Ciudad de México, 26 de abril de 2019.- Integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos “José Dolores López Domínguez (Cioac-Jdld), informaron que estudios recientes del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (antes Tlcan), revelan que la soberanía alimentaria de nuestro país está en riego.
José Dolores López Barrios, secretario general de la Cioac – Jdld, señaló que con el T-MEC, los campesinos ya no serán propietarios de sus propias semillas, ya que, con la firma de este tratado, México se vería obligado aplicar el acta 91 de la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (Upov).
Situación que le permitiría a grupos privados internacionales y nacionales obtener la exclusividad y privatización de las semillas, mediante la imposición de los derechos de propiedad intelectual sobre las variedades vegetales.
López Domínguez sostuvo que la aceptación de esta acta afectará la soberanía del país, pues los Estados miembros deben adherirse a la Convención Upov 91 y convertirla en ley nacional.
Esta convención, redactada por primera vez en 1961, ha sido modificada en tres ocasiones, en 1972, 1978 y 1991, fortaleciendo cada vez más los derechos de las corporaciones y restringiendo a los agricultores el uso de sus propias semillas.
López Barrios añadió que en el caso de México grupos de empresarios nacionales y transnacionales buscan incorporar al mercado de semillas el 70 por ciento de las unidades de producción, básicamente pequeña agricultura que integra a millones de productores, campesinos e indígenas.
Por lo que hizo un llamado a otras organizaciones campesinas e indígenas, protectoras por siglos de las semillas, a unir esfuerzos para que esta estrategia no forme parte de la 4ta. Transformación, como se pretende con la iniciativa de la Ley Federal de Variedades Vegetales (Lfvv).
Agregó que la Cioac-Jldl estará vigilante, a través de todas sus dirigencias estatales, para que se respeten los derechos de los campesinos, indígenas y agricultores para el uso y manejo de sus propias semillas, nativas y mejoradas. “Vamos a luchar para que se detenga el proceso para la aceptación del acta de la Upov 91 y para que el gobierno federal lleve a cabo las acciones necesarias para detener que los intereses empresariales de grupos nacionales, empresas transnacionales y de otros países impongan sus criterios sobre el uso de nuestras semillas”.
Reiteró que una de las tareas de la actual transformación agropecuaria deber ser la de garantizar el uso de las propias semillas de la pequeña agricultura, ya que el 60 por ciento de la productividad nacional depende de ésta y es garantía de la soberanía alimentaria.
“Invitamos a todas las organizaciones campesinas del país a sumarse a este rechazo, a solicitar que la iniciativa de la Lfvv incluya el acta de la Upov 91 y que en el T-MEC se incluya el tema de la Upov 91”, concluyó.
