Ciudad de México.- En 2009 se lanzó la primera criptomoneda, el bitcoin, y desde entonces el número de estas divisas digitales se ha multiplicado. Este crecimiento sostenido en los primeros años dio paso a una montaña rusa de subidas y bajadas de la cotización. Ascendió de noviembre a diciembre de 6 mil dólares a 20 mil, y volvió a mínimos el pasado 6 de febrero. El consejo a los inversionistas con aversión a riesgos desproporcionados es el de fijar los ojos en inversiones de activos de riesgo bajo y retornos satisfactorios.

Según un análisis de la empresa alemana Kaiserwetter, empresa dedicada a la gestión de activos que integra lo técnico y lo financiero, son las energías renovables, mediante el uso de la tecnología digital avanzada y el Internet de las Cosas, la inversión con mayor futuro en el medio plazo que las criptomonedas o divisas digitales.

A continuación, se presenta un resumen de los principales puntos de la investigación realizada por esta empresa hispano-germana, al comparar las criptomonedas con las energías renovables:

Criptomonedas / Energías renovables

El consumo energético presenta un verdadero problema para el medio ambiente.

La red de ‘minería’ de Bitcoin consume tanta energía al día en procesamiento informático como algunos países de tamaño medio.

Según Digieconomist, el pico de consumo ha sido de 36 teravatios/hora, suficiente energía para satisfacer a 3.3 millones de hogares y situar al bitcoin en el puesto 59 de consumo energético por estados. Si fuera un país, estaría por encima de Colombia, Bulgaria e Israel.
Las energías renovables son intermitentes, de baja densidad y por lo tanto de bajo factor de potencia; pero poseen más aspectos promisorios hacia el futuro que cualquier otra fuente de energía.

Los costos son decrecientes y hay una demanda creciente por energía ‘limpia’ (coches eléctricos), por mejorar los sistemas de integración a la red y, sobre todo, hay predicciones optimistas sobre almacenamiento (baterías) de electricidad.

Enfrentan una fuerte regulación por parte de diversos gobiernos
No pueden gozar de mejor salud después del Acuerdo de París y la Cumbre del Clima de Marrakech, que comprometieron a países e inversionistas a sumar a los casi 300 mil millones de dólares ya gastados anualmente en el sector, otros 100 mil millones al año hasta 2025, cifra que además debe aumentar después de dicha fecha.
China se ha convertido en uno de los primeros países en legislar contra las criptomonedas, prohibiendo las operaciones ICO (Instituto de Crédito Oficial), los intercambios locales de divisas digitales y el minado de bitcoins.

China apuesta claramente por las renovables. Es el principal inversionista mundial, y desde 2017 tiene un plan destinado a gastar 2.5 billones de yuanes adicionales (361 mil millones de dólares) hasta 2020 y descarbonizar el país.

Algunas personas invierten en Bitcoin como si fuera el nuevo oro. No son como el oro. No son dinero patrocinado por el gobierno y no son aceptadas universalmente como de valor global.

Tan sólo en Estados Unidos, las renovables ya acaparan el 22% de las inversiones en activos; es decir, uno de cada cinco dólares está destinado a energías renovables.

Una cripto-moneda como el Bitcoin es ilimitada, los algoritmos pueden ser cambiados, la geología no, pero no poseen ningún valor intrínseco como el oro (para hacer cosas con él) y, también, tienen un gran impacto ambiental.

Desde el lado de la oferta, más electricidad fluirá de las centrales eléctricas existentes.

Esto por el efecto llamado «Smart Big Data Analytics». Gracias al auge de los servicios de Cloud Computing, es posible almacenar y analizar flujos gigantescos de datos a un costo relativamente bajo.

Enfrentan bloqueos por parte de grandes empresas y bancos como Lloyd’s, que prohibió recientemente la compra de divisas digitales con sus tarjetas de crédito, uniéndose a las estadounidenses JP Morgan Chase o Citi.
Los avances de Inteligencia Artificial abren posibilidades para aplicaciones más inteligentes y eficientes.

El costo de los sensores para recolectar más datos está disminuyendo y su sofisticación está aumentando.

Posición de grandes inversionistas y especialistas:

  • Warren Buffet, el mayor accionista y director ejecutivo de Berkshire Hathaway
    Recomienda alejarse de las inversiones en criptomonedas: «Puedo decir casi con total certeza que tendrán un mal final». Se pronunció por favorecer las energías renovables.

