(Codics).- Investigadores, académicos y médicos de la Unam y del Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán” (Innsz) de la Secretaría de Salud (SSA), coincidieron en advertir que ante una sociedad que el consumo de alimentos procesados es de 87% y sólo 12% de alimentos naturales, pero, además, el patrón de consumo de bebidas mensual es de sólo 20% de agua, 36% leche y 44% de refrescos, se hace urgente una Campaña Nacional Permanente de Buenos Hábitos Alimenticios impulsada por el gobierno federal y empresarios y productores de leche.
Luego de demostrar con datos duros e investigaciones de renombre internacional que el consumo de leche en la población, desde la gestación hasta la edad adulta, es indispensable para el desarrollo y prevención de padecimientos como obesidad, diabetes, osteoporosis e incluso cáncer, sin embargo, el consumo per cápita no supera los 350 mililitros y, en otros casos, en las mujeres, no llega ni a los 200 mililitros, advirtieron que mientras se prioricen campañas engañosas, difícilmente se acabará con la “mala nutrición” del mexicano.
En un país como México, indicaron, donde se producen 12 mil millones de litros de leche y el consumo es bajo, se hace urgente información veraz y oportuna para el consumidor y una recuperación paulatina de sus ingresos porque si bien este alimento se consume de acuerdo a la capacidad de compra, también es cierto que con todo y crisis económica, la sociedad integra en su dieta diaria un refresco y no un vaso de leche.
Por ello, y debido a que la leche “se acomoda a cualquier condición”, es necesario aprovechar este factor para que a través de la diferentes presentaciones de consumo, sea fluida o a mordidas, la gente la consuma, aseguraron los especialistas ponentes en el marco de los trabajos del Primer Foro Internacional de la Leche y la Salud en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Al hablar del “Impacto de la componentes de la leche en la salud”, Amelia Farrés González, profesora titular del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la UNAM, declaró que “la leche ha sufrido realmente un embate negativo y algo que también es muy paradójico es que mucha de esta propaganda negativa radica precisamente en no analizar información de fuentes fidedignas y confiables”.
Sostuvo que “los gurús de la mayoría de la gente (consumidores no informados correctamente), son los locutores radiofónicos, páginas de internet y supuestos nutriólogos”.
Solange Heller Rouassant, especialista en Pediatría en el Children´s Hospital Cincinnati Ohio, Estados Unidos, al hablar de la “Leche en el Crecimiento y el Desarrollo”, sostuvo que desde 1986 a la leche se le reconoce como anticancerígena y no genera obesidad e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza este alimento para medir los parámetros de desnutrición o malnutrición, desde los 0 hasta los 20 años.
María del Pilar Milke García, investigadora en Ciencia Médicas del Departamento de Gastroenterología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en su presentación denominada “la Leche en la edad adulta”, sostuvo que de acuerdo a valoraciones de la OMS, la leche evita que se eleven los niveles de azúcar en la sangre.
Griselda López Córdova, especialista en Nutrición y Gastronomía, al exponer el tema de la “Leche en el embarazo y la lactancia”, alertó que las mujeres de 18 a 59 años de edad deberían consumir hasta 3 tazas de este alimento; sin embargo, muchas apenas consumen 257 mililitros al día aun cuando este rango de edad las ubica en edad reproductiva y la leche es necesaria para la gestación de un bebé como lo indican las estadísticas de Encuesta Nacional en Salud y Nutrición 2012, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública.
Pedro Arroyo Acevedo, investigador de tiempo completo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, expuso la importancia de la “Leche en la edad de Adulto Mayor”, e indicó que el consumo de leche este sector poblacional es más frecuente pues uno de cada dos tiene el hábito de este alimento, pero desconoce los beneficios a la salud del mismo.
Dijo que a pesar de que existe conciencia del consumo, éste aún es insuficiente para que el adulto mayor favorezca la preservación de la masa muscular, la reducción de la presión arterial y la baja en la glucosa.
