Ciudad de México, 23 de febrero de 2024.- La masa de tierra en el fondo del planeta, completamente cubierta de hielo. Su remota naturaleza salvaje aparece en documentales sobre la naturaleza y en nuestros libros de ciencia e historia.
Por esas razones, podría parecer algo abstracto y difícil de alcanzar. Quizás incluso imposible.
Pero no lo es.
La mejor forma de sumergirte en la experiencia antártica es a bordo de un auténtico barco de expedición.
A diferencia de los cruceros tradicionales, los barcos de expedición son mucho más pequeños y permiten a los viajeros no sólo acercarse al continente, sino también viajar y poner un pie en los paisajes glaciares que lo hacen tan famoso.
Los barcos más grandes que realizan cruceros rápidos y sólo permiten vislumbrar la Antártida, suelen transportar entre 500 y 2,000 pasajeros. Alternativamente, los barcos de expedición suelen transportar entre 70 y 200 pasajeros, pero nunca más de 200.
Los grupos más pequeños cumplen con las regulaciones de turismo y permiten una gama sustancialmente más amplia de actividades, incluidos desembarcos diarios en islas y el continente físico mismo y cruceros íntimos en Zodiac entre icebergs y vida silvestre.
Este tipo de exploración de la Península Antártica no es posible en cruceros más grandes.