Ciudad de México, 23 de septiembre de 2021.- “La innovación es fundamental para la agricultura. Por ello, resulta importante adecuar los marcos normativos para aprovechar los beneficios que ofrece el mejoramiento vegetal y así poner a disposición de los agricultores en forma más rápida y precisa variedades vegetales y semillas mejoradas que los hagan más productivos y competitivos, que les permita un mejor desarrollo económico y social”, aseguró Enriqueta Molina, ingeniera agroindustrial y especialista en temas legales, regulatorios y comerciales de propiedad intelectual en variedades vegetales y recursos fitogenéticos.
En el marco de la presentación del libro “Fortalecimiento del Sistema de Protección de Variedades Vegetales”, Enriqueta Molina, autora del libro en colaboración con José Luis Solleiro, director del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la Unam, explicó que en el contexto de la agricultura actual “es necesario atender las necesidades de una población creciente con demandas de alimentos sanos, nutritivos, de calidad y asequibles, en un entorno de cambio climático y la necesidad impostergable de hacerlo de forma sustentable e incluyente”.
Agregó que “México cuenta con una importante capacidad institucional, con un gran potencial en la generación de variedades vegetales para una amplia diversidad de especies; las limitaciones de recursos económicos y canales de comercialización y transferencia pueden ser apoyadas a través de alianzas con el sector privado y de sinergias que beneficien a los distintos actores y hagan que estos desarrollos sean accesibles para los agricultores mexicanos”.
Solleiro aseguró que “el uso de semillas de calidad a partir de variedades mejoradas ofrece mayor certidumbre al agricultor para que obtenga cosechas en volumen y calidad, aún a pesar de las contingencias inherentes a la agricultura”.
Al respecto, Mario Puente Raya, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Semilleros, A.C. (Amsac) expresó que “para tener un beneficio real para el campo mexicano, resulta fundamental crear incentivos para la investigación y facilitar la generación y transferencia de tecnología, proveyendo de instrumentos regulatorios que promuevan la inversión en mejoramiento, que ofrezcan certeza legal, y que favorezcan la adopción de las nuevas variedades”.
Agregó que “desde hace 50 años en la Amsac hemos velado por el desarrollo del campo mexicano y estamos comprometidos con que se continúe con el progreso en beneficio de México y de todas las partes involucradas, por lo que también es muy importante el respeto a los derechos de los obtentores”.
Reconoció que “el sistema de protección al derecho de obtentor es un instrumento útil para incentivar a los desarrolladores y un elemento estratégico para el establecimiento de alianzas y sinergias entre el sector público y privado para el desarrollo y la transferencia de tecnología”.
Clima propicio para la inversión
Al respecto y en línea con las investigaciones presentadas en el libro citado, Molina explicó que “hay coincidencia en los obtentores consultados en que el sistema de la propiedad intelectual relacionado con variedades vegetales establece un clima propicio para la inversión en innovación, y como mecanismo de control y ordenamiento para una competencia más leal y justa, lo cual beneficia a todos los actores”.
“El impacto del mejoramiento y los sistemas de protección al derecho de obtentor se pueden cuantificar en incremento de los ingresos de los agricultores; el aumento en la participación de actores y el financiamiento privado para ampliar los recursos destinados a la investigación; la adición de valor; la reducción en el uso de insumos como agua y agroquímicos, con el consecuente efecto ambiental positivo”, explicó la investigadora.
Por ello, José Luis Gastelum, presidente del Consejo Directivo de la Amsac, hizo un llamado para dar visibilidad a los beneficios que el mejoramiento vegetal provoca en el agro mexicano. “Para nosotros desde la Amsac es de suma importancia poner de relieve los beneficios que el uso de nuevas tecnologías aporta al campo mexicano. Por ello, es importante que se actualice la legislación y que dentro de ella se mire hacia el futuro lleno de progreso para México”.
Dentro de los beneficios de actualizar la Ley Federal de Variedades Vegetales está el apoyar al desarrollo de variedades vegetales mejoradas de cultivos básicos y estratégicos para la alimentación de los mexicanos, como frijol, arroz, trigo y soya, entre otros, reduciendo la dependencia de las importaciones y apoyando la soberanía alimentaria y el rescate al campo.
“Por esta razón, emprendimos el desarrollo de este libro, cuya finalidad es aportar conocimientos y brindar información oportuna sobre la importancia e impactos que tendría fortalecer el sistema de protección de variedades vegetales en México y adaptarlo a la realidad que tienen nuestros agricultores”, finalizó Gastélum.
