Ciudad Obregón, Sonora, 24 de noviembre de 2022.- Como parte de la Alianza Mundial por el Suelo y, en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) trabaja en un esquema para incrementar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios a los efectos del cambio climático y combatir la pérdida de agrobiodiversidad, mediante la recarbonización de los suelos del país.

Para ello, se identificaron en 12 estados diversas zonas catalogadas de menor estabilidad climática y bajo potencial de captura de carbono, las cuales se ubican en Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Guanajuato; zonas de menor estabilidad climática, pero mayor potencial de captura de carbono en Veracruz, Chiapas, Campeche y Guerrero, y áreas de mayor estabilidad climática y alto potencial de captación de carbono en Nayarit, Morelos, Veracruz y Chiapas.

Este esquema considera la implementación de prácticas de manejo sostenible, gobernanza, proyectos institucionales y mecanismos financieros en el sector primario, lo que permitirá incrementar la resiliencia del recurso suelo, detalló la titular de la Dirección General de Políticas, Prospección y Cambio Climático de Agricultura, Sol Ortiz García.

En el marco del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad que realiza la dependencia en su sede de Ciudad Obregón, Sonora (noroeste nacional), señaló que la agricultura es uno de los sectores más vulnerables a los efectos del cambio climático, en particular, ante plagas, enfermedades, fuegos devastadores y menor rendimiento de los cultivos.

Informó que, en México, el 64 por ciento de los suelos presenta algún tipo de degradación y el 28 por ciento de las unidades de producción identifica como principal problema la pérdida de fertilidad del suelo. Aseguró que se debe construir un nuevo sistema agroalimentario justo, saludable y sustentable, a través del uso responsable del suelo, el agua y la biodiversidad, con la integración de sectores históricamente excluidos.

Ortiz García resaltó que ante este escenario Agricultura cuenta con toda una estructura, políticas públicas, programas y estrategias capaces de mitigar y generar resiliencia en el sector primario del país.

Mencionó, entre ellas, el Plan Estratégico de Cambio Climático del sector Agroalimentario (Plecca), la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (Encusp), el Comité Sectorial de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (Csrgaa), la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (Enasas), Mesas Técnicas Agroclimáticas, Mi parcela no se quema, la rehabilitación de los lagos de Cuitzeo y Zirahuén y la firma de anexos técnicos, entre otros.

Destacó que estas políticas contribuyen al cumplimiento de 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, entre los que destacan: Fin de la pobreza, Hambre Cero, Salud y Bienestar, Agua limpia y saneamiento, Trabajo decente y crecimiento económico, Reducción de las desigualdades, Acción por el clima y Vida de ecosistemas terrestres.

Plantean expertos escenarios y soluciones ante el impacto de la sequía en México
El jefe de la Unidad de Sistemas de Información Geográfica del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), Kai Sonder, informó que, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical, en México la agricultura produce el 12.3 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y se coloca como la segunda actividad que más emisiones produce. De ese porcentaje, el 50.2 por ciento se produce por cultivos y 49.8 por ciento por la ganadería.

Por ello –dijo- los gobiernos deben implementar acciones de mitigación como la siembra de variedades más tolerantes a sequías, calor e inundaciones; adoptar la agricultura de conservación, contar con mecanismos eficientes de retención de agua en el suelo, reducir la evapotranspiración y planeación a largo plazo de programas de mejoramiento de cultivos, entre otras medidas que garanticen un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.

La experta en el Sistema del Índice de Estrés Agrícola (Asis) de la Oficina del Cambio Climático, Biodiversidad y Ambiente de la FAO, Tamara Hernández, señaló que 83 por ciento de las pérdidas económicas globales causadas por la sequía se concentra en el sector agrícola y el 59 por ciento de las pérdidas en la agricultura por desastres naturales en América Latina y El Caribe, es provocado por este fenómeno.

Por ello, agregó, la FAO desarrolló el Sistema del Índice de Estrés Agrícola (Asis) que asiste a varios países –incluido México- en la vigilancia de la sequía; utiliza datos y lecturas satelitales que pueden calibrarse de acuerdo con los requerimientos de cada país para una mejor toma de decisiones en materia de adaptación, mitigación y monitoreo de diversos cultivos de interés para los gobiernos.

Importancia del suelo, agua y biodiversidad para producir alimentos sanos
Expertos nacionales e internacionales destacaron la necesidad de expandir el uso de tecnologías e innovación en el sector agroalimentario para preservar las cualidades del suelo, agua y la agrobiodiversidad, además de promover una mayor concientización sobre la importancia de producir alimentos bajo estándares sustentables.

Durante este congreso interamericano, el investigador del Consejo Nacional de Recursos Genéticos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Ramón Arteaga Garibay, señaló que los suelos son los ecosistemas más complejos de la naturaleza, ya que en ellos existe un número infinito de comunidades de microorganismos que inciden positiva o negativamente en las plantas.

Tan sólo en un gramo de suelo se pueden encontrar más de dos mil 500 millones de bacterias, medio millón de hongos, 50 mil algas y 30 mil protozoarios, los cuales, en su mayoría, participan en la producción agroalimentaria como biofertilizantes, ya que fijan el nitrógeno, destacó el experto al participar en este evento.

El secretario de la Alianza Mundial por el Suelo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ronald Vargas, comentó que el 95 por ciento de los alimentos que se consumen provienen del suelo y, dado que existen más de 700 millones de personas en el mundo que sufren hambre, es necesario crear conciencia sobre la valía de los sistemas productivos, particularmente los de pequeña escala.

Aseguró que en todas las naciones existe la necesidad de contar con suelos fértiles, no obstante, hay más de 10 amenazas a este factor que ponen en riesgo la seguridad alimentaria, entre ellas la erosión, desbalance de nutrientes, salinización y sodificación, sellado, contaminación, acidificación y la compactación de suelos.

La especialista en agricultura y conservación de recursos genéticos, Marleni Ramírez, dijo que una manera de coadyuvar en la preservación de la agrobiodiversidad es mantener la producción de cultivos nativos, por lo que en los últimos años ha trabajado con pequeños productores de Perú, Bolivia, Ecuador y Guatemala, para preservar más de mil 300 variedades de cultivos originarios.

El director de Recursos Naturales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), José Luis Ornelas de Anda, enfatizó que el organismo ha trabajado los últimos 54 años en la generación de información geográfica sobre agua, suelo y vegetación, en la cual se han identificado más de 21 mil 600 especies de flora en México.

Agregó que el país posee 26 de los 30 tipos de suelo reconocidos a nivel mundial, lo cual lo sitúa como uno de los territorios con mayor potencial para generar alimentos, además de contar con una vasta cantidad de mantos acuíferos, aguas subterráneas, cuencas y subcuencas.

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