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viernes, abril 26, 2024

Agricultores eficientes y solidarios demuestran que el paternalismo, afortunadamente, es prescindible.

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Polan.Lacki@onda.com.br*

Este artículo describe qué y cómo hicieron y siguen haciendo los productores rurales brasileños para alcanzar los siguientes y extraordinarios avances en el desarrollo del agro nacional:

1) Que Brasil se haya convertido en el más grande productor y/o exportador mundial de soya, carne vacuna, carne de pollos, azúcar, tabaco, café, jugo de naranja y etanol.
2) Que en apenas 22 años (del 1,991 al 2,013 ) haya aumentado la producción de granos, de 58 millones de toneladas a 187 millones de toneladas.
3) Que en apenas 11 años haya cuadruplicado el ingreso de divisas generadas por la exportación de productos agropecuarios, saltando de 25,000 millones de dólares en el 2,002 a 100,000 millones de dólares en el 2,013.
4) Que en el 2,013 el superávit de la balanza de exportaciones/importaciones de productos agropecuarios haya alcanzado el récord de 83,000 millones de dólares, porque el agro obtuvo 100,000 millones de dólares en exportaciones y gastó apenas 17,000 millones de dólares en la importación de trigo, maquinaria agrícola, fertilizantes y otros insumos agrícolas.
5) Que el agro se haya convertido en la «locomotora» del desarrollo nacional, porque actualmente contribuye con el 23% del PGB brasileño, con el 33% de los empleos y con el 42% de las exportaciones globales del país.

Excelentes cooperativas de los Estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, São Paulo, Goiás y Minas Gerais, brindan a sus asociados los siguientes apoyos:

Primer apoyo: Les proporcionan crédito rural, semillas mejoradas, insumos modernos, lechones y pollitos BB para cría y raciones balanceadas.

Segundo apoyo: Reciben los granos, leche, cerdos y pollos producidos por sus asociados, los industrializan y los comercializan, con valor agregado y con mínima intermediación. Este segundo apoyo de sus cooperativas agroindustriales significa que actualmente sus asociados:
— ya no venden soya en grano en pequeñas cantidades al primer intermediario que aparece en sus fincas, sino que sus cooperativas procesan dicha leguminosa y la venden directamente a los supermercados ya transformada en margarina/manteca y aceite de soya refinado y embotellado.
— ya no venden café en grano a los intermediarios, sino que, a través de sus cooperativas, lo venden tostado, molido y empaquetado listo para ser consumido.
— significa que cada asociado ya no vende leche in natura en minúsculas cantidades a los intermediarios, sino que entrega la leche a sus cooperativas que la industrializan y venden transformada en mantequilla, queso, yogurt o dulce de leche.
— significa que los avicultores y porcicultores ya no alimentan sus animales con raciones balanceadas de altísimo costo fabricadas por las grandes corporaciones multinacionales, sino con las raciones balanceadas de bajo costo, fabricadas por sus cooperativas utilizando ingredientes que ellas reciben de sus propios asociados (principalmente soya y maíz).
— significa, asimismo, que los mencionados criadores ya no venden pollos ni cerdos vivos a los intermediarios, sino que los entregan a sus cooperativas que los industrializan y venden los pollos fraccionados, condimentados y enfriados/congelados, y los cerdos transformados en cortes nobles, jamones, mortadelas, salames, longanizas, morcillas, etc.

Tercer apoyo: Varias cooperativas poseen amplias redes de silos/graneros descentralizados en los cuales almacenan la producción de sus asociados, de modo que ellos puedan vender sus cosechas cuando los precios sean más convenientes a los agricultores y no a los intermediarios. Otras poseen supermercados, estaciones de servicio y tiendas para reventa de herramientas agrícolas y repuestos para sembradoras y cosechadoras.

Cuarto apoyo: La mayoría de estas cooperativas mantiene eficientes y desburocratizadas estructuras de asistencia técnica gratuita a sus asociados (a modo de ejemplo la Cooperativa Coamo tiene 200 extensionistas propios que brindan asesoría técnica a sus 26,000 asociados). Casi todas ellas mantienen programas radiales educativos que difunden, diaria o semanalmente, recomendaciones técnicas a sus asociados.

Quinto apoyo: Algunas cooperativas singulares/de primer piso se unieron y constituyeron cooperativas de segundo piso y han construido sus propios frigoríficos e industrias lácteas (la más grande de ellas faena actualmente 14,000 cerdos al día, 700,000 pollos al día y procesa 1.500.,000 litros de leche al día).

