Ciudad de México, 5 de octubre de 2018.- Es claro que, en los últimos años, las grandes metrópolis y sus paisajes urbanos se han venido transformando. Al mismo tiempo que aparecen nuevas y modernas construcciones en ciudades de todo el mundo, se destinan más “espacios verdes” para su belleza y funcionamiento.
Estos grandes terrenos de vegetación natural, conocidos por todos como parques, bosques o reservas realizan funciones esenciales de bienestar para todos los que vivimos en una ciudad. Es tal su importancia e impacto como factor de “alta calidad de vida”, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada urbe debe destinar, al menos, 9m2 de área verde para cada uno de sus habitantes.
Toda metrópoli que no pueda ofrecer este tipo de zonas a su población se convierte -de inmediato- en una urbe que atenta contra sí misma.
En un contexto ecológico, los espacios verdes son verdaderos “oasis en medio del cemento”, por los beneficios que dan al ambiente: regulan la temperatura, producen oxígeno y absorben los contaminantes. Pero también son lugares idóneos para disfrutar e interactuar con los ecosistemas y recursos naturales a través de experiencias culturales, artísticas, deportivas y de entretenimiento que propicien el bienestar de la sociedad.
En este sentido, la Ciudad de México cuenta con uno de los espacios de “naturaleza urbana” más grandes, más hermosos y más modernos de todo el mundo: el Parque Bicentenario.
Espacios verdes en las ciudades… Más plantas y menos concreto
Mientras que “la mancha urbana” ha impactado en las condiciones ambientales de la Ciudad de México, ha sido necesario proteger, conservar e incrementar los “espacios verdes” de la Ciudad.
Apenas hace 8 años, se inauguró el Parque Bicentenario, propiedad del gobierno federal. Es un espacio siete veces más grande que la Plaza de la Constitución del Zócalo Capitalino, construido en el marco de los festejos del Bicentenario, sobre lo que anteriormente ocupaba la antigua Refinería de Pemex, y fue planeado como un espacio de convivencia natural en el poniente de la Capital. Haberlo establecido ahí representa, sin duda, el espíritu moderno de planeación de las ciudades: “transformar una instalación antigua y contaminante, en un área al cuidado del ambiente”.
Está situado en los límites de los municipios de Azcapotzalco y Miguel Hidalgo y cuenta con 55 hectáreas, no sólo de pleno contacto con la naturaleza, sino también de experiencias culturales, artísticas, deportivas y de entretenimiento listas para que su disfrute.
Lugares seguros para practicar el deporte; espacio destinado a la felicidad
Si has tenido oportunidad de visitarlo, sabrás que ya es un punto de referencia en la Ciudad de México. El Parque Bicentenario ofrece, por ejemplo, para quien quiera recorrerlo a pie o en bici, siete diferentes climas y tipos de flora, que puedes conocer en 5 jardines que aluden a la cosmología mexica. Si tu interés está en hacer “turismo ecológico” puedes, incluso, conocer su chinampa, su lago artificial o su orquidario con 75 especies. Todo en el mismo espacio.
Por si fuera poco, es gratuito y seguro. Si gustas de los deportes o las actividades al aire libre, puedes usar alguna de sus canchas deportivas, skate park o gimnasios; para los que buscan un espacio para correr, hay una ciclo-trotapista de 4 kilómetros, calificada como una de las mejores de la Ciudad de México, y para los más pequeños, hay un sinfín de juegos infantiles. Todas estas amenidades complementan el porqué es uno de los parques más completos en la Ciudad de México, siempre fomentando la cultura de recreación física, la diversión, el descanso y el entretenimiento de sus visitantes.
Parque Bicentenario: un lugar para toda la familia
Si aún no lo conoces, puedes visitarlo de martes a domingo en un horario de las 7:00 am a 6:00 pm. Llegar ahí no es nada complicado. El Parque Bicentenario está conectado a varias vías de tránsito y es fácil acceder en automóvil o en transporte público. Siempre tiene muchas actividades dirigidas a todas las edades.
Pasar todo un día en un parque como éste, no sólo te hará valorar la gran riqueza ecológica que tiene México, también traerá para ti beneficios para tu salud. Este tipo de espacios, por ejemplo, donde existe la posibilidad de contemplar el paisaje y un entorno natural, ayuda a fomentar la creatividad y las capacidades afectivas, al mismo tiempo que a reducir el estrés, según un estudio publicado recientemente por la Universidad de Sheffield, Inglaterra, que revela que “las personas son más felices teniendo lugares abiertos y naturales, donde puedan reunirse, charlar, hacer ejercicio y generar interacción social”.
En el Parque Bicentenario siempre hay “algo” divertido y saludable qué hacer. ¡Visítalo! Y descubre uno de los espacios ecológicos y de esparcimiento más hermosos de todo el mundo. Es tuyo.
