Ciudad de México, 15 de agosto de 2024.- La jornada hacia la nube es una realidad y, cada vez, más empresas están migrando sus sistemas por la expansión de la tecnología y por las ventajas y beneficios de migrar datos y archivos a estas plataformas, como la escalabilidad y agilidad en las operaciones. Además, las organizaciones están obteniendo mejoras significativas en costos, productividad y eficiencia operativa al adoptar plataformas en la nube.

El estudio “IDC FutureScape 2024: Cloud and Digital Infrastructure” señaló que los gastos en servicios de infraestructura en la nube pública en la región de América Latina para 2024 deben aumentar significativamente, correspondiendo a poco más de la mitad de los gastos en infraestructura digital. Se proyecta que el gasto en infraestructura como servicio (IaaS) y plataforma como servicio (PaaS) en América Latina crecerá a una tasa similar a la observada en mercados más desarrollados, superando los US$ 4.5 mil millones, avanzando un 41% año contra año.

Además, los datos de IDC FutureScape: Worldwide Cloud 2024 Predictions estiman que las inversiones en infraestructura digital no solo mantendrán su ritmo de crecimiento, sino que se verán reforzadas por las iniciativas de GenAI, que se están convirtiendo en un pilar central de la transformación digital en muchas organizaciones.

“Vemos un panorama optimista para el mercado de infraestructura digital en América Latina. Las empresas entienden que existe una reducción de costos de infraestructura, una mejora en la escalabilidad y eficiencia por función y tarea, un mejoramiento de la experiencia del usuario y una reducción de interrupciones no planificadas, además de poder implementar nuevos recursos y aplicaciones más rápidamente y con menos errores”, dijo Sandro Luiz Gianini, head de infraestructura cloud de Stefanini Latam.

Las empresas latinoamericanas están priorizando la nube y las tecnologías avanzadas para mejorar su agilidad y capacidad de innovación. Entre los beneficios del uso de plataformas en la nube, se estima que la reducción de costos por usuario alcanza el 27%, con un aumento del 67% en la productividad del personal de TI, además de una reducción anual del 56% en el tiempo de inactividad de las aplicaciones y una disminución del 37% en el time to market para la entrega de nuevas aplicaciones.

Contar con una consultoría especializada es fundamental para entender los modelos de precios, la forma de ejecutar la migración y cómo gestionar todo el proceso, como mapear todo el entorno, comprendiendo la infraestructura completa. “Los resultados de esta planificación muestran un retrato del entorno de la empresa y, con base en ellos, se elaboran las estrategias de migración. La ingeniería cloud detalla los componentes tecnológicos que soportarán cada oportunidad de transformación, así como los procesos que deben ocurrir”, agregó Gianini.

Compromiso empresarial
En sus proyectos, Stefanini Group se esfuerza para que todas las cargas de trabajo actualmente ejecutadas en un modelo tradicional pasen por su modelo de evaluación para proponer una estrategia de migración y transformación basada en la metodología 6R: rehost (rehospedar; lift and shift), replatforming (replataforma; subir y remodelar), repurchase (recompra; sustituir), refactoring (refactorizar, re-arquitecturar, reescribir aplicaciones, desacoplamiento de aplicaciones), retain (retener, no mover) y retire (retirar, descomisionar).

“A las aplicaciones heredadas, que tengan un alto potencial de transformación comercial, se les aplica el modelo de transformación de aplicaciones de Stefanini, actualizado para tecnologías, lenguajes y arquitecturas modernas y escalables, para ofrecer la estabilidad, agilidad y conformidad exigidas por el negocio”, explica el Head de infraestructura cloud de Stefanini Latam.

Stefanini Group evalúa el impacto de la adopción de una estrategia de nube, en primer lugar, en tres frentes: costo, arquitectura y seguridad, y luego, se construye y ejecuta un plan piloto de la estrategia cloud first en la organización empresarial. “No existe un modelo único para migrar a la nube. Lo más importante es definir qué migrar a la nube y en qué momento, a partir de la identificación de las cargas de trabajo (workloads) que tiene sentido mover a la nube, por ejemplo, aquellas que requieren escalabilidad y alta disponibilidad, y se establecen las ondas de migración, se realiza la validación, la transferencia (cutover) y el plan de pruebas”, comentó.

Futuro con optimización
Después de realizada la migración, deben hacerse los ajustes y las optimizaciones necesarias, a fin de obtener los resultados deseados. La jornada hacia la nube lleva a las empresas a diferentes niveles de adopción, que van desde poseer, al menos, una estrategia básica de cloud, planificación o ejecución de workload en la nube, hasta tener aplicaciones ejecutándose en la nube con soporte y con cierta gobernanza.

Al cambiar la inversión en servidores propios al modelo como servicio, las compañías deben ser conscientes de que la facturación mensual se dará conforme al uso. “Pasada la migración, no se puede descuidar el control de la gestión de costos, que se convierte en un punto primordial de la estrategia”, indicó Sandro Luiz.

Mirando hacia adelante, la maduración del uso de la nube tiende a hacer que las empresas busquen un mayor control sobre el uso y conozcan las consecuencias ambientales. El estudio IDC FutureScape: Worldwide Cloud 2024 Predictions apuntó que, a nivel global, en 2024, cerca del 80% de las grandes empresas decidirán por un proveedor basado en su capacidad de demostrar los impactos de ESG. En América Latina, IDC afirma que el 79% de las empresas de gran porte ya evalúan si el uso de una tecnología demandará más o menos recursos naturales.

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