Llevar vacunas a comunidades remotas en las Filipinas

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Washington, D. C., 9 de junio de 2022.- En Ciudad Quezon (Filipinas), los largos y coloridos jeeps de la época de la Segunda Guerra Mundial, conocidos localmente como “yipnis” (jeepneys), son el principal medio de transporte público que lleva a los filipinos a través de las ciudades y entre las aldeas más remotas. Ahora, gracias a Usiad, también sirven para las clínicas de vacunación de Covid-19, llevando esperanza a las comunidades más alejadas.

Por todo Filipinas, Usaid ha desplegado 11 equipos móviles de vacunación para ayudar a que más filipinos se vacunen, sin importar lo alejados que estén.

Para muchas personas mayores o con discapacidades, el mero hecho de llegar a los centros de vacunación oficiales puede suponer una dificultad importante. Viajar sólo unos pocos kilómetros puede llevar dos o más horas en algunas zonas concurridas, como Ciudad Quezon.

Usaid contrató y formó a trabajadores sanitarios locales para que atendieran las clínicas de vacunación móviles, proporcionó yipnis para el transporte, suministró equipos de protección personal y otros artículos médicos, imprimió materiales de comunicación sobre las vacunas y ofreció apoyo logístico. En colaboración con los gobiernos locales, estas clínicas móviles de vacunación distribuyen unas 15,000 dosis de vacunas al mes.

“El programa de vacunación móvil tiene un gran impacto porque hace que las vacunas sean más accesibles para la gente”, dijo Abegail Dayo, una trabajadora de la salud empleada como examinadora en el programa de vacunación móvil de Usaid en Ciudad Quezon. “Es asombroso ver los progresos que hemos hecho en la lucha contra Covid-19 gracias a estas vacunas”.

Además de estas clínicas móviles de vacunación, Usaid también ha desplegado seis unidades móviles de pruebas de Covid-19 en Ciudad Quezon, que contribuyen con 6,000 pruebas adicionales que se suman a las 20,000 pruebas mensuales del gobierno local.

Esta asociación duradera entre el gobierno local, Usaid y los voluntarios sobre el terreno en la lucha contra Covid-19 ofrece esperanzas a Dayo y a otros trabajadores sanitarios de primera línea.

“Tenemos la solidaridad necesaria para luchar y vencer a Covid-19”, dijo Dayo. “En Filipinas, se llama bayanihan, o trabajar juntos, para erradicar esta pandemia”.

En colaboración con el gobierno de Ciudad Quezon, Dayo y su compañero ayudaron a vacunar a unas 1,100 personas en un solo día.
Lea una versión en inglés de esta crónica en “Exposure”.

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