Ciudad de México, 14 de septiembre de 2021.- El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, presentado por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación, tiene graves omisiones que, si prevalecen, acrecentará las dificultades para la reapertura de escuelas en medio de una pandemia, afectando directamente la restitución de los derechos de niñas, niños y jóvenes.
Por ello, Mexicanos Primero pidió hoy que el proyecto de presupuesto, presentado el 8 de septiembre pasado, sea modificado durante su discusión y aprobación por los diputados federales en beneficio de los estudiantes de educación básica e inicial.
Fernando Ruiz, director de Investigación en Mexicanos Primero, explicó en conferencia de prensa, que dichos cambios deben ser implementados de manera que se aumente el presupuesto para infraestructura en las escuelas que aún enfrentan problemas para su reapertura, se destinen recursos para la compra de materiales de seguridad personal y limpieza de los planteles, y también para que se amplíe -en forma focalizada para la equidad y la inclusión- la conectividad en las aulas.
Además, dijo, es necesario contar con recursos para las estrategias que permitan revertir el abandono escolar, así como para atender e impulsar el aprendizaje socioemocional con la correspondiente inversión en formación docente; que se normalicen los pagos de la función de tutoría y, no menos importante, para ampliar significativamente la cobertura de la educación inicial, realizando también una auditoría a los recursos destinados a los Centros de Atención Infantil (Cendis) que resultan desbalanceados por servir a un acuerdo político, por encima de la equidad necesaria para atender al desarrollo de la Primera Infancia.
“Hemos constatado, y así lo hemos expresado en diversas ocasiones, que los directores y maestros son los que lograron garantizar la educación de los niños, pero lo hicieron en incontable ocasiones con sus propias fuerzas y recursos, sin contar con apoyos reales y pertinentes a su contexto.
“No podemos seguir esperando que ellos y las familias sigan subsanando la negligencia de las autoridades educativas y sanitarias. Se requiere el suministro de recursos para materiales, equipos y obras, para cumplir con la gratuidad de la escuela pública. Ampliar las oportunidades para que los colectivos escolares puedan seguir aprendiendo con sus pares”, agregó.
Magdalena de Luna, coordinadora política del Pacto por la Primera Infancia, explicó que el presupuesto es una herramienta del Estado Mexicano para garantizar derechos, pero asignar nominalmente recursos a los programas relacionados con el ejercicio de estos derechos no significa que el Estado esté ejerciendo su obligación de garantizarlos.
Como ejemplos, dijo, al cancelarse el programa de estancias infantiles se dejó de garantizar el acceso al trabajo para madres y padres, y a la alimentación, cuidados, protección y educación para las niñas y los niños o al desaparecer el Programa de Escuelas de Tiempo Completo que tenía por objetivo establecer escuelas con jornadas de entre 6 y 8 horas diarias, especialmente para escuelas con índices de pobreza y marginación donde se impulsaban esquemas eficientes para el suministro de alimentos a estudiantes.
“Su justificación estaba basada en dar acceso al ejercicio efectivo de los derechos de las niñas y niños en condiciones de pobreza, a la alimentación, a la educación de calidad, al esparcimiento y a la cultura, pero, al igual que el programa de estancias infantiles, también favorecía a las mamás y los papás, mejores oportunidades de inserción laboral, al poder comprometer jornadas laborales de 8 horas, con la confianza de que sus hijos e hijas estarían bien cuidados y bien alimentados.
“La desaparición del programa se dio en pandemia, cuando niñas y niños no estaban yendo a la escuela. Cuando se retome la normalidad presencial, madres, padres y estudiantes recibirán esta noticia”, agregó.
Carlos González, investigador en Mexicanos Primero, explicó que en el análisis realizado al Ppef se encontró que el presupuesto 2022 no corresponde a la nueva realidad educativa, pues a los antiguos problemas de inequidad, exclusión, daño en infraestructura de escuelas y opacidad, se suman otros como el abandono de escuelas, la pérdida de aprendizajes por el encierro prolongado, el estrés socioemocional en estudiantes y maestros, el abandono escolar, el incumplimiento a la educación inicial (de 0 a 3 años) y una gran falta de voluntad política.
El gasto propuesto, consideró, no corresponde a las necesidades en las escuelas porque está concentrado en becas y deja fuera recursos para la reconstrucción de escuelas, insumos e instalaciones que permitan la permanencia segura de NNJ en las escuelas, que es lo que en la realidad restituye el derecho a la educación.
