Ciudad de México, 21 de noviembre de 2018.- El tema de la equidad de género se ha vuelto constante en la agenda de instituciones privadas y públicas, en particular respecto al acceso equitativo a oportunidades educativas y laborales; sin embargo, insertar la equidad de género en el ámbito científico de la medicina para modificar los enfoques desde los que se hace investigación puede contribuir a salvar vidas, al darle la misma importancia a los hombres y mujeres, también en lo que hace a sus diferencias, mejorando así los tratamientos y programas de salud.
En entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (Fccyt), Martha Pérez Armendáriz, investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la Unam, presentó los principales avances y los retos pendientes a los que llegaron los más de 150 participantes del Primer Congreso Internacional Ciencia, Salud y Género, que ella presidió.
“Es relevante documentar que los sujetos de diferente sexo no responden de igual manera ante retos ambientales y/o patológicos; el no hacerlo ha sido un error en la investigación a lo largo de la historia”, dijo, y, además, explicó que entender esto y comenzar a realizar investigaciones comparativas, tanto en hombres como en mujeres, ayudará a mejorar los cursos de tratamiento ya que cada sexo, por su propia biología, reaccionan diferente a los medicamentos y tienen propensiones diferentes a determinadas enfermedades como la diabetes, la obesidad y la depresión.
El congreso incluyó estudios con perspectiva de género en áreas como salud mental, adicciones, diversidad sexual, sesgo de género en la cobertura de salud, embarazo y maternidad, lactancia, cognición y estrés, cáncer e hipertensión entre otras.
Agregó que: “aunque ya habíamos investigado y realizado contribuciones sobre la representación de las mujeres en la ciencia en México y su marco legal, hacía falta investigar cuáles han sido las contribuciones de las y los científicos en temas como dimensión y perspectiva de género en la salud tanto en México como en el mundo”.
El resultado final fue bastante prometedor pues surgieron colaboraciones en la materia, en un campo emergente que tendrá repercusiones a corto, mediano y largo plazos para la salud de las mujeres, por lo que se realizará un segundo congreso en dos años.
“El programa de género de la actual política de salud debe ampliarse. Para que realmente haya cambios sustanciales es necesario que haya expertas de las ciencias de la salud y de la perspectiva de género en cargos de decisión en el sector salud”, explicó. Enfatizó en la importancia de incluir al tema de género en los diferentes niveles de los programas educativos universitarios y contar con recursos para estas acciones y fomentar investigaciones equitativas.
“Si los fondos no son suficientes, no será factible poder trabajar con sujetos de ambos sexos al mismo tiempo. Vamos a tener que decidir entre estudiar unos u otros. Consideramos que deben crearse nuevos fondos, tanto a nivel federal como a nivel de las instituciones, para este propósito”.
Parte de las primeras acciones que organizadores y participantes del congreso llevarán a cabo será la elaboración de un documento que integre todas las propuestas que se hicieron junto con otras previas para entregarlas a las máximas autoridades, tanto a nivel de las universidades como a nivel de los hospitales y centros de salud, y a las de ciencia, tecnología e innovación. “Esperemos que el próximo sexenio haya receptividad para conocerlas y analizarlas en conjunto”, concluyó.
