Ciudad de México, 2 de enero de 2023.- Héctor Carlos Salazar Arriaga, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México y miembro del Frente Nacional de Granos Básicos, además de agricultor, en entrevista con este reportero, dijo: “el divorcio del interés en este tema tan estratégico y de seguridad nacional de ambos actores (Gobierno y sector productivo) es evidente. A ello, se suma el impacto que tendrán las 60 cadenas valor que dependen del maíz amarillo importado de Estados Unidos que, dejará de introducirse en México por el decreto de diciembre del 2020”.
Esto, dedujo, afectará la producción nacional de derivados de alimentos balanceados y sector pecuario donde se elaboran más 2000 productos procedidos del maíz amarillo. “Esto se verá reflejado en el aumento de precios de los productos alimenticios que del grano importado se elaboran, sobre todo, los de la canasta de alimentos de la familia mexicana como el pan, leche, huevo, tortillas, harinas, refrescos, carne de pollo, cerdo, res, embutidos, mantequilla, sazonador, aceite, manteca y un sinfín de productos de consumo popular”, mencionó.
Dejo entrever en la plática –y que lo ha expuesto en análisis y ponencias y, en artículos de prensa-, que la política pública actual en el sector agropecuario está orientada por un grupo radical con evidente carga ideológica en una franca confrontación contra quienes generan rentabilidad e invierten en una actividad de excesivos riesgos.
“Mira, esta política influenciada por algunos funcionarios públicos que sin recato y con evidentes conflictos de interés diseñan ‘seudo políticas’ con orientación de «lucha de clases», asumiendo actitudes como militantes de organizaciones ‘ambientalistas fanáticas´ que dejan de lado el objetivo de la función pública de diseñar políticas para el bien público, no el interés particular de minorías, pues se alejan de criterios de objetividad, como el beneficio y costos social y económico de estas políticas públicas”.
Agrega: “su impacto en los parámetros que miden la seguridad alimentaria, el desarrollo social y el combate a la pobreza la diseñan e influyen con actitudes de cortesanos ante un poder ejecutivo cargado de egocentrismo y confrontación, pero ignorante de los impactos que tendrá sus acciones de política pública en el sector para los mexicanos, principalmente en lo concerniente al combate a la pobreza, seguridad alimentaria y desarrollo rural y agropecuario”, sentenció.
Además, consideró que se estima que los impactos de esta política serán inflacionarios, de escasez y de incremento de las importaciones, no sólo de productos básicos, sino de productos alimenticios semielaborados y terminados, que se dejarán de producir en México.
“Recordarás que ya se tuvo que aplazar el Decreto hasta el 2025 y se hizo una propuesta de modificación del mismo; esto, debido a las presiones de Estados Unidos, pero, sobre todo, por la falta de sustento, tanto comercial como científico, sobre lo absurdo de la medida contenida en el mismo.
“De continuar y no corregir el rumbo y seguir anteponiendo los criterios antes mencionados y el electoral, tendremos este año de 2023, un diciembre trágico, donde, no sólo el guajolote será caro, sino todos los demás derivados del maíz amarillo que comemos cotidianamente en la mesa y que, lamentablemente, perjudicará a los mexicanos más pobres”, advirtió.
Salazar Arriaga, entre sus más recientes publicaciones está: “El Mercado del Maíz y las expectativas de México con la entrada en Vigor del Decreto 31Dic2020” (en 16 páginas) en el cual expone: La importancia del maíz como insumo y materia prima en la economía mundial, Factores que han afectado el Mercado Mundial del Maíz, Un nuevo factor en las expectativas futuras del Mercado de Maíz en México, Objetivo del Análisis; Las cuatro suposiciones clave del Libro que forman la base de gran parte de este análisis; El consumo nacional: 44 millones 330 mil Tons (con gráficas); Escenarios actual del maíz, Resumen de escenarios, Porcentaje de las exportaciones Mundiales y de EEUU en cada escenario (Volumen), Conclusiones y Recomendaciones.
Prohibición de México al maíz transgénico y al uso de glifosato
El día 31 de diciembre de 2020, el gobierno federal publicó un decreto expresando el objetivo político de eliminar gradualmente el uso del glifosato y de maíz transgénico en el país. Ha habido poca consistencia por parte de los funcionarios y tribunales mexicanos en cuanto a ¿cómo? o ¿cuándo? se implementaría dicha política.
Altos funcionarios mexicanos han indicado que la prohibición no se aplicaría a los alimentos balanceados. El gobierno federal todavía carece de un proceso y tiene aún que especificar cómo se segregarían, analizarían o diferenciarían las importaciones de maíz transgénico y no transgénico. Está pendiente la aclaración sobre cómo se manejarán los productos derivados del maíz transgénico (incluida la carne, los ingredientes de alimentos a base de maíz y los productos farmacéuticos e industriales)
Esto, sin importar que el sector pecuario es dependiente de las compras internacionales de maíz Genéticamente Modificado (GMO) para la alimentación de las especies de producción, por lo que las autoridades deben aclarar si estas disposiciones serán aplicables para el grano destinado al consumo de las personas o de los animales.
México es autosuficiente en maíz blanco, utilizado para el consumo humano especialmente. Sin embargo, compra millones de toneladas de maíz amarillo de EU para uso industrial y para alimentar al ganado y que, es del concomimiento público, se utiliza también para la elaboración de la tortilla, principalmente.
Si es que el presente gobierno tiene en sus mentes buenas expectativas para México, principalmente en la producción y distribución de alimentos, la realidad ya los alcanzó y se augura un año 2023 que no será “feliz, feliz, feliz”.
Los próximos meses deparan dependencia alimentaria, aumento de la pobreza y de la inflación. Esto, principalmente por una Política Agrícola errónea y vetada para productores medianos y sus organizaciones que generan excedentes de alimentos para compartir en el mercado y brindar seguridad alimentaria.
