Ciudad de México, 13 de octubre de 2020.- Pedro Infante fue y sigue siendo uno de los principales representantes de la cultura popular mexicana y por su enorme talento, carisma e historia se ha convertido en una de las figuras más importantes para el país.
En estas fechas tan cercanas al Día de Muertos, nos encanta recordar nuestra historia y a sus grandes personajes por lo que el día de hoy te contamos un poco sobre los orígenes de Pedro Infante.
El ídolo de México tuvo sus raíces al noreste del país, siendo el 18 de noviembre de 1917 en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, su lugar de nacimiento. Registrado el 6 de diciembre a las 11:20 hrs, José Pedro Infante Cruz tuvo acercamiento con las artes desde temprana edad, ya que su padre, Delfino Infante, era un maestro de música en Sinaloa.
Debido a las necesidades familiares, Pedro tuvo que empezar a trabajar siendo muy joven, aprendiendo así algunos oficios como la carpintería, pasión que le acompañaría por el resto de su vida y con la cual pudo construir su primera guitarra, dando un enorme paso hacía la gran estrella que estaba por convertirse.
A partir del año 1932 fue vocalista de varias orquestas y tuvo su primera presentación en la radio de Guamúchil, ciudad donde vivió toda su infancia y juventud. Para 1939, ya había conseguido su primer contrato en la radio, en donde catapultó su talento al estrellato, ya que cerca de 1942 inició su carrera cinematográfica con una pequeña aparición en la película “La Feria de las Flores”.
Desde ese momento, la carrera de Pedro Infante fue solo en ascenso, participando en más de 60 películas y grabando hasta 366 canciones de las que se tiene registro. El recuerdo del ídolo de México no solo nos llena de nostalgia ante su pérdida tan repentina en el año de 1957, sino que nos trae grandes momentos, escenas memorables y canciones que nos acompañarán por siempre.
“Amorcito corazón”, “Yo no fui”, “Cien años”, “Nosotros los pobres”, “Ustedes lo ricos” y “Pepe el toro”, son algunas de las obras musicales y cinematográficas que se quedarán tatuadas en la memoria y corazón de los mexicanos.
Pedro Infante fue un talentoso carpintero, un fiel enamorado, un charro habilidoso y un padre de familia, encarnando con pasión y entrega a todos los personajes populares de sus películas. Su legado vivirá para las siguientes generaciones como el gran ídolo de México y gracias a la investigación y trabajo de preservación, somos capaces de conocer mejor su historia.
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