En la última junta anual de accionistas de Berkshire Hathaway anunció que tenía «un gran apetito por la energía solar y eólica» y que «si alguien entrara por la puerta con un proyecto solar de mil o tres mil millones de dólares», estaba listo para invertir en él.

El magnate estadounidense actualmente se encuentra inmerso en la inversión del mayor proyecto solar del mundo, Antelope Valley Solar Project, con una potencia de 579 MW.

  • Axel Webber, presidente del gigante financiero suizo UBS
    Alertó de que las criptomonedas «no serían una inversión que recomendase» por su alto riesgo especulativo.

UBS es una de las empresas que han apostado por las inversiones sostenibles, como miembro inversor del CDP (Carbon Disclosure Project).

Es una de las 124 grandes empresas globales que componen la iniciativa RE100, un compromiso para el consumo eléctrico sea 100% renovable en 2025.
Esta iniciativa incluye compañías como Apple, Starbucks, HP, Nestlé, Goldman Sachs, General Motors, Google, Nike.

  • Jack Ma, fundador de Alibaba
    Se pronunció contra las inversiones en bitcoin con un escueto «No es para mí».
    Junto con Bill Gates, Mark Zuckerberg y otros inversionistas lanzó Breakthrough Energy Ventures, un fondo de mil millones de dólares para energías limpias.
  • Mark Zuckerberg, fundador de Facebook
    Facebook prohibió en enero los anuncios de criptomonedas argumentando que están relacionadas frecuentemente con «prácticas engañosas o promociones fraudulentas».
    Junto con Bill Gates, Jack Ma y otros inversionistas lanzó Breakthrough Energy Ventures, un fondo de mil millones de dólares para energías limpias.
  • Bill Gates, Microsoft
    Microsoft recientemente se unió a la plataforma de videojuegos Steam y eliminó la posibilidad de pagar con bitcoins, decisión que ya ha implementado en ocasiones anteriores.
    Junto con Jack Ma, Mark Zuckerberg y otros inversionistas, Breakthrough Energy Ventures, un fondo de mil millones de dólares para energías limpias.
  • Hanno Schoklitsch, CEO y fundador de Kaiserwetter
    A pesar del desarrollo de distintas criptomonedas destinadas a mejorar el control de recursos frente al cambio climático, la minería de la principal criptomoneda como el bitcoin impone un costo energético cada vez mayor.
  • ING Bank, publicó un estudio según el cual el minado de un bitcoin en la cadena de bloques impone un costo energético que ronda los 200 kWh, energía con la cual se podría mantener un hogar medio durante todo un mes.

Nuestros datos y proyecciones apuntan a que los inversionistas de todo el mundo están apostando por inversiones seguras y rentables como las energías renovables.

Herramientas digitales como Aristoteles, que cuenta con SAP como socio tecnológico global, harán de ellas una mejor opción y más segura.

Energías renovables, operaciones más fáciles, eficientes y baratas en beneficio del planeta
Las nuevas oportunidades que se abren en la gestión de activos de energía renovable son igualmente dramáticas. Los datos técnicos de las centrales, además de los datos contables y financieros, permiten maximizar la producción a través de la duración de la operación de una planta hidroeléctrica, eólica o solar, por citar sólo unos pocos, de manera que las operaciones son más fáciles, más eficientes y más baratas.

Técnicas avanzadas como la analítica avanzada de datos, utilizada por Google, Facebook, Amazon o Smart Data como servicio (Daas o Data as a Service) que lideran el dúo alemán SAP y Kaiserwetter, están irrumpiendo el modo de optimizar la gestión de activos y rentabilidad de la inversión en renovables.

Invertir es difícil, e invertir bien y exitosamente es aún más difícil. Hendrik Bessembinder de la escuela de negocios de WP Carey en la Universidad Estatal de Arizona concluye que el 58% de las acciones anuales producen rendimientos menores que un mes de cuentas de la tesorería de Estados Unidos durante toda una vida y que «toda la ganancia en el mercado de valores de los Estados Unidos desde 1926 es atribuible sólo al 4 por ciento de las acciones cotizadas «.

«En efecto, toda inversión es difícil. Por lo tanto, hay que apostarle a las más seguras, con mejor futuro y, además, aquellas que ayuden a combatir el cambio climático», finaliza Rodrigo Villamizar, Head of Strategy de Kaiserwetter.

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