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Washington, D. C., 20 de julio de 2020.- Estados Unidos está advirtiendo a las empresas de los riesgos de asociarse con empresas en la provincia de Sinkiang en China, debido a las constantes violaciones a los derechos humanos en la región.

Los Departamentos de Estado, Comercio, del Tesoro y de Seguridad Nacional de Estados Unidos difundieron el 1 de julio la Advertencia empresarial sobre la cadena de suministros en Sinkiang (Xinjiang Supply Chain Business Advisory), advirtiendo a las compañías de los riesgos legales, económicos y a su reputación al hacer negocios con firmas chinas involucradas en abusos a los derechos humanos.

“Nadie quiere comprar productos, productos baratos, que fueron hechos con trabajo esclavo en el occidente de China”, dijo el secretario de Estado, Michael R. Pompeo, en una entrevista realizada el 1 de julio con la cadena televisiva Fox News. “Hemos solicitado a todas las empresas que examinen su cadena de suministros y se aseguren de que nada de esto se introduce en ella, y hemos advertido a las [empresas] de las medidas que podríamos tomar”.

La advertencia es parte del amplio esfuerzo del gobierno de Estados Unidos para frenar los abusos que el Partido Comunista Chino (PCC) hace de los derechos humanos en Sinkiang. Otras medidas incluyen la sanción a funcionarios del PCC en Sinkiang, las restricciones a ciertas empresas chinas de acceso a productos y tecnología de Estados Unidos y el decomiso de productos enviados a Estados Unidos fabricados con trabajos forzados.

Desde abril de 2017 el PCC ha llevado a cabo una campaña de represión contra los uigures y otras minorías musulmanas en Sinkiang. El PCC ha internado a más de un millón de personas, forzando a muchas a trabajar en fábricas y a renunciar a su credo. Algunos presos han denunciado haber sido torturados.

El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Keith Krach, en una carta enviada el 1 de julio a las empresas indicó que las firmas deben estar atentas a las violaciones a los derechos humanos en Sinkiang y no apoyar a compañías involucradas en tales abusos. Krach dijo que las empresas deben evaluar el riesgo de asociarse con compañías ligadas a Sinkiang y evitar:

• Ayudar a desarrollar herramientas de vigilancia para el gobierno chino en Sinkiang.
• Depender de trabajo o bienes salidos de Sinkiang, o de compañías que utilizan el trabajo forzado en China.
• Ayudar en la construcción de instalaciones para el internamiento o de fábricas cercanas a donde los uigures, u otras minorías, están internados.
• Financiar, directa o indirectamente, a entidades que permiten los abusos.

Mientras tanto la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) anunció el 1 de julio que los funcionarios en el puerto de Nueva York / Newark detuvieron un embarque de pelucas procedentes de Sinkiang. Se sospecha que esos productos, fabricados con cabello humano, fueron hechos con trabajo forzado, dijo la CPB.

Recientemente la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos frenó el ingreso de unas pelucas procedentes de Sinkiang que se sospechaba habían sido fabricadas con trabajos forzados. (U.S. Customs and Border Protection)

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