Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional de El Barzón, denunció que nuevamente el poderoso cártel que domina el mercado agroalimentario en México, sometió a la Secretaria de Economía al aceptar nuestro país la reducción de exportaciones y un acuerdo de precios mínimos.

Dijo que con el acuerdo azucarero, el gobierno mexicano entró a un esquema de renegociación del Tlcan sumamente peligroso. No acepta el establecimiento de aranceles, pero, a cambio, se somete a la política de Trump para que la economía norteamericana reduzca el déficit y proteja sus industrias y a los consumidores norteamericanos mediante la imposición de precios mínimos, explicó.

Ramírez Cuellar señaló que el hecho de que no se haya aplicado una sanción a las importaciones de fructosa de maíz se debe a la enorme presión que impusieron las industrias refresquera mexicana y de panadería y confitería, es decir, los poderosos monopolios como Pepsico, Coca-Cola, Nestlé, Femsa y Bimbo.

“Para todos es conocido que este poderoso cártel que domina el mercado agroalimentario ha sustituido el azúcar por el jarabe de maíz de alta fructosa para bajar costos de producción y aumentar sus utilidades aunque se esté ocasionando un mayor daño a la salud de los mexicanos”.

Advirtió que el Acuerdo Azucarero representa la imposición de un esquema de negociaciones del TLC que será dañino para la economía e industria mexicana.

Agregó que el punto más grave radica en un hecho contundente: ante la amenaza del gobierno americano de poner aranceles a un producto (en este caso el azúcar) el gobierno mexicano aceptó una política de reducción de exportaciones y un acuerdo de precios mínimos.

Además, indicó, la reducción de la cuota de exportaciones se dará cuando el producto en cuestión tiene un valor agregado y se exporta como azúcar refinada. La gran pregunta es si éste será el esquema de negociación del TLC.

“El gobierno de Trump tiene como objetivo reducir importaciones y salvar sus industrias chantajeando con poner aranceles. En realidad, lo que busca es obligar a nuestro país a reducir exportaciones y establecer precios mínimos que también pueden aplicarse a hortalizas, frutas, autopartes, vehículos, calzado y toda la rama electromecánica”, expuso.

Advirtió que con el Acuerdo Azucarero las industrias de refinación mexicana, es decir los ingenios, pueden entrar en bancarrota tras sufrir una reducción del 50% al 30% de las exportaciones de azúcar refinada.

“Resulta cuestionable que el gobierno mexicano no haya echado mano de medidas para cuestionar la entrada de la fructosa de maíz al territorio nacional con precios subsidiados de hasta el 40%”, lamentó.

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