Ciudad de México, 31 de mayo de 2019.- Casi el cien por ciento de los medicamentos que salen por vez primera al mercado carecen de fórmulas adecuadas para el uso pediátrico, lo cual dificulta tratamientos correctos en niñas y niños frente a ciertas enfermedades, informó Juan Luis Chávez Pacheco, jefe del laboratorio de farmacología del Instituto Nacional de Pediatría (INP).

“Por desgracia hay muchos medicamentos que se les administran a los pacientes pediátricos, pero no existe la formulación adecuada que para ellos serían: suspensiones, soluciones o grageas fácilmente masticables”, dijo en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Actualmente, hay alrededor de 10 fármacos que tienen que ser dosificados en el INP por fraccionamiento del fármaco o mediante la preparación de una solución extemporánea, que consiste en adaptar una presentación farmacéutica diseñada para adultos a una fórmula infantil.

“No hay protocolos de investigación diseñados o estudios de farmacocinética para determinar las cantidades adecuadas, por ejemplo, para buprenorfina, un anestésico, ni para bosentan para niños con hipertensión arterial, pulmonary, captopril, sildenafil, propafenona o metformina”.

Hasta ahora, los estándares de validación para los medicamentos de Cofepris indican que no se pueden hacer estudios en niños hasta que no esté probado en adultos y hasta que sea demandado por un grupo de pediatras; hasta entonces se hacen estudios clínicos.

Por esta razón, el laboratorio de Farmacología del INP, en donde labora una docena de personas, adapta el medicamento que ya ha sido probado en adultos y liberado al mercado para aplicarlo en niños y niñas y, posteriormente, realizar estudios de farmacocinética para probar las concentraciones de los medicamentos en los pacientes del INP hasta que el médico determine que los efectos son los esperados. “Es lo que haríamos si diseñáramos un fármaco nuevo”, dijo.

Tal es el caso de la Pirimetamina, usado para combatir la toxoplasmosis, una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii, el cual se encuentra en la carne de res cruda o que no está bien cocida, frutas y verduras sin lavar, cajas de arena sucia para gatos y lugares a la intemperie donde se puedan encontrar heces de dicho animal.

En México, la seroprevalencia varía de 15 a 50 por ciento entre la población general y, de acuerdo con el Acta Pediátrica de México del INP, se han reportado casos con toxoplasmosis congénita, reclutados a partir de 2005 por tamiz prenatal o postnatal, o porque llegaron como eventos clínicos al Instituto. Este año, dijo Chávez Pacheco, “hemos dosificado Pirimetamina para ocho pacientes con toxoplasmosis congénita”.

Así como este caso, hay otros que son únicos pues algunas enfermedades son raras y de baja incidencia; por ejemplo: “tenemos un solo paciente con deficiencias metabólicas y también para él necesitamos adaptar los medicamentos para hacer de su vida algo más normal”, dijo Chávez.

Explicó que el INP es un centro de referencia, al ser un hospital de nivel 3 o de alta especialidad: llegan casos de enfermedades infantiles más representativos a nivel nacional y niñas y niños de todos los estados de la República, por lo que es indispensable realizar nuevas investigaciones para determinar las dosis correctas en niños, a partir de los medicamentos y dosis para adultos.

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