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¿Crees que los vehículos que se conducen solos son algo futurista? Deberías ir a una granja. Miles de agricultores de todo el mundo ya están utilizando tractores que se conducen automáticamente.

Gracias a la Nasa y la empresa fabricante John Deere, los tractores autónomos están cosechando un asombroso 70 por ciento de las tierras cultivables en América del Norte, junto a casi el 50 por ciento en Europa y América del Sur.

Otra manera de considerar esto: muchos tractores ahora utilizan sistemas de orientación por satélite más potentes que los de un avión militar a retropropulsión.

¿Porqué “robotractores”?
Es fácil de entender la razón por la cual los agricultores consideran los tractores autónomos: cuando los agricultores manejan un tractor en el campo, ya sea para la siembra o la cosecha, las hileras pueden sobreponerse en un 10 por ciento. Esto significa que un pedazo grande de campo recibe el doble de las semillas, fertilizantes o pesticidas, lo que no es necesario.

Por ello, en la década de 1990 la empresa fabricante de tractores John Deere comenzó en Estados Unidos a experimentar con una novedosa tecnología para reducir la superposición: el mismo sistema basado en satélites, denominado Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que posiblemente utilizas en tu teléfono.

Como resultado las señales del GPS pueden estar hasta 9 metros fuera de lugar, lo que no era ideal para el control preciso de un tractor. Pero al trabajar con el Laboratorio de Retropropulsión de la Nasa, la compañía pudo lograr licencias y utilizar un programa de computación que le permite al GPS tener una exactitud increíble.

Los científicos de John Deere y la Nasa abordaron juntos el problema. “Pudimos conectar nuestros sistemas con bastante acierto”, dijo Yoaz Bar Sever, del Laboratorio de Retropropulsión.

Con el nuevo programa de computación los tractores pueden confiar en que su navegación tendrá una precisión de hasta 10 centímetros.

“Esto nos permitió llevar máquinas que pueden manejarse a sí mismas a campos de todo el mundo”, dijo Terry Picket, de John Deere.

Una revolución agrícola silenciosa
Los tractores automáticos permiten a los agricultores recortar los gastos de combustible, reducir el uso y gasto de los equipos y planificar mejor para el futuro. Es posible ver a algunos de los conductores en la cabina porque todavía se requieren operadores para evitar accidentes.

La asociación de John Deere con la Nasa permitió establecer un nuevo paradigma en la agricultura. La exactitud y los datos han contribuido a una nueva era en la agricultura de precisión, lo que ha reducido los costos, aumentado el rendimiento de las cosechas y mejorado la calidad en todo el mundo, dijo Pickett.

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