esencial y alimentos a las personas que huyen de la violencia en Birmania. Desde 2017, Estados Unidos ha proporcionado más de 1,700 millones de dólares para ayudar a quienes huyen de la violencia contra los rohinyá en Birmania, Bangladés y otros lugares.
“Estados Unidos ha apoyado durante mucho tiempo al pueblo de Birmania y su capacidad para determinar su propio futuro”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el 3 de enero, al conmemorar el Día de la Independencia de Birmania, el 4 de enero. “Nos solidarizamos con el pueblo de Birmania en su determinación de llevar la democracia a su país”.