Sexto apoyo: Otras cooperativas de segundo piso implantaron sus propias actividades de investigación agrícola, en cuyas estaciones experimentales realizan mejoramiento genético, ensayos de variedades y promueven muy frecuentes encuentros de capacitación y difusión de innovaciones. Otras cooperativas de segundo grado/piso (Fecoagro, de Santa Catarina) han sido creadas para hacer compras centralizadas de insumos agrícolas al por mayor y para importar sin intermediación y en grandes volúmenes, fertilizantes del extranjero.

Estos seis apoyos proporcionados por las cooperativas posibilitan que las riquezas generadas por los productores rurales beneficien a ellos mismos y a sus cooperativas, en vez de seguir beneficiando a las grandes corporaciones transnacionales y a los largos, y en muchos casos innecesarios, eslabones de intermediación que, sin merecerlo, se apropian del 80% de las riquezas que con muchos esfuerzos y riesgos fueron producidas por los agricultores.

Estos éxitos no empezaron a través de medidas paternalistas gubernamentales.
Es importante destacar que esta increíble modernización del agro brasileño no se debió a las clásicas ayudas paternalistas gubernamentales. Empezó a ser construida principalmente por minúsculos grupos de agricultores más emprendedores de los tres estados sureños de Brasil (Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná), que, desde el inicio, contaron con la motivación y apoyo educativo de los también minúsculos, pero muy eficientes, apolíticos y desburocratizados servicios de extensión agrícola que existían en las décadas de 1,960, 1,970 y 1,980 (Ascar, Acares y Acarpa, respectivamente). Fue esta incipiente, pero muy eficaz labor educativa y motivadora de los extensionistas, que provocó un impresionante cambio en las actitudes y aspiraciones de los productores rurales, quienes decidieron organizarse en grupos cooperativos y tomar en sus propias y solidarias manos la solución de sus problemas económicos.

El éxito de estos eficientes y organizados pioneros despertó la atención e interés de los gobiernos los que pasaron a apoyarlos con créditos y con la generación de nuevas tecnologías las que muy rápidamente fueron difundidas por los servicios de extensión agrícola, recién mencionados.

Sin embargo, este minúsculo, pero extraordinario éxito inicial descrito, fue apenas el principio de una espontánea y muy rápida expansión de la frontera agrícola a otros estados brasileños, porque, posteriormente, los hijos y/o nietos de estos pioneros, inspirados en los ejemplos de protagonismo de sus padres y abuelos, promovieron una espontánea ocupación agrícola y ganadera del territorio brasileño. Aún contando con mínimo apoyo gubernamental, estos jóvenes empezaron a migrar de manera ordenada y silenciosa a otros diez estados/provincias/departamentos brasileños de ocupación más reciente (Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Goiás, Bahía, Tocantins, Piaui, Maranhão y Roraima). Y en estos nuevos y muy extensos estados, con increíble rapidez y con mínimo apoyo gubernamental, implantaron muchísimas, muy eficientes y más amplias fincas y empresas agrícolas y ganaderas. Fue esta etapa de expansión de la frontera agrícola, protagonizada por la nueva generación de productores rurales la que posibilitó una muy rápida transformación de Brasil en esta gran potencia agroalimentaria, agroindustrial y agroexportadora mundial, gracias fundamentalmente al eficiente y organizado esfuerzo de esa nueva generación de productores rurales emancipados del paternalismo gubernamental.

Tal fue el entusiasmo de los hijos y nietos de dichos pioneros que muchos de ellos cruzaron las fronteras e implantaron sus modernas y eficientes fincas en Paraguay y Bolivia, países cuyos agricultores y ganaderos, inspirados en los ejemplos de estos emprendedores brasileños, se han convertido, muy rápidamente, en eficientes productores y/o exportadores de carnes de vacunos, cerdos y aves, soya, maíz y trigo. Entonces si los brasileños, los paraguayos y los bolivianos han demostrado que fue posible promover esta eficiente revolución productiva, seguramente los productores rurales de todos los demás países de América Latina también podrán hacerlo. Este mensaje es una invitación para que empiecen a hacerlo. Ojalá, inmediatamente.

Las instituciones y personas interesadas en ampliar estas informaciones podrán visitar mi página web www.polanlacki.com.br o contactarme a través del e-mail Polan.Lacki@onda.com.br o el teléfono ( 55-41 ) 3243-2366 de Curitiba Brasil. Tendré mucho gusto en atender sus solicitudes y enviarles textos gratuitos con recomendaciones concretas para mejorar la rentabilidad de sus fincas.

* Polan Lacki es ingreniero agrónomo brasileño reconocido internacionalmente.

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