La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) eligió el 2018 como el Año Internacional de los Camélidos, que son el principal medio de subsistencia de millones de familias que habitan los entornos más hostiles en 90 países.

Estos mamíferos de Asia, norte de África y América del Sur, se convierten en una importante fuerte de carne y leche, lo que asegura la alimentación diaria, sobre todo en el extenso altiplano andino de América del Sur.

Además del aporte de proteínas, las cuatro especies de camélidos de Sudamérica –llamas, alpacas, vicuñas y guanacos– proporcionan fibras para la elaboración de ropa a las comunidades indígenas. Pero también suministran fertilizante orgánico que garantiza la producción agrícola de subsistencia, además de ser un símbolo de la identidad cultural de las comunidades indígenas ancestrales.

Por su facilidad a adaptarse a diferentes medios –atravesando grandes distancias– y a enfrentarse a la variabilidad del clima –sobreviviendo durante largos periodos sin agua–, camellos y dromedarios salvajes y domésticos se hacen indispensables para la vida de los pastores nómadas, ya que se utilizan como bestias de carga.

La iniciativa fue propuesta a la FAO por Bolivia y aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), en octubre del año pasado. La iniciativa de Bolivia fue «muy bien» acogida por los representantes de los pueblos del Medio Oriente, Asia y África, dijo el ministro de Desarrollo Rural y Tierras del gobierno boliviano, César Cocarico, en su oportunidad.

Dicha propuesta tiene la finalidad de fomentar la producción y consumo de la carne de camélido. Leche, fibra, carne y soporte para la carga son beneficios que aportan en los países donde existeny las siete familias de camélidos: llamas, alpacas, vicuñas, guanacos, dromedarios y camellos domésticos y silvestres, forman parte de la seguridad alimentaria y nutricional de varios territorios del mundo. En Uruguay, crece el uso de estos animales como cuidadores del rodeo ovino.

«Los camélidos son una gran fuente de carne, leche y fibra con cualidades terapéuticas, curativas, vehículo de transporte, entre muchos, por ello se los considera como un soporte de subsistencia para muchas comunidades en más de 90 países de tres continentes», dijo Cocarico.

Leche de camella, mejor que la de vaca
Según fuentes hispanas, Een la isla de Fuerteventura, donde se encuentra la mayor concentración de camellos de Europa con más de 300 animales, un grupo de científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad de Autónoma de Barcelona (UAB) y la King Saud University de Arabia Saudí está realizando un proyecto piloto sobre la leche de camella, que posee valores nutritivos superiores en muchos aspectos a los de la leche de otros animales comercializada habitualmente.

Por ahora, el estudio pretende analizar la viabilidad, composición química y propiedades beneficiosas de este alimento con un alto contenido en vitaminas y bajos niveles de grasa, antes de lanzarse a una producción a escala industrial. La leche se procesa para producir una gran variedad de productos, desde quesos a helados, pero tradicionalmente se ha utilizado en diferentes regiones del mundo como adyuvante natural para la gestión de una variedad de enfermedades humanas.

El objetivo de Oasis Park, donde se encuentra la granja camellar, no sólo es comercializar este novedoso producto, sino también conservar un animal doméstico, bien adaptado al clima árido de las islas y del que se ha reconocido una raza propia denominada camello canario.

En un estudio publicado en la revista ‘Agricultural Research’, un equipo de científicos indios demuestra también que una raza de dromedario (Camelus dromedarius), originaria de la India, tiene un buen potencial genético para producir leche. “No sólo es rentable en términos de conversión alimenticia, sino que también tiene la ventaja adicional de un período de lactancia más largo y mecanismos de adaptación únicos para regiones cálidas áridas y semiáridas”, explicaron los autores.

Comparada con otro tipo de leche, la de camella es, además, baja en grasa y con alto contenido de ácidos grasos insaturados y de cadena larga. Las proteínas son ricas en lactoferrina y lisozimas, pero deficientes en beta-lactoglobulina. Tiene un mayor porcentaje de sales totales, calcio libre, proteínas protectoras y vitamina C, así como hierro, cobre y zinc.

Las propiedades fisicoquímicas de la leche de camella también son únicas y útiles para el procesamiento de alimentos. La vida útil de la leche cruda es de 8-9 horas, que puede extenderse hasta 18-20 horas mediante la activación del sistema de lactoperoxidasa de camella. Su estabilidad térmica es la más alta a pH 6.8 y fermenta de forma relativamente lenta en comparación con la leche de otro ganado.

Anuncio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